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En los últimos años han aparecido en el mercado una serie de recicladores (rebreathers) (1) destinados exclusivamente al buceo recreativo «puro» -es decir, sin techo-, tipo de buceo definido con precisión en artículos anteriores-.

Con gran expectación por parte de muchos buceadores recreativos avanzados -y no avanzados-, algunos centros se han lanzado a su adquisición, ofreciendo bautizos de rebreather e, incluso, cursos para su manejo y adquisición.

Se anticipará que quien escribe esto no es que no sea un experto en este tipo de aparatos -que no lo es-, sino que ha renunciado a ellos con plena consciencia por los motivos que se apuntarán razonadamente a lo largo del presente texto y que quizá sean del interés del lector.

Por otro lado, este artículo no pretende centrarse en el aparato en sí, sus tipos, su funcionamiento, etc., cuestiones extremadamente complejas que requieren mucha tinta si se pretenden exponer con un mínimo rigor. Sólo se pretende analizar la coherencia de su aplicación en el ámbito del buceo recreativo.

Empezaremos con unas definiciones generales y superficiales para el lector que no conozca el sistema, por cuestiones de claridad en la explicación para posteriormente analizar la procedencia del rebreather para este tipo de buceo que, como se dice, es el objetivo del artículo.

Cuestiones previas:

¿Qué es un «rebreather»?

Un reciclador de buceo (o rebreather en inglés) es un aparato para bucear autónomamente que reutiliza el aire o gas exhalado por el buceador, tratándolo para poder ser respirado de nuevo, una y otra vez. De esta manera, se establece un circuito cerrado sin expulsión hacia el exterior (burbujas).

Recordemos que todo ser humano inhala aire para vivir, absorbiendo o metabolizando una parte muy pequeña del oxígeno que contiene (en torno a un 3-4 % del total que inhala) y expulsando el resto al exterior. También hay que recordar que en el cuerpo se produce una reacción que produce dióxido de carbono (CO2) como subproducto que es tóxico para la persona y que es expulsado al exterior también junto con los gases no consumidos.

El rebreather tiene en general, dos funciones principales: reponer la parte de oxígeno consumida por el buceador y «limpiar» de CO2 tóxico lo que éste exhala para que pueda ser respirado de nuevo.

Funcionamiento de un rebreather
Esquema básico de un rebreather tipo

Este último cometido se realiza haciendo pasar todo el gas exhalado por un recipiente lleno de una sustancia (cal sodada), que reacciona químicamente con el CO2 que contiene, absorbiéndolo. Obviamente, la cantidad de CO2 que desaparece del volumen total respirado debe ser repuesto también mediante la inyección de otra pequeña cantidad de gas adicional llamado «diluyente».

También existen modelos «semicerrados» que llevan una o dos botellas -normalmente de nitrox- cuyo contenido se inyecta directamente para conseguir los propósitos mencionados.

Si el lector se lleva a la boca una botella de vidrio vacía e intenta extraer aire de ella, verá que no puede. Distinto sería si el recipiente fuera flexible (volumen variable) y no rígido (volumen constante). Por ejemplo, un globo. De igual manera, la inhalación con un rebreather sería imposible si la máquina no contara con una parte flexible de volumen variable llamado contrapulmón de la que extraer el aire respirable. Así, el volumen de los pulmones del buceador que varía cada inhalación y exhalación, se compensará con la variación del contrapulmón, dando una suma cero que posteriormente veremos tiene una repercusión importante en la forma de bucear con estos artefactos.

Por tanto, un rebreather convencional estará formado en general por la máquina que permite hacer este proceso, más dos botellitas que contienen el oxígeno y diluyente a aportar o botellas de un gas determinado que aporta ambas cosas (2).

Terminada esta breve descripción a efectos meramente introductorios, se mencionará que Internet está repleta de todo tipo de información sobre este tipo de aparatos en los que el lector puede curiosear o aprender todo lo que desee, si bien se advierte que se trata de máquinas complejas que entrañan un cierto riesgo y que requieren una formación seria para cada modelo, que en ningún caso puede ser sustituida por blogs, bailes de Tik Tok, gesticuladores vociferantes de YouTube, foros a modo de gallinero y similares.

El rebreather respecto del circuito abierto (botellas)

Ventajas generales

Ausencia de burbujas y ruido.

Lo primero que llama la atención a cualquiera es la no emisión de burbujas. Bucear en casi completo silencio y sin expulsar burbujas al exterior ofrece un indiscutible placer adicional al buceador y permite acercarse a la fauna sin asustarla, a pesar de lo feo que se pueda ser. Eso es relevante para los fotógrafos submarinos. Incluso esencial en ciertos niveles.

Aumento significativo del tiempo total de inmersión.

Dado que se utiliza una y otra vez el gas respirado, la única limitación será la capacidad de las botellitas de oxígeno y de diluyente y la autonomía inherente a la saturación de la cal sodada que elimina el CO2 (3), en comparación con la necesidad de portar botellas de gas respirable en el circuito abierto, que se va consumiendo según avanza la inmersión. De hecho, hay inmersiones muy largas o muy profundas que sólo se pueden realizar con este tipo de aparatos puesto que la cantidad de botellas necesarias sería tan grande, que no son viables en circuito abierto. Entender esto es importante.

Menor tiempo de descompresión.

En los aparatos en los que se puede determinar una presión parcial de oxígeno fija (PpO2 constante), mediante algo que en la jerga se llama «ventana de oxígeno» y cuya explicación excede el propósito de este artículo, se optimiza y reduce enormemente el tiempo de descompresión en comparación con el circuito abierto, cuya PpO2 para cada mezcla varía con la profundidad. Y, por tanto, se extiende también mucho el NDL o Límite de No Descompresión (que se trató en un artículo reciente) si no se va a «entrar en deco» o contraer obligaciones de paradas descompresivas obligadas. (Recordemos que la parada recomendada -a la que se dedicó un artículo entero en este blog– no se incluye puesto que, como su propio nombre indica, no es obligatoria). Esto se indica como conocimiento general, pero se recuerda que las inmersiones con paradas de descompresión obligatorias no forman parte del buceo recreativo «sin techo», estando prohibidas en muchos países (como es el caso de España).

– Respiración de gas húmedo y más caliente.

Al respirarse una y otra vez el aire que pasa reiterativamente por los pulmones, éste se humidifica y calienta en ellos, en oposición a lo que ocurre cuando se respira de una botella en la que el gas que contiene está desecado y a temperatura ambiente (dependiendo del tempo que se lleve bajo el agua). Todo esto es relevante en aguas frías e inmersiones largas en la que la pérdida de calor disminuye apreciablemente ya que es la respiración la causa más importante de pérdida de calor en una inmersión. Claro que, en circuito abierto, existe la posibilidad de lograr un resultado parecido mediante la utilización de máscaras integrales, tal como se indicó en otro artículo pasado.

– Precio.

En el buceo técnico con mezclas de gases con helio, el rebreather es una opción económicamente cada vez más interesante habida cuenta del gravoso precio de este gas -cada vez más caro-, a pesar del costo de adquisición de la máquina y el precio de la cal sodada.

Desventajas generales

Complejidad.

Comparar el circuito abierto (botellas) con un rebreather es como hacerlo entre un patinete y un coche de combustión. Nada que ver, por sencillo que sea (o que se publicite) el cacharro en cuestión. Y esto tiene más repercusiones que la complejidad del aparato per se.

– Casuística de fallos. Peligrosidad.

Sí. Hay fallos que matan. Con las cautelas que luego se dirán, digámoslo claramente: el rebreather puede ser una máquina peligrosa.

Sin embargo, parece que la mayor parte de los accidentes graves o fatales no son de la máquina, sino del buceador. Y esto tiene su explicación.

– Necesidad de comprobaciones exhaustivas antes y después de cada uso.

El uso de una lista de comprobaciones (check list) bastante extensa antes y después de cada inmersión es casi obligado, incluso para gente que lleva mucho tiempo utilizando el aparato. Y quien haya dejado de utilizarla, confiando en su costumbre, hace muy mal y se la está jugando sin darse cuenta. (Como decía Wilbur Wright (4) -uno de los hermanos Wright, pioneros de la aviación- en una frase falsamente atribuida a Charles Lindbergh-: «Volando he aprendido que el descuido y el exceso de confianza suelen ser mucho más peligrosos que los riesgos aceptados deliberadamente»).

– Precio.

Pero ¿no se había dicho antes que era una ventaja? Depende con qué lo comparemos. Si no se bucea con helio (MUY caro y cada vez más), como en el ámbito recreativo restringido al uso del aire y del Nitrox, el costo de una botella y un regulador es insignificante comparado con el de un rebreather y su cal sodada.

¿Cuándo cobra sentido el uso del rebreather en general?

Además de los casos particulares de fotógrafos especializados para los que es importante no emitir burbujas y bucear en silencio o para misófonos que sufran escuchándolas, la respuesta es sencilla:

el rebreather, sus riesgos y sus complejidades tienen sentido en rangos de profundidad y tiempo en los que el buceo con circuito abierto (botellas) no es razonablemente viable.

Así pues, si el lector no ha agotado las posibilidades de su buceo con botellas desde el buceo técnico, no tiene por qué plantearse lógicamente el salto al rebreather (aunque gustibus et coloribus no disputandum, que decían los antiguos romanos). Y se dice «desde el buceo técnico» porque desde el recreativo no hay posibilidad de agotarlas.

El rebreather para buceo recreativo

Son rebreathers simplificados y normalmente semicerrados (lo cual implica burbujas al exterior de vez en cuando. Cada 4 ó 5 respiraciones más o menos). Aunque en este blog no somos muy amigos de citar marcas concretas (no se tiene relación con ninguna), en este caso es necesario ilustrar lo que se dice con un ejemplo concreto de un popular modelo ampliamente extendido, de los muchos que hay: el Mares Horizon.

mares-horizont
Rebreather para buceo recreativo Mares-Horizon SCR XR

Veamos las características que ofrece el fabricante:

Características del rebreather Mares Horizon
Características del rebreather Mares Horizon

En resumen, tenemos una máquina que nos permite unas tres horas de autonomía, que no emite «casi» burbujas (es semicerrado como casi todas estas máquinas recreativas), que está dotada de analizadores de O2 que hay que reponer cada tanto, una electrónica que en cuanto detecta el más mínimo fallo te deja sin bucear, que exige estar conectada a un ordenador complejo, con un contenedor de cal sodada que también hay que reponer cada inmersión o cada jornada, que pesa 17 kg más los 9 ó 10 kg que pesa cada botella S40 con sus correspondiente grifo y regulador, que cuesta varios miles de euros y para cuyo manejo y simple adquisición hace falta estar certificado mediante el correspondiente curso -que sólo vale para este rebreather en concreto-.

¿Y con toda esta maravilla tecnológica podremos visitar la Fosa de las Marianas o permanecer hasta la hora de la cena en el agua? No. Con él podremos bajar hasta 30 m si se lleva una botella y a 40 m si se llevan dos (con nitrox que también hay que cargar en alguna parte) y con el cual no se puede contraer obligaciones descompresivas, so pena de salirnos de los requerimientos del buceo recreativo sin techo y adentrarnos en el buceo técnico (con techo). Y bucearemos unas tres horas a muy baja profundidad para no entrar en deco, llegando como mucho a la hora del vermouth.

A botepronto cualquiera pensaría que para ese viaje no hacen falta alforjas, según el popular aforismo español. Sin embargo, puede tener su utilidad en casos muy determinados como el de alguien que pretenda extender su NDL a profundidades recreativas por algún motivo muy concreto como biólogos, arqueólogos o para fotógrafos submarinos (fotosubs, en la jerga).

También hay quien pensaría que es una interesante manera de introducirse en el mundo del rebreather. Sin embargo, el Autor no comparte esta idea.

Porque el rebreather tiene sentido en rangos pertenecientes al buceo técnico y, por tanto, debe ser abordado con una formación técnica, con otro tipo de habilidades, otros conocimientos y, sobre todo, con otra mentalidad. Cualquier rebreather, por simplificado que sea.

Mentalidad «recreativa»

Algo que llama mucho la atención a quien esto escribe es que un aparato tan delicado, que exige una mentalidad muy rigurosa y sistemática, se introduzca en un ámbito turístico-recreativo, que se caracteriza -en general y con honrosas excepciones- por buscar un disfrute inmediato y sin excesivas complicaciones.

Incluso muchos buceadores técnicos- entre los que se encuentra el Autor- consideran no tener la mentalidad adecuada para introducirse en el uso de estas máquinas, en el que un sólo paso de comprobación obviado en la preparación de la máquina para una inmersión puede devenir en un accidente grave, incluso fatal. (En el ámbito técnico se suele considerar la idea de que el buceador se hace «de dentro afuera, no de fuera a dentro», lo que quiere decir que primero es la mentalidad y la formación, y luego el material. Por el contrario, parece que la introducción del rebreather en el ámbito recreativo reviste de un material complejo a quien todavía no ha desarrollado ni su formación, ni su mentalidad).

Continuidad recreativa

Y no sólo eso, sino que es tan numerosa la casuística de posibles fallos, que su uso requiere un entrenamiento continuo, muy alejado del mundo recreativo en el que el buceador tipo hace muy pocas inmersiones al año, que se pretende sean sin complicaciones. El Autor vive en la meseta central española en la que el agua es limpia y cristalina, pero sólo sale del grifo. Únicamente por no tener el privilegio de vivir cerca del mar y la posibilidad de bucear con continuidad durante todo el año, ya renuncia a su uso.

Técnica recreativa

El lector que no haya buceador con este tipo de aparatos debe saber que el hecho de que el volumen del gas de la respiración esté permanentemente confinado en el sistema, compensándose la variación de volumen de los pulmones del buceador con el volumen de los contrapulmones del artefacto, sin variar el cómputo total, hace que el control de la flotabilidad y los cambios de cota que en el circuito abierto (botellas) con los pulmones, no se pueda realizar con un rebreather. Así, el único procedimiento para variar la flotabilidad y la cota a la que se bucea es el dispositivo de flotabilidad, por lo que el buceador se verá obligado a hincharlo y deshincharlo continuamente por muy pequeño que sea el cambio que desee hacer.

Esto es especialmente gravoso para quienes llevan mucho tiempo buceando en circuito abierto y han adquirido una memoria muscular que hace que no tengan ni que pensarlo para controlar su flotabilidad y cambiar de cota. Quizá los muy novatos, que no la han desarrollado todavía, lo tengan más fácil.

¿Quiere decir que empezar a bucear con rebreather es como empezar a bucear de nuevo? Sí. O casi. Pero quede claro que las técnicas de control de flotabilidad entre el circuito abierto (recreativo o técnico, da igual) y el rebreather son totalmente distintas.

¿Pueden compatibilizarse? Sí. Con tiempo y mucha práctica. Mucha más que conducir alternativamente un coche manual y otro automático. Pero es otro motivo que desincentiva para iniciarse con este tipo de cacharros.

Límites recreativos

Independientemente de cuestiones subjetivas, lo cierto es que en el buceo recreativo «sin techo», que es un tipo de buceo caracterizado por una limitación de tiempo-profundidad para no contraer obligaciones descompresivas (entrar en deco»); por una limitación absoluta de profundidad (40 m) y, consecuentemente, por una importante limitación de tiempo (y más si se realiza la actividad en un centro), que ni siquiera requiere la necesidad de llevar redundancia de gas, ni de lejos se puede pensar que se llegue al límite que ofrece el circuito abierto (botellas y reguladores).

Por ello, la necesidad de un sistema mucho más complejo simplemente, no existe (salvo requerimientos muy especiales mencionados).

Corolario

Hay que ser muy claro:

el rebreather no tiene ningún sentido en el ámbito recreativo (sin techo).

Ninguno -salvo excepciones contadas con los dedos de una oreja-.

Una máquina mucho más compleja en comparación con un regulador -que es como el mecanismo de un chupete-, mucho más cara, que ofrece ventajas sólo en una descompresión que está vedada por ley en el ámbito recreativo -al menos en España- (RD 550/2020) y en la duración de una inmersión que no se puede extender más allá del NDL o Límite de No Descompresión; que requiere una mentalidad muy alejada de la recreativa, un tiempo y un costo de mantenimiento infinitamente superiores; un cambio de técnica de buceo y que, además, es mucho más peligrosa. ¿Alguien puede entender que tenga algún sentido en el ámbito recreativo?

Sí … bucear en silencio y sin burbujas es muy agradable pero, salvo fotógrafos avanzados y profesionales muy determinados, ¿justifica todo lo anterior?

Sin embargo, este blog es para gente curiosa que desea progresar y aprender. Incluso que disfruta con el aprendizaje. Y para ello hay que probar cosas nuevas. Consecuentemente, no se va a criticar aquí que el lector pruebe una máquina de estas y se interese por ellas. Pero sin perder de vista la afirmación anterior. Sin confundirse.

Y además, tampoco se discute el derecho de cada uno a bucear con lo que quiera, por absurdo que sea. Ni incluso el derecho de cada cuál al suicidio. Otra cosa es que se critique la coherencia del procedimiento elegido.

(1)- En este blog fastidia mucho la utilización de términos ingleses cuando existen equivalentes en castellano. Sin embargo, utilizaremos la palabra rebreather en vez de reciclador ya que es la unánimemente utilizada en el sector. Aguantaremos las nauseas culturales un vez más.

(2)- También hay que mencionar la existencia de rebreathers en los que sólo se respira oxígeno puro, destinados a propósitos militares.

(3)- Es una limitación el gas de respaldo (bailout) que el buceador debe portar en una botella, además del rebreather para el caso en que la máquina falle. Hay casos en que se contraen obligaciones descompresivas de tal envergadura que es obligado portor varias botellas, a parte de la máquina y as propias de ella.

(4)- «In flying I have learned that carelessness and overconfidence are usually far more dangerous than deliberately accepted risks». (Wilbur Wright en una carta a su padre en septiembre de 1900).

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Paradojas subacuáticas:

¿REBREATHER PARA BUCEO RECREATIVO?

  1. Sin contar que solo sirve en el caso de salir desde playa o embarcación propia con un compañero con un artefacto similar ya que los centros de buceo limitan los buceos a 45’ normalmente.

  2. Me parece que el reciclador fue inventado para fines militares más que para buceo recreativo. Es decir, tiene una utilidad muy específica. El hecho de que se haya introducido en el ámbito recreativo, es cosa de vanidades y novedad tecnológica al alcance de algunos. Definitivamente no tiene cabida en el buceo recreativo como bien se ha dicho.

    1. Muchos inventos militares han sido utilizados luego con fines civiles y tienen todo el sentido para ello.
      Desde el radar que llevan los aviones de pasajeros hasta sus motores a reacción. Desde pegamentos ahora habituales en los hogares hasta la penicilina.
      Si el rebreather no tiene sentido en el ámbito del buceo recreativo no es por ser de origen militar.

      1. ¡Gracias, «Gualdrapa»!

        Hoy en día nadie en su sano juicio fregaría su suelo sin una fregona o rechazaría una anestesia epidural por ser inventos militares (y, de hecho, españoles).

        Me entristece mucho comprobar que mucha de la leyenda negra del buceo militar es más bien debida a su desconocimiento que a un juicio crítico real.

  3. Desde el punto de vista del marketing…….¿Quién no ha comprado algo alguna vez que no ha servido para los fines ideados?? Y ese punto de vista marketiniano (menudo palabro) conecta con el jurídico-legal del RD550/2020, que me da a entender que el uso de la éstas máquinas en el ámbito recreativo dentro los mares territoriales no es fiel a la legislación vigente.
    Por otro lado, si bien es cierto que la gran mayoría de los que nos dedicamos a ésta actividad somos unos grandes curiosos y quizás por ello si compense.
    Un cordial saludo y buen azul.

    1. Estimado lector:

      Aunque entiendo que se plantee, no estoy muy de acuerdo en la ilegalidad del «rebreather recreativo» en España que sugieres.

      Porque el RD 550/2020 establece las condiciones generales del buceo recreativo «sin techo» en su inefable Artículo 18 y en el ANEXO III «Equipamiento mínimo para las modalidades de buceo» dentro de dichos límites. Insisto: equipamiento MÍNIMO.
      En ninguna parte se excluye el rebreather para esta modalidad (utilizando con él aire o nitrox), ni se indica la obligación de portar una botella y regulados (salvo como equipamiento mínimo).
      Sinceramente, yo creo que al legislador ni se le pasó por la cabeza esta posibilidad. Y no me extraña.

      Muchas gracias por tu interesante comentario y un saludo cordial.
      G.

  4. Estupendo artículo, como muchos otros,
    En mi opinión veo más el interés económico de algunas marcas, que la utilidad para el buceador deportivo en general, como se ha explicado en el artículo, salvo las excepciones que se comentan y quizás alguna más, muy puntual.
    Añadiré que no me parece cómodo ni seguro, si es necesario, obligatorio o recomendable llevar una botella adicional «por si el equipo reciclador falla».
    Un saludo

  5. Estupendo artículo, como muchos otros,
    En mi opinión veo más el interés económico de algunas marcas, que la utilidad para el buceador deportivo en general, como se ha explicado en el artículo, salvo las excepciones que se comentan y quizás alguna más, muy puntual.
    Añadiré que no me parece cómodo ni seguro, si es necesario, obligatorio o recomendable llevar una botella adicional «por si el equipo reciclador falla».
    Un saludo

  6. Lo malo de artículos tan extensos como este, es que requieren respuestas tan extensas como el propio artículo para no caer en valoraciones sesgadas o en conclusiones erróneas. Obviamente se trata de una opinión personal pero, en esta ocasión es muy arriesgada. Y ello porque a partir de premisas como mínimo parcialmente erróneas y diversas imprecisiones se llega necesariamente a conclusiones también erróneas, para no ser cáustico con el término correcto, que es «conclusiones falsas». Tengo por tanto que elegir unas pocas imprecisiones, que no deben ser entendidas como un acuerdo general con el resto del artículo. No, como en todo, tengo coincidencias, discrepancias, dudas y simples opiniones.

    La más importante imprecicisón procede, probablemente, de haber mantenido a lo largo del artículo una frontera difusa entre los diversos recicladores, especialmente entre los que requieren inyección de oxígeno y diluyente, frente a los que se alimentan de mezclas prestablecidas de nitrox – no variables, por tanto – y que, como consecuencia, tienen los mismos riesgos que el simple buceo con nitrox y de dejar también algo confuso el concepto y las diferencias entre las máquinas cerradas y las semicerradas.

    Vaya por delante que yo sí soy instructor de la máquina utilizada par ilustrar este reportaje y no solo enseño y navego con ella, sino que formo parte de los pocos profesionales que, en nuestro país, hemos cursado y obtenido las correspondientes acreditaciones de fábrica, para destripar y volver a armar la máquina sin que nos sobre ninguna pieza, o lo que se conoce más habitualmente como servicio técnico oficial.

    Sin embargo esta característica, lejos de obligarme a defender la máquina o a suponer una vinculación económica con la marca, me otorga, en mi opinión, un amplio conocimiento de causa y una toma de decisión muy racional, como el título de este blog: No llego al reciclador por que la marca me lo imponga o porque pueda ganar dinero con ella -que sí que puedo y trato de hacerlo lo mejor posible – sino por convencimiento de su utilidad, de su confort o de tantas y tantas otras cosas que alumbran nuestras decisiones en otros ámbitos y que, sorprendentemente, no son analizadas con los criterios de este artículo.

    Que yo sepa, la elección de una vivienda, de una moto, de un coche, de un reloj de pulsera, de unos zapatos, de un bolso o de una camisa, involucra muchas cosas que no están soportadas por sesudos análisis de utilidad, necesidad o conveniencia, pese a que muchas de ellas rebasan con mucho los costes de esa especie de «máquina diabólica» en que se ha terminado convirtiendo el reciclador en este artículo.

    La estética, el gusto personal, la ergonomía, la comodidad, el estatus, el mero disfrute y sobre todo la capacidad y posibilidad de obtenerlo suelen ser razones mucho más poderosas en la toma de decisiones que un sesudo análisis comparativo de hoja de cálculo. Es más, cuando decidí comprar – y equivocarme – un Jaguar que ni era un Jaguar ni dejaba de serlo, porque tenía forma familiar, motor Ford y terminación Jaguar, los exigentes análisis que me hice arrojaban indubitablemente la casi necesidad imperiosa de que ese fuera mi coche. Por supuesto si mi idea original hubiera sido rechazarlo, también mi hoja de cálculo me habría apoyado en ello.

    Así que no, las razones por las que se eligen recicladores recreativos no salen de la hoja de cálculo, sino del hipotálamo, por fijarlo en algún sitio cuya mención no sea considerada una grosería, pero ello no resta – a mi Jaguar tampoco – las muchas características fantásticas con las que cuenta la máquina, ni el placer que produce «conducirla».

    Por lo demás, la máquina no te deja sin bucear cuando detecta un fallo (solo te exige pasar a abierto con un gesto delante de la nariz), no tiene peligrosísimos riesgos distintos del buceo con cualquier mezcla ya aceptada de nitrox, no pesa las toneladas que se reflejan es este artículo (de hecho pesa tan poco que requiere lastrado especial), no tiene porqué complementarse con volumétricas botellas enormes de aluminio (con botellitas de 7 litros de acero vas como un príncipe dado que, efectivamente, nadie pretende batir marcas o registros de permanencia (elimino record porque comparto la belleza y calidad de nuestro idioma) ni hay que cambiar los consumibles en cada inmersión – sí en cada jornada intensa – o los oxímetros más que una vez al año – que efectivamente son caros – ni la diferencia de navegación producto de la existencia del contrapulmón te convierte en un zoquete pese a que requiere adaptación …. demasiadas imprecisiones para descalificar una máquina que, una vez más – la segunda en este blog, ya lo hice con las máscaras faciales – pongo a disposición de quien quiera forjarse una idea propia tanto a nivel recreativo sin descompresión, como con ella – pues el segundo poste tiene precisamente esa función, aunque sea en el margen de los 40 metros – ya sea en versión bautismo, curso recreativo o curso de buceo extendido, aquí, en la meseta de las cristalinas aguas de grifo.

    Eso sí, previo pago de los importes correspondientes, porque, efectivamente, me gano la vida con ello de una forma escasa pero muy digna, sin que ello debiera ser considerado un delito o una característica negativa ni en el análisis ni en la decisión de compra. Las cosas son o no son, al margen del interés que uno tenga en ello.

    Martín Ynestrillas. Instructor Trainer SSI. Instructor Mares Horizon. Servicio Técnico Oficial Mares y Horizon. Técnico especialista Horizon

    1. Hola Martín.

      Como se ha repetido innumerables veces (y al final del artículo también), en este blog somos partidarios de que cada cual haga con su libertad soberana lo que estime oportuno … por absurdo que sea.
      Porque igual que se puede bucear a 20 m en una inmersión de 1 hora y sin entrar en deco con un rebreather, se puede hacer con un submarino. Y el que lo alquile, compre o se haga capitán de submarinos para ello, tiene todo el derecho para hacerlo. Por los mismos motivos que mencionas: estatus, gusto, etc.

      Cuestión distinta es que alguien luego desde un blog -como es el caso- afirme que bucear con un submarino o con un rebreather sin entrar en deco y a menos de 40 m, carece de sentido habida cuenta de que hay procedimientos más sencillos, baratos y seguros -sí, seguros- que un rebreather. Y que el rebreather tiene sentido cuando se ha agotado razonablemente el circuito abierto, cosa imposible en el buceo recreativo.

      Respecto del apelativo de «máquina infernal» que sugieres destila como opinión sobre el rebreather este artículo, lejos está de su intención, pero ello no es óbice para que se comenten las complejidades y peligros -sí, peligros- de su uso, comparativamente con una botella y un regulador. El rebreather es una aparato fantástico que permite hacer cosas a las que no llega el circuito abierto … en otros ámbitos distintos al recreativo. Y si el que escribe tuviera la suerte de vivir al lado del mar, sin duda lo emplearía. Pero ello no quita una coma de lo afirmado en el artículo, destinado al buceo recreativo «sin techo».

      Por último, como se dice al principio del artículo, no se entra en diferenciaciones entre distintos tipos ni se profundiza en su funcionamiento porque no era el propósito de aquel, sino si tiene sentido en el ámbito recreativo, o no.

      En cualquier caso, me encanta personalmente que haya lectores como tú que se lean las cosas, aunque discrepen. Y me gusta y agradezco que se molesten en escribir opiniones extensas como la tuya, aunque sean discrepantes. Porque, al fin y al cabo, el objeto de este blog es que se reflexione. Todos.

      Un abrazo
      G.

      P.D.: Y los datos del peso que aparecen en el artículos son los que da el fabricante en la ficha de producto.

  7. Se me vienen a la memoria esos propietarios de Hummer para llevar los nenes al colegio y poco más, que por supuesto protegía muchísimo más a los vástagos pero siempre he pensado que donde esté un Land Rover de los de antes… pero claro, este no luce tanto y lo llevan los señores de campo que es donde se le saca partido.

  8. Muy interesante el artículo y muy interesante el comentario en discrepancia. Porque lejos de descalificar el artículo, creo que lo refuerza.
    En definitiva creo que todo se termina reduciendo a una cuestión de gustos y posibilidades económicas.
    Aquí en la República Argentina los recursos económicos de quienes tratamos de practicar buceo, son bastante más reducidos. Y así todo se nos considera «pudientes» por poder hacerlo.
    Para trasladarme de un punto a otro con un Fiat voy bien, máxime que ahora hasta el más barato incorpora muchos dispositivos de seguridad. Pero manejar un Mercedes Benz es una experiencia inigualable y tiene el adicional, aquí en Argentina, que gracias a la inseguridad, te peguen un tiro y te maten para sacartelo. En España y en toda Europa ver un Mercedes Benz es bastante habitual. Aunque no está al alcance de todos, alguien con un buen poder adquisitivo (clase media alta) puede tenerlo. En cambio, aquí en Argentina es un lujo reservado a muy pocos.
    Perdón por lo.larguero, pero si introduje está cuestión económico -social de mí país es para terminar concluyendo que para la gran mayor

  9. Creo humildemente que partes de unas premisas falsas y por lo tanto tus conclusiones pueden no ajustarse a la realidad. La legalidad vigente en su artículo 18.3 no limita el techo ni la descompresión. Asumir que el 18.1 es el único modelo para el buceo recreativo es erróneo y confunde a las personas que te leen. Más cuando el buceo técnico no está reconocido por la legalidad vigente. Cito: 18.3 para el buceo fuera de la condiciones establecidas en el punto 1, el buceo recreativo.
    En España se puede entrar en descompresión y la profundidad máxima son 60m (disposición transitoria segunda del RD 550/2020).
    A 60m el rebreather tiene sentido.

  10. Personalmente creo que el mayor impedimento de la masificación de rebreathers en el buceo deportivo (hasta 40 metros, sin cambio de gases, sin penetración en entornos cubiertos, etc.,) es el precio.
    Fuera de ello tenemos que admitir que somos criaturas curiosas por naturaleza, y sobre todo aquellos quienes estamos involucrados en una u otra forma de buceo. Tenemos sed de aventura, perseguimos las emociones que esta actividad nos hace sentir. Y los rebreathers extienden un poco más nuestro alcance, nuestra autonomía y el tiempo que tenemos (en lo que a gas disponible se refiere) para solucionar algún inconveniente que se nos pueda presentar.

    1. Hola.

      Lo de la curiosidad y las emociones es muy cierto. Y lo del precio, también. Pero no mencionas la complejidad y el riesgo añadido.Y me temo que también olvidas el Límite de No Descompresión.

      Busca una inmersión sin entrar en deco que hagas con rebreather que no puedas hacer con botellas.
      Te va a costar encontrarla.

      Por lo demás, de acuerdo: es muy atrayente.

      Un saludo y gracias por el comentario.
      G.

  11. Hola, yo buceo desde el 2007 con un rb pero de los de tipo cerrado, Salgo desde costa con torpedo y estoy entre dos horas y media hasta cuatro horas, barriendo bastante zona, y siendo el principal factor limitante el frío. Supongo que algún ejemplo de rb había que poner, pero personalmente el concepto de rb semicerrado con inyección electrónica como el expuesto no me parece un buen ejemplo (personalmente lo considero pésimo), por más que algunas marcas estén empujando en ese sentido en el mercado recreativo. Y unas cuantas puntualizaciones que me parecen oportunas, siempre desde mi personal punto de vista:

    1. El rb no es para todo el mundo, y no creo que eso cambie a medio plazo.
    2. el montaje y las comprobaciones previas son bastante sencillas y rápidas de realizar, eso sí hay que ser riguroso y no distraerse.
    3. el mero hecho de usar un rb hace que la inmersión no se pueda considerar puramente recreativa, Me refiero al aspecto de exigencia sobre el material y las condiciones, no a las definiciones legales. Aparte de otras consideraciones, con rb hay que llevar redundancia de fuente de gas salvo en profundidades muy someras donde el rb tiene poco sentido, y tablas u ordenador de respaldo.

    Un saludo y muchas gracias por el blog, es muy bueno y se nota un trabajo tremendo de sistematización, edición etc detrás

  12. Una entrada de blog diferente y muy valiente, «Gualdrapa». Permíteme una crítica constructiva, y siempre respetuosa, lo cual entiendo que también es objeto de este blog.

    Digo que es una entrada valiente, pues, a diferencia de otras entradas, has escrito juicios de valor bastante rotundos sobre un tema que claramente desconoces y renuncias a conocer, lo cual demuestra tu audacia. Digo diferente, pues, con otros temas, el autor (en minúscula mientras este blog no alcance el estatus de Sagradas Escrituras), ha estudiado a fondo y de manera meticulosa la cuestión, dando al lector más bien un criterio como herramienta de reflexión en lugar de afirmaciones dogmáticas.

    Ha habido comentarios muy interesantes como los de Martín, quien tuve la suerte de conocer hace poco en «Islas Hormigas», y de Felipe que, envidando a lo que apuntó Carlos Pino, no refuerzan precisamente esta entrada de blog, sino el blog entero. Es preferible debatir sin llegar a una conclusión que llegar a una conclusión sin debatir. Se podrá estar de acuerdo o no con tus conclusiones, pero sin duda tú aquí concluyes sin haber considerado lo suficiente.

    Ya tenía los ojos vidriosos pensando que habrías adquirido personalmente un Mares Horizon para probarlo unas decenas de inmersiones, como cuando adquiriste una máscara facial para escribir las dos buenísimas entradas al respecto que leí hace un rato. No caigas en lo que tú mismo has denominado como «falacia de falsa autoridad». Tu blog es cada vez más popular entre buceadores recreativos y yo no hago más que recomendarlo cada vez que tengo oportunidad. No permitas que el juicio crítico y la invitación a la reflexión dejen de ser tu valor añadido.

    ¡Muchísimo ánimo y buen tiempo de fondo!

    1. Hola Paisa.
      ¡Por supuesto que se admiten las críticas!(siempre fundamentadas educadamente). Como bien dices, la crítica, el debate racional, el contraste de ideas y las aportaciones son el motivo y la finalidad de este blog, que no pretende convencer a nadie de nada.

      Respecto del Horizon y la máscara integral, creo que son dos situaciones totalmente distintas -y no sólo en precio-. Porque consideraba que la máscara podría tener sentido de manera previa a comprarla. De hecho, me la he quedado para bucear en invierno. Lo del rebreather, es otra cosa pues mis objeciones sobre su aplicación al buceo recreativo sin techo (fuera de límites son máquinas que tienen todo el sentido) no tienen que ver con su utilización, sino con su sentido general. No hace falta comprarse un F1 para afirmar que no tiene la menor lógica utilizar uno para circular por las carreteras nacionales.

      Y yo sigo esperando que alguien me dé una sola razón para utilizar una aparato caro, complicado de funcionamiento y mantenimiento, voluminoso y -digan lo que digan- más peligroso, para hacer de manera general una inmersión sin descompresión a menos de 40 m (salvo gustos personales que pueden incluir cualquier cosa imaginable, fotógrafos y demás casos muy concretos que se citan en el artículo), existiendo el circuito abierto que es simple, barato y cuyos límites van mucho más allá del recreativo. Un sola.
      Cuando me la den, a lo mejor me planteo otra cosa. Pero no parece, por el momento …

      Gracias por tu educadísima discrepancia.
      G.

  13. ¡No permitas que la realidad te estropee una buena entrada de blog!

    Por favor, no confundas mi pensamiento crítico con crítica. Seré lo extenso que no fue Martín para argumentar mi postura.

    Soy muy amigo de las máscaras faciales. Las uso siempre que necesito comunicaciones inalámbricas y, efectivamente, los inviernos en el lago helado de Panticosa. En principio serían esas sus principales funciones: protección frente al medio -aguas frías o con algún tipo específico de contaminante, no cualquiera- y poder hablar. Tú mismo haces un más completo y metódico análisis. A mi juicio, funciones o ventajas con bastante menos sentido para un buceador recreativo de las que podría tener un rebreather, de hecho, veo menos máscaras faciales que rebreathers en las profundidades marinas recreativas.

    Puede que incluso estés de acuerdo conmigo en que ciertos buceos en aguas frías sean un rato más exigentes que un rebreather recreativo. Me refiero a un buceo, normalmente, en altitud, con máscara facial, traje seco, reguladores estancos y sidemount. Nada que ver con un placentero baño con una licra y un rebreather recreativo para alargar el tiempo de fondo en preciosas barreras coralinas.

    Lo primero, y me parece una cuestión fundamental, es que el buceo recreativo no sería lo que tú consideres. Muy seguramente el maldito artículo 18 del RD 550/2020, que no se redactó con el cariño que merecía para dar cabida al buceo técnico, es el culpable. Para transgredir los límites de este artículo solamente hay que cumplir el punto 1.2. del anexo III, literalmente: «Equipamiento mínimo para la práctica de buceo recreativo en técnica de autónomo fuera de los límites prescritos en el artículo 18.1.».

    Aunque pensemos, o no, que el RD lo escribió un mono con chistera, afirmar enésimas veces que en España están prohibidas por ley las paradas de descompresión, bucear bajo techo o respirar helio es simplemente falaz, o al menos extremadamente incierto y, ¡no es lo que me merezco como lector!

    Repetir ininterrumpidamente estas imprecisiones es más bien un recurso «goebbeliano». Es curioso, pues es recurrente con otras informaciones como que el rebreather es peligroso o que es imposible hacer un V-drill con un monobotella con dos grifos. Sin embargo, cuando escribes algo rotundamente certero, lo escribes una sola vez.

    Una moto de carreras puede ser usada para ganar un Gran Premio, pero la mayoría de mortales las usan para salir a rodar el fin de semana y comer en una venta con buenas vistas y/o buena comida, todo muy recreativo. No hablo de romper los récords de Nuno Gomes, ¡sino de no quitarle al personal el placer de alargar un poco el tiempo de fondo o visitar algún pecio interesante por debajo de los 40 por mero gusto!

    No me hace falta comprarme un fórmula 1, o una moto de carreras, para saber que son vehículos mucho más seguros que mi furgoneta o mi moto destartalada. Sus motores son más eficientes y potentes, sus sistemas de frenado electrónico son ultra precisos, la tracción de cada rueda es milimétrica, los cinturones de seguridad diseñados para impactos fortísimos, así como la distribución, composición, elasticidad o rigidez de sus materiales, carenados equilibrados y aerodinámicos más un infinito etcétera. Porque son más seguros son más idóneos para transgredir los límites del Real Decreto Legislativo 6/2015 consolidado, conocido como Código de Circulación. Eso no impide que estén las ventas de carretera repletas de sofisticadísimos vehículos los domingos a la hora del aperitivo.

    Es interesante, pues llegas a la segunda conclusión; un rebreather tiene todo el sentido para el buceo técnico; pero no a la primera; los rebreathers son más seguros que el circuito abierto y por eso son artefactos idóneos para buceos más arriesgados, pero obviamente válidos para los menos arriesgados. Repites varias veces que los rebreathers son más peligrosos que el circuito abierto con los mismos argumentos que razones te han dado para usar un rebreather a 40 metros sin deco ni techo. ¡Paradójico!

    Y ahora, metiéndonos en harina, algunas consideraciones de cara a posibles conclusiones más ricas o, por lo menos, argumentadas.

    – Menor tiempo de descompresión.
    Como bien dices son dos ventajas, mayor tiempo límite de no descompresión y menor tiempo de descompresión en caso de ser necesaria.

    En el caso del Horizon, como bien indicó Martín, la PpO2 no es constante o maleable, sino la fracción de oxígeno. Con una sola botella de nitrox es posible respirar una infinidad de mezclas nitrox de fondo y, con dos botellas, en su modalidad XR, otra infinidad de mezclas nitrox descompresivas.

    Ya solamente esta razón sería suficientemente valiosa para un buceador recreativo que bucee con nitrox normalmente, pues las ventajas son las mismas pero multiplicadas por cada cambio de «set point».

    Rascando en internet se pueden encontrar antiguos artículos, parecidos a este, intentando convencer de que el nitrox en buceo recreativo pone mucho más peso en el platillo de la balanza de los riesgos que en el de sus bondades. Sólo el tiempo demostró que no consideraron lo suficiente cuando se sentaron a escribir. No sé en qué quedará el tema de los rebreathers recreativos, pero que están despuntando en los últimos años es una realidad.

    Por otro lado, la ventana de oxígeno es otra historia. El funcionamiento de un rebreather poco tiene que ver con ello, de hecho, se podría decir que la ventana de oxígeno y curva en S son más bien estrategias descompresivas exclusivas del circuito abierto. Estrategias, por cierto, mucho menos eficientes que las del rebreather por diferentes fenómenos vasomotores que exceden del objeto de este comentario.

    La gestión de las presiones parciales de oxígeno y de gases inertes en un rebreather es sencillamente óptima en toda la columna de agua, no así con el circuito abierto, esclavo de la presión absoluta. Sin duda se trata del buceo más sano por el momento, independientemente de si hay techo, paradas o aguas libres por debajo de la superficie:

    * Mejor y más sana descompresión: una presión parcial de nitrógeno (o gases inertes) baja en todo el buceo es la mejor estrategia descompresiva. Menos acumulación en el fondo y más eliminación en el ascenso. El nitrógeno sale con cuentagotas en nuestra parada de seguridad respirando aire en 5 mca.

    * Minimiza la toxicidad por oxígeno. La relación entre PpO2 y tiempo de exposición es exponencial y no lineal. Casi siempre va a ser preferible un buceo competo a 1 ~ 1,2 ATA que un buceo recreativo (según tus reglas) con nitrox en abierto a 1,4 en el fondo, y, ya no te digo después de unos minutos de mezcla descompresiva fustigándonos a 1,6 en un buceo más técnico.

    * Elimina cualquier riesgo de ED por contradifusión isobárica. Esto efectivamente puede ser lejano para tus buceadores recreativos, pero para los míos que respiran trimix cuando se lo pueden permitir. Eludir una ED de oído interno podría ser algo a tener en consideración.

    – Respiración de gas húmedo y más caliente.
    La reacción química por la que el CO2 se elimina en contacto con el absorbente produce calor (reacción exotérmica) y agua. Nada que ver con la máscara facial, o las antiguas primeras etapas metálicas, que tienen las propiedades que ya explicaste. ¡Un rebreather es, literalmente, una estufa y humidificador sumergibles!

    Esto no sólo aporta calorías en inmersión -cuestión no menor en términos de confort y seguridad, como bien explicas en otras entradas- sino que minimiza en mucho la pérdida de agua al hidratar directamente las vías respiratorias y retrasar en mucho las ganas de miccionar, otra cuestión fundamental debajo del agua.

    – Casuística de fallos. Peligrosidad.
    El rebreather es más seguro que el circuito abierto, lo diré una sola vez. Otra cosa es lo que cada uno haga con el cacharro. Las armas las carga el diablo, pero las disparan las personas.

    En puntos anteriores ya he dado algunas razones, fundamentalmente la optimización de presiones parciales de cada gas. Pero el rebreather va mucho más lejos.

    Fallos mucho más simples. Recuerdo mi valiosísimo primer curso de buceo técnico, el primero de muchos y nunca el último aun siendo instructor de la materia. «Abre poste, cierra poste, respira de aquí, respira de allá, dona a este pero no a esto y ahora todo de nuevo con gafas ciegas», por no hablar de las emergencias recreativas como la de «aletea a la superficie mirando hacia arriba, mientras exhalas, no muy lento pero sin superar a tus burbujas, vacía el chaleco y todo esto después de haber perdido a tu compañero y haberte pegado el susto de tu vida con una apnea sorpresiva (no poder inhalar después de una exhalación, sin previo aviso) y ahora, una vez en superficie, tampoco olvides inflar oralmente tu chaleco con tu primera bocanada de aire, pues de lo contrario tus probabilidades de ahogamiento en superficie se multiplicarán».

    La simplicidad del rebreather puede parecer un oxímoron, pero cobra sentido cuando aprendes que los problemas se simplifican (las tres H) y la solución suele ser siempre la misma, lavar el circuito con un sencillo gesto, como mucho cerrar o abrir alguna botella y esperar. Sí, esperar, porque con el rebreather los fallos no son repentinos, te da tiempo a pensar, evaluar y actuar sin la necesidad de esa memoria muscular que precisa la urgencia del circuito abierto.

    Ya no hablarte de la fantástica seguridad por «capas de cebolla» de los rebreathers: soluciones mil para inundaciones parciales, falta de gas con gases off-board, usar el rebreather en semicerrado en caso de fallo de electrónica, etc. Fíjate si el rebreather es seguro que la última capa de la cebolla es la misma botella con la que un buceador se tiraría al agua en abierto, con la ventaja que podría disponer del gas propio y el de mi/s compañero/s, en su totalidad. El gas mínimo queda a la altura del betún en cuanto a redundancia y seguridad.

    De verdad pienso que para tener un accidente con rebreathers recreativos como el Horizon o el Se7en habría que intentarlo adrede y esforzarse en ese intento.

    Para terminar, lo último en rebreathers: uso como administrador de oxígeno normobárico en caso de accidente. Podría inundar el comentario de referencias que apuntan a que la administración de oxígeno durante la evacuación tras un accidente de buceo, recreativo o no, hasta el lugar de tratamiento, minimiza en mucho las secuelas y el tiempo de recuperación, incluso llegando a sanar completamente algunas dolencias. Tanto es así que entes importantes como DAN están apostando en cursos ad hoc al respecto.

    – Peso.
    En el trabajo uso bastante la frase: «aprenderse de memoria el manual de un F-18 no te convierte en piloto de caza».

    Aunque, en efecto, los rebreathers en general, pero muy particularmente los recreativos como el Horizon, pesan menos que la/s botella/s del circuito abierto y son idóneos para, por ejemplo, buceadores con problemas de espalda, este no sería el problema.

    El problema es de nuevo concluir sin haber considerado lo suficiente. Batirse en duelo contra un experto en una máquina concreta con un renglón de un manual como única arma ha sido una jarra de agua fría para mí. Me acostumbré a tus entradas reflexivas y concienzudas.

    Eso respecto al Horizon, pero, por poner un ejemplo que conozco, mi Liberty Sidemount pesa y mide poco más que una S80 cargada y con regulador y puede ser equipado y desequipado en el agua donde es neutro. Horas de inmersión a cambio de un mínimo esfuerzo, así también la mayoría de rebreathers cerrados de espalda.

    – Flotabilidad y técnica recreativa.
    Los contrapulmones de cualquier máquina, incluso las recreativas, permiten un trimado mejorado frente al circuito abierto. Si este trimado quiere ser mejorado con circuito abierto ya habría que coquetear con ese forajido que es el buceo técnico aprendiendo nuevas habilidades o portando una placa y un ala.

    Pudiera ser que no se le esté dando la importancia que tiene al esfuerzo respiratorio en inmersión, cuestión intrínsecamente ligada al trimado, y a otras, y causa mayor de problemas en inmersión como el edema pulmonar o la retención de CO2. Salir exhausto del agua ya no será un problema con un rebreather, siendo sus alternativas coquetear con el buceo técnico o ir al gimnasio a «hacer pulmones».

    Los contrapulmones actuarían, a su vez, como elementos de flotabilidad secundaria. Ya sé que una flotabilidad secundaria no es obligatoria hasta que nuestra botella no contenga helio, pero, como bien dices en un comentario más arriba, un listado de equipamiento mínimo no prohíbe de otro adicional, y un elemento más de flotabilidad le hubiera venido bien a más de un buceador fallecido por una simple rotura de válvula de hombro de su chaleco.

    En efecto, la flotabilidad neutra a profundidad constante con un rebreather es casi inalterable, pero ¿no es esto maravilloso? Cualquier cambio de profundidad supondrá un inflado o vaciado de los contrapulmones, pero, si no haces lo mismo con tu compensador de flotabilidad sustituyendo este procedimiento con inhalaciones y exhalaciones en tus pulmones tengo malas noticias, ese procedimiento es mejorable e incluso podría ser peligroso para tu salud.

    Como ves, el uso de gas para llenar o vaciar los elementos de flotabilidad no es mayor con rebreather que a circuito abierto, sino más bien menor. Es por ello por lo que los buceadores más arriesgados se adentran en las profundidades con pequeñas botellas de apenas un litro para inflar su ala y traje. Esto sin contar que la cantidad de gas respirable usada es ridícula con un rebreather, lo cual deja más margen de maniobra frente a un cambio volumétrico más exigente de los elementos de flotabilidad. Ahora dirás que esto sólo cobra sentido fuera de tus límites de buceo recreativo, pero la realidad es que, si esto le vale a intrépidos buceadores, ¿por qué un buceador recreativo debería renunciar a ello?

    Si te refieres a cambiar de cota voluntariamente, cosa que no creo, con mover la punta de la aleta un poco hacia arriba o abajo y aletear -básicamente aletear hacia arriba o abajo levemente- ya estaría el problema resuelto. Desaconsejo vehementemente variar la profundidad inhalando y exhalando gas a circuito abierto, pues el uso de nuestros volúmenes de reserva, tanto inspiratorio como espiratorio, pondrá siempre en jaque a nuestros pulmones.

    Ciertamente, la mecánica en la flotabilidad cambia cerrando el circuito. Pero otra afirmación también cierta podría ser que, si un buceador es capaz de hacer una parada de tres minutos en 5 mca a circuito abierto, la de seguridad e.g., también lo será después de una semana de curso de rebreather. Ni de lejos cambia totalmente la flotabilidad ni supone «casi empezar a bucear de nuevo». Un buen resumen podría ser, a modo de consideración, que, si tu flotabilidad es buena o mala a circuito abierto, ésta seguirá siendo buena o mala a circuito cerrado. Mi única conclusión al respecto: has conducido más coches de marchas o automáticos que buceado rebreathers.

    – Mentalidad recreativa.
    Gracias al Cielo esa mentalidad está cambiando para bien.

    Me encantó la frase de Wilbur Wright. Pensar que en circuito abierto «un solo paso de comprobación obviado en la preparación de la inmersión NO puede devenir en un accidente grave, incluso fatal», sería un claro ejemplo de la peligrosidad de la autocomplacencia y el exceso de confianza.

    Dejando de lado experiencias personales o leyendas alegóricas, existen referencias bibliográficas interesantísimas de autores como Shek Exley o Simon Pridmore que documentan como comprobaciones tontas, como llenar completamente el chaleco para verificar las válvulas de sobrepresión o intentar respirar del regulador cerrado durante el montaje del equipo le hubieran salvado la vida a algún que otro buceador a circuito abierto. Cuestiones del buceo técnico que, por fortuna, ya comienzan a enseñarse a nivel recreativo.

    Voy un paso más allá, aunque abandonaría por primera vez los datos objetivos y me adentraría por primera vez en el fangoso pantano de las opiniones: me alucina personalmente preparar mi equipo. Ya sea el rebreather, una botellita en abierto o mis aletas de apnea. Muchos de mis alumnos me habrán escuchado decir que «la preparación es la mitad del trabajo» y que «un fracaso en la preparación es prepararse para fracasar». La preparación siempre debería de ser exhaustiva, a circuito abierto, cerrado o entornado, y no hay mejor manera de que así sea que disfrutando de ella.

    A pesar de todo lo anterior, ya te lo adelantó AndrésPP, un buceador con nada menos que 16 años de experiencia, las comprobaciones previas son más sencillas y rápidas de lo que piensas.

    – Lejanía de los puntos de buceo y precio.
    Si la lejanía a los puntos de inmersión o el precio del buceo van a ser un impedimento, aquí estamos de acuerdo. Pero no te compres ni las aletas, casi siempre va a ser más económico y cómodo «viajar sin esas alforjas» donde meter el equipo personal.

    Nadie en su sano juicio se gastaría decenas de miles de euros en una moto para luego aparcarla en el garaje. Cuanto más uses un rebreather, más habrá valido la pena.

    Corolario 😉

    El buceo con rebreather es, en cualquier tipo de buceo, mejor, principalmente porque es más seguro:

    – más sano descompresivamente hablando.
    – mayor confort térmico y respiratorio.
    – más hidratante.
    – más versátil y resolutivo ante un fallo.
    – más numerosas y simples sus soluciones.
    – más ligero y cómodo.
    – más hidrodinámico.
    – mejoran la flotabilidad y la hacen redundante.
    – mayor autonomía, mejor consumo.
    – un rebreather a bordo es un suministro prácticamente ilimitado de oxígeno en caso de accidente.

    El rebreather es un cacharro caro, menos cuanto más lo uses, pero como absolutamente todo en la vida.

    Para que no se me acuse de que no he dado ningún ejemplo claro de inmersiones recreativas, las estrictamente autorizadas en el artículo 18.1. del RD 550/2020, que hagan al lector (y espero que al autor) reflexionar sobre el uso del rebreather dentro de esos términos, daré alguno concreto:

    – Cualquier salida de buceo de «doble/múltiple botella». La Plataforma y Punta Prima en Formentera, por ejemplo: con un solo equipo haces ambas sin cambiar botella y sin recortar ningún tiempo total de inmersión debido a una menor acumulación de gases inertes. Ya no te digo si hay más inmersiones previstas en el día, el placer de poder comer fondeado en una calita sin volver al centro de buceo es inexplicable con palabras.

    – Cualquier caribeña (puntos de entrada y salida distantes) y muchas inmersiones simples también. Desde Cozumel hasta las calas de Cabo de Palos, pasando por el Ocean Revival, la Costa Brava o Columbretes. Cualquier rebreather es válido para explorar el fondo marino libremente, sin techo, sin deco y cerca de la superficie. A AndrésPP no le gustan los SCR, a mí menos que los CCR sin duda, pero igualmente permiten los mismos tiempos de fondo que él maneja.

    Ni idea de que había esta cantidad ingente de pecios en el río St. Lawrence, por ejemplo: https://www.facebook.com/groups/510997042956827/posts/1327549671301556/

    – Viajes de buceo. Desde visitar varios pecios en una sola inmersión en Abu Nuhas (bien planeado y ejecutado daría tiempo de ver los cuatro y explorar el arrecife subiendo) o flipar durante más de una hora sin deco en el Thistlegorm o el Umbría. Una gestión más eficiente -temporal y descompresivamente hablando- que visitar los puntos de buceo de uno en uno o puntos de buceo grandes por fascículos en inmersiones sucesivas.

    Hasta adentrarse en las cavernas de los cenotes mejicanos, cavernas dentro de los términos antes pactados, con sistemas redundantes de seguridad (no sólo de flotabilidad, fundamental bajo techo, aunque el techo sea corto, sino todas las «capas de la cebolla») y un equipo en el que difícil es no mantener la flotabilidad neutra a profundidad constante, hito complicado para los visitantes en abierto.

    En efecto, así, casas comerciales como Mares o Poseidon están apostando por el alquiler de estas máquinas recreativas o, incluso, creación de clubes globales donde el buceador pueda pagar una tasa que le permita disfrutar de una máquina en varios puntos del mundo, a, obviamente, un precio más asequible que el de venta de la unidad completa.

    – Grandes bebedores de botellas. ¿Cuántas veces sale el grandullón a la superficie el primero quejándose de que su consumo es altísimo? Normalmente asociamos un consumo alto a una flotabilidad o destrezas de buceo pobres o una mala condición física, como sobrepeso o tabaquismo, y bien asociados que están, pero olvidamos que existen otros factores fenotípicos o fisiológicos insalvables. ¿Eres alto y tienes los pulmones grandes, por lo que necesitarás más gas para ventilarlos? Tu solución está a disponible a golpe de billete.

    – Ante alguna patología previa. Como bien concluiste, las máscaras faciales pueden ser muy aconsejables para buceadores con gafas o impedimentos para sumergirse con un regulador convencional. Así, los rebreathers, bien podrían ser máquinas altamente recomendables para buceadores con hipotiroidismo, o simplemente frioleros, con problemas de espalda o con comunicaciones menores a nivel cardiaco o pulmonar (más conocidos por su término en inglés como «shunts»), como un foramen oval permeable pequeño o cerrado quirúrgicamente, dolencia que padece una importante parte de la población, aún sin saberlo.

    – Para terminar, y con ánimo de ser pesado: ¡hay un sinfín de posibilidades detrás de los muros del artículo 18.1.! Increíbles barcos hundidos en Cabo de Gata o Laredo, preciosas cuevas de arena blanca en Tiñoso y Mallorca, incluso, por qué no, alargar un poco ese “Naranjito” para que no nos sepa a poco.

    El buceo técnico en abierto, del cual eres buceador y gracias a ello puedes recomendárselo a quien tú estimes que lo precise y, muy seguramente, te habrá ayudado innumerables veces a la hora de ponerte a escribir, es una aproximación más que loable. Pero eso no quita que el buceo con rebreather, SCR o CCR, sin duda alguna también lo sea. Obviamente, pero por si cupiera alguna duda, y como también pasa con el buceo técnico en abierto, los primeros pasos se darán dentro de los límites del 18.1. antes de dar el salto al «más allá».

    No creo que tus lectores sean buceadores recreativos al uso, sino gente despierta y curiosa que quiere saber más de buceo y por ello estaría leyendo estas líneas en lugar de ver gatitos en YouTube. Comparar la libertad de usar un rebreather de manera recreativa con la de suicidarse pudiera coartar su, espero que ahora sí, más que razonado deseo de explorar ese campo.

    Para bajar a menos de 40 mca sin deco ni techo es “absurdo” usar un rebreather pudiera ser la más que respetable opinión de alguno, pero lejos estaría de sentencias tan severas como que «no tiene ningún sentido» o «es más peligroso, digan lo que digan».

    En mi comentario anterior alabé tu capacidad para hacer reflexionar al lector en entradas anteriores. Afirmaciones como ese «digan lo que digan» deberían invitarte a reflexionar sobre la propia, pues suena más dogmático que reflexivo.

    “Lo que conocemos es una gota, lo que no conocemos es un océano”.
    – Isaac Newton.

    ¡Muchísimo ánimo en alargar un poco más ese tiempo de fondo!

    1. Este es un blog dedicado al buceo recreativo -sin techo- y el artículo de los rebreather está circunscrito a ese ámbito.

      Yo escribo los artículos con la -vana, al parecer- esperanza de que sean trabajados y comprendidos por mis lectores, no para que tenerlos que volver a explicar una y otra vez.
      Pero, en este caso, las poquísimas ganas de responder a ese inacabable batiburrillo conceptual en que se mezclan conceptos del técnico, del recreativo y otros gazpachos conceptuales muy mal digeridos, exceden mi paciencia y mi tiempo. Y, si quedaba alguna, ha desparecido completamente al leer que empleo recursos «goebbelsianos», lo cual es intolerable y rayano en el insulto. Es la primera vez que ocurre en este blog en el que todo el mundo ha tenido -hasta ahora- un comportamiento exquisito.
      Así pues, no perderé un solo minuto en responder esto.

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