INT o DIN … ésa es la cuestión. Cuando alguien se compra un regulador por primera vez, una de las primeras dudas que se tienen es acerca del tipo de conexión. ¿Se compra con «estribo» como tienen los reguladores de la inmensa mayoría de los centros de buceo? … ¿o con esa rosca gruesa que le llaman DIN y que se suelen ver en los equipos de buceadores más avanzados?
Se escuchan opiniones de todos los colores, sabores y olores, incluidos intensos debates que se producen sobre la mayor o menor seguridad de ambas posibilidades.
Generalmente el buceador novato se decantará por el estribo, que es el que ha utilizado en su curso y que ha visto mayoritariamente pero -como es lógico-, sin comprender todavía las diferencias que existen entre ambos sistemas.
Este artículo intentará arrojar algo de luz sobre este asunto con el fin de contribuir a que el lector desarrolle razonadamente su propio criterio, objeto sempiterno de este blog. Y algunas de sus conclusiones sorprenderán al lector porque, como casi siempre, no todo es como parece.
¿Qué significa «INT»?
INT es un apócope de la palabra «International».
La válvula K (fundamento del sistema INT) es, con mucho, la más común en los EE. UU. y áreas de influencia anglosajona. La primera etapa del regulador se conecta a esta válvula mediante un accesorio de abrazadera en forma de estribo o de yugo, con el que se fija por presión y sin enroscar nada externamente la primera etapa, habiendo una junta tórica de sellado en la salida de la válvula (descrita formalmente por la norma CGA-850) donde se acopla con la entrada del regulador.
Las normas de EE. UU. establecen que como presión máxima de trabajo de la conexión con yugo o estribo una presión máxima de 3000 psi (o sea, 207 bar. Ya puede ver el lector de dónde sale este número tan frecuente y raro). Sin embargo, las normas internacionales generalmente aceptadas lo consideran seguro hasta 232 bar, según la norma ISO 12209: 2013.(1)
Antes de continuar, es necesario precisar que este tipo de conexión se puede dar de manera fija o mediante una pieza roscada a una grifería DIN 200. Como veremos más adelante, esto puede tener una cierta importancia logística en determinados viajes.
¡OJO! – En la imagen, la válvula de la izquierda es INT pero FIJA, mientras que la de la derecha es una rosca DIN200 convertible en INT con un núcleo acoplable que se enrosca en su interior. Cumplen la misma función, pero no son iguales. Cuando el núcleo de la segunda está montado, se pueden distinguir a simple vista ambos modelos por el hueco hexagonal para atornillar el núcleo con una llave Allen.
¿Qué significa «DIN»?
DIN son las siglas del Deutsches Institut für Normung, una organización de estandarización y normativa alemana. Su equivalente en los Estados Unidos sería el Instituto Nacional Estadounidense de Normas (ANSI) y en España la Asociación Española de Normalización (UNE).
La conexión DIN se realiza simplemente enroscando directamente el regulador en la válvula mediante roscas de 5/8 de pulgada..
El conector DIN de la primera etapa del regulador es un tipo de tornillo macho, y en lugar de sujetarse al exterior de la válvula como lo hace el yugo o estribo, se atornilla directamente en la salida DIN hembra de la válvula. La junta tórica de sellado se sostiene en el extremo del conector del regulador en lugar de en la cara de la salida.
Las válvulas y conectores utilizados en buceo se encuentran bajo la especificación genérica DIN 477 que estandariza los diseños destinados a botellas de buceo para distintos tipos de gases y presiones, en función de consideraciones de seguridad. Estos diversos diseños presentan compatibilidades pero también incompatibilidades deliberadas para evitar la posibilidad de errores al manipular diferentes tipos de gases comprimidos a diferentes presiones de trabajo.
A pesar de ser una norma alemana, los racores de válvula y regulador DIN 477 son los más utilizados fuera de los Estados Unidos.
Pero, ¿no parece raro que una entidad de estandarización alemana adoptara la medida Imperial de 5/8 de pulgada para su estándar? El Autor siempre sospechó que ello era para adecuarse a los equipos existentes en la época. Sin embargo, al parecer esta conexión fue realmente inventada en los EE. UU. a finales de la década de 1950, por el fabricante estadounidense de buceo Poseidon. La llamaban simplemente «conexión roscada de ⅝ de pulgada». Pero no gozó de ningún éxito comercial y el estribo se consolidó como el estándar absoluto para el buceo.
Fue muy posteriormente cuando el Deutsches Institut für Normung, probando válvulas en tanques de presión para uso industrial y buceo comercial, retomó la rosca ⅝ y la hizo su estándar, a partir de lo cuál se denominó «conexión DIN». Unos cardan la lana y otros llevan la fama. Y las contradicciones.
Las dos variantes de la conexión DIN
Ya hemos visto que el sistema INT soporta una presión de trabajo de 207 bar (EE.UU.) y de 232 (ó de 240 bar) en general. Al desmontarse el núcleo, se supone que la grifería DIN 200 debe soportar lo mismo.
Sin embargo, hay dos variantes para este tipo de conexión: DIN 200 y DIN 300.
Ambas roscas son de 5/8 de pulgada pero, como se pude ver en la imagen, la rosca del DIN 300 es algo más larga (7 filetes) que la del DIN 200 (5 filetes), aunque del mismo paso.
¿Cuál es la diferencia entre DIN 200 y DIN 300?
Diferencias de presión de trabajo
DIN es un estándar que ofrece distintas dimensiones para diferentes propósitos. Las dos salidas de válvula y conectores de interés para los buceadores son la DIN 477 No. 13 y la DIN 477 No. 56 (antes No. 50).
La salida / conector n° 13 recogida en la norma DIN 477 (parte 1) curiosamente sirve para botellas con presiones de prueba -no de servicio- de hasta 300 bar, aunque en la industria del buceo se la denomina comúnmente con el término «200 bar», probablemente porque la mayoría de las botellas con presiones de prueba de 300 bar tienen presiones de trabajo en el rango de 200 BAR.
La salida / conector n. ° 56 recogida en la norma DIN 477 (parte 5) sirve para botellas con presiones de prueba de hasta 450 bar y se le conoce comúnmente en la industria de buceo con el término «300 bar», por las mismas razones que el caso anterior.
No se líe con esto el lector: a los efectos prácticos, el DIN 200 soporta una presión de 232-240 bar, mientras que el DIN 300 soporta hasta 300 bar.
Sin embargo, ambas versiones no son totalmente compatibles como se verá a continuación.
Diferencias geométricas
Los dos diseños son difíciles de diferenciar a primera vista, pero la hembra de la conexión DIN 300 (salida de la válvula) es más profunda y su macho más largo que los equivalentes DIN 200. Obviamente y como se ha dicho, el nº de filetes de rosca es superior en el DIN 300 (7 filetes) que en el DIN 200 (5 filetes).
Evidentemente, reguladores y válvulas DIN 200 son compatibles entre sí, al igual que los DIN 300.
Sin embargo, la rosca macho de un regulador DIN 200 no será lo suficientemente larga para asentarse correctamente en la hembra de una válvula DIN 300 y no se producirá ninguna estanqueidad, haciendo imposible la conexión. Ésta es una característica de seguridad para evitar conectar un dispositivo de menor presión a un suministro de mayor presión. En otras palabras, un regulador DIN 200 y una válvula DIN 300 en la botella son INCOMPATIBLES.
Por el contrario, la rosca macho de un regulador DIN 300 será más larga que la hembra de una válvula DIN 200 y, siendo del mismo paso, encajará hasta el fondo pero sobrándole filetes que quedarán en el exterior de la rosca. Por ello, un regulador DIN 300 y una válvula DIN 200 son COMPATIBLES.
Posteriormente veremos las implicaciones prácticas de esto.
Diferencias funcionales
Como hemos visto, las válvulas DIN 200 admiten la inserción de un núcleo que las convierte al sistema INT para poderlas utilizar con reguladores provistos de yugo o estribo.
Sin embargo, una válvula de botella DIN 300 no admite ningún tipo de núcleo de conversión para utilizarla con sistema INT por cuestiones de seguridad. No existen núcleos más largos para ello. Y, aunque lo admitiera -que no es el caso- al ser más largas, los estribos no serían lo suficientemente largos para acoplarse.
La válvula DIN 300 es funcionalmente menos flexible que la DIN 200.
¿Para qué es útil tener una conexión DIN 300?
El lector habrá comprobado en carne propia que sus botellas siempre han sido llenadas en torno a 200 bar de presión (y si está pensando en que lo usual es que le carguen entre 180-190 bar, se le recomienda que lea un anterior artículo de este blog titulado: «EL MISTERIO DEL GAS DESAPARECIDO«).
¿Ha visto personalmente alguna vez cargar una botella a 300 bar de presión? Casi seguro que no. Quizá ni siquiera haya visto una nunca. Las razones de ello se pueden comprender al leer otro artículo llamado: «¿POR QUÉ NO LLENAR LAS BOTELLAS DE BUCEO A MÁS PRESIÓN?«. No nos extenderemos aquí sobre ello, recomendándose su lectura.
Sin embargo, hay propósitos muy concretos en el ámbito del buceo técnico (especialmente en cuevas) que sí pueden justificar el uso de botellas cargadas a 300 bar. Pero en el ámbito que aquí nos ocupa, el buceo recreativo convencional, no tienen el menor sentido ni se utilizan jamás.
Y sin embargo …
La generalización del regulador DIN 300
El 99,99% del buceo recreativo (incluyendo tanto al recreativo convencional o «sin techo», como al técnico) se realiza con botellas de 232-240 bar de presión de trabajo con válvulas de 200 (232) bar. Ello es, entre otras cosas y como se ha dicho, porque a las griferías de 300 bar no se les puede acoplar el núcleo necesario para que funcionen también con el sistema de estribo o Internacional. Por tanto, el 100% de las botellas que nos encontremos en un centro serán de 200 (232) y única y rarísimamente se podrá ver alguna botella privada de 300 bar.
Y, en tal caso, ¿ qué sentido pudiera tener que la inmensa mayoría de los reguladores tengan conexión DIN 300 ? El Autor también se lo pregunta y ahí entramos en el debate.
Al ser mayoritaria la opinión -o costumbre- contraria (utilizar reguladores DIN 300 en botellas con griferías DIN 200), la industria está condicionada a producir masivamente reguladores con conexión DIN 300, por lo que es incluso complicado comprar un regulador DIN con conexión 200 (232) -al menos en España-. Y, aunque siempre se puede cambiar, esto supone un trabajo y un gasto que no es percibido como justificado.
(Edición: no se pierda el lector el comentario realizado por un ilustre buceador y suscriptor de este blog acerca de esta cuestión que podrá encontrar en el apartado de «Comentarios». Merece mucho la pena).
¿Compatibilidad?
Aunque los reguladores con conexión macho DIN 300 funcionan perfectamente tanto en griferías DIN 200 (232) como en las de 300, ¿tiene sentido tenerlos cuando prácticamente jamás nos encontraremos con una botella con grifería de 300? «Si funcionan igual, por muy improbable que sea encontrarse con una botella con grifería de 300, la compatibilidad es gratis«, contestará el avezado lector. Y no sólo el lector, sino la inmensa mayoría de los buceadores que emplean el DIN.
Por ello, el DIN 300 macho es el estándar de los reguladores que se venden con este tipo de conexión. Sin embargo, esto se puede deber simplemente a que la demanda por parte de los buceadores es la que es, no por razones de funcionamiento. No es convincente y quizá se deba a una inercia de ventas procedente del pasado mal controlada.
Seguramente el lector también estará pensando ahora que, aunque se empleen botellas con válvulas DIN 200, un regulador con rosca DIN 300 será siempre más seguro que uno con DIN 200. ¿Qué diría si se afirmase que, por el contrario, es MENOS seguro?
¿Seguridad?
Muchos buceadores piensan que la rosca DIN 300 del regulador está diseñada para funcionar bien con una válvula de DIN 200 en una botella. Y no se equivocan, ya que es compatible y el número de roscas inserto es suficiente desde el punto de vista mecánico. ¡Ojo! … no entra el mismo número de filetes que si fuera una rosca DIN 200, sino un número suficiente, que no es lo mismo.
Como se ha dicho, la rosca DIN 300 tiene siete filetes y la DIN 200 tiene cinco (2). Es obvio que la conexión de un regulador DIN 300 inserto en una válvula también DIN 300 tiene más resistencia que la de un regulador DIN 200 inserto en una válvula también DIN 200 ya que el primero está diseñado para soportar mayor presión que el segundo.
Pero en este caso, resistencia y seguridad no son exactamente lo mismo. Porque el conjunto DIN 300 es más resistente pero tiene que soportar mayor solicitación (tensiones debidas a la presión) que el DIN 200. Por ello, las relaciones entre resistencia y solicitación serán muy parecidas en ambos casos, produciendo que ambos coeficientes de seguridad puedan ser similares o, incluso, el mismo en ambos casos.
Y ya que un regulador DIN 200 no es compatible con una grifería DIN 300 ¿qué pasaría entonces con la seguridad de un regulador DIN 300 inserto en una grifería DIN 200?
Mucha gente cree que un DIN 300 se inserta en una grifería 200 con cinco de sus siete filetes y queda acoplado de igual manera que el DIN 200, pero sobresaliéndole los dos filetes «de más». Pero no es así. Y no lo es porque, para hacer incompatible el macho DIN 200 y la hembra DIN 300, la longitud del «labio» final del acople es más largo en el DIN 300 que en el DIN 200, lo que impide que «entre» tanto como el DIN 200.
De hecho, en la hembra de una válvula DIN 200, la rosca macho DIN 300 del regulador se acoplará únicamente en algo menos de tres filetes completos. Casi la mitad que un DIN 200. Aun así, esto es suficiente, como lo demuestra la experiencia basada en cientos de miles de unidades funcionando sin ningún accidente debido a esto. Pero el acople es menor y, por tanto, también la seguridad teórica de la conexión.
Además y también debido a esto, será algo más cómodo conectar un regulador DIN 300 a una válvula DIN 200 ya que requerirá menos vueltas para acoplarlo.
Lo único llamativo para el buceador es que, una vez enroscado, el regulador DIN 300 sobresale de la grifería DIN 200, viéndose las varias roscas sobrantes de su conector que obviamente son superfluas, aunque esto se percibe como completamente inofensivo y normal: los hilos expuestos no van a «debilitar» nada, según el entendimiento mayoritario.
Sin embargo, además del menor número de filetes, el que sobresalga la rosca macho de la hembra es por lo que otros buceadores -en los que el Autor se incluye- piensan que se resta aún más seguridad a la conexión. Evidentemente, ante un golpe transversal un regulador que sobresale es más frágil que uno que está totalmente inserto. Claro que el golpe debe ser tan fuerte para partir o romper el núcleo, que difícilmente se podrá producirse dentro del agua. Una caída del equipo durante el transporte sí puede producirlo.
Hay que darse cuenta que estas piezas no son de acero (aunque haya quien piense lo contrario por aparentarlo su cromado) , sino de un material mucho menos resistente mecánicamente, como es el latón y, además, son piezas que no son macizas como aparentan, sino huecas.
Por otro lado, las válvulas o griferías DIN 300 de las botellas son más susceptibles de problemas que las DIN 200 debido a su mayor longitud. Cuando la botellas está desacoplada del regulador, cualquier golpe la puede deformar más fácilmente que a una DIN 200. Digamos que su exceso de longitud para albergar una rosca más larga, la hace más vulnerable. (Aunque, ¡cuidado!, porque también esto le puede pasar a una DIN 200, aunque en menor medida. Siempre hay que preservar las griferías de golpes).
INT o DIN ¿Qué sistema es más seguro?
El tema de la seguridad entre ambos tipos de conexiones ha sido y sigue siendo de discusión recurrente entre buceadores. El problema es que prácticamente la totalidad de los debates sobre este asunto que el lector presencie, estará viciado con percepciones personales. Algunos afirman que cualquier cosa que no sea DIN es poco menos que letal, mientras que otros afirman que la conexión DIN no es más segura que el estribo INT, porque … a saber.
La experiencia acumulada indica que ambos son suficientemente seguros en el ámbito recreativo «sin techo». Esto es importante porque no hay constancia de que uno haya producido más accidentes que el otro.
Sin embargo y aunque no hay datos que lo avalen, el Autor se suma al vicio de las percepciones personales de que la geometría del sistema de estribo (INT) parece muy proclive a producir palancas respecto de ejes transversales al tornillo, derivadas de golpes en el extremo del estribo, dando la impresión de que uno fuerte podría descolocar o extruir la tórica, produciendo una fuga, sobre todo si no se ha apretado correctamente. Recordemos que en este sistema la fijación no se hace por rosca, sino por presión. Pero se insiste en que es una intuición ya que el sistema de estribo INT se emplea desde el nacimiento del buceo con un diseño casi invariable en el tiempo y sin problemas.
En el caso del DIN, su geometría es más compacta y, sobre todo, en los emparejamientos de griferías 200-200 y de 300-300, no son posibles movimientos mínimamente significativos derivados de palancas o esfuerzos distintos a la rotación sobre el eje longitudinal de la rosca.
En otras palabras, un golpe -de una magnitud razonable- sólo puede tener como consecuencia el giro de la etapa respecto de la grifería sobre su eje natural, produciendo un aumento o disminución de la presión sobre la tórica que trabaja «en plano» entre ambas (pudiéndose llegar a la fuga de gas).
En el caso habitual de la grifería DIN 200 con un regulador DIN 300, como se ha comentado éste sobresale aproximadamente 1 cm de aquella. Un golpe fuerte podría partirla, pero es muy difícil que ello se produzca dentro del agua.
Dejémoslo por tanto en empate, haciendo caso de la experiencia.
Para un buceador recreativo normal, éste no debe ser un criterio de elección que deba predominar respecto de otros que a continuación se expondrán.
¿Por qué en los centros de buceo se utilizan siempre el estribo (INT)?
En opinión del Autor, la respuesta a esto no tiene nada que ver ni con la seguridad ni con la fiabilidad, ya que tanto el sistema de estribo o Internacional como el DIN son seguros y fiables para buceo recreativo sin techo de manera demostrada por la experiencia.
Si el lector quiere comprender la razón de esta utilización mayoritaria del estribo, simplemente vaya a la estación de carga de cualquier centro de buceo y póngase a cargar botellas conectando un par de docenas con ambos sistemas. Entenderá inmediatamente que la manipulación del estribo es infinitamente más cómoda y sencilla. Y esto es importante cuando se cargan muchas botellas diariamente (a veces, cientos). Se entiende perfectamente que los centros eviten el DIN, al menos en sus propias botellas.
Adicionalmente y aunque el INT sea mayoritario, para él se suelen utilizar válvulas DIN 200 con núcleo desmontable por evidentes cuestiones de flexibilidad.
¿Por qué los buceadores técnicos utilizan el DIN?
La respuesta tendría que ver con la mayor seguridad que muchos buceadores perciben en el DIN, pero la verdadera razón por la que se elige es principalmente para evitar los enganches que puede producir el sistema alternativo de estribo, INT o Internacional.
Las protuberancias del estribo son muy susceptibles de engancharse con líneas, cabos y resaltes que pueden ser potencialmente muy peligrosos en determinados entornos como cuevas o pecios. Diríase que no se busca el DIN, sino que más bien se evita la geometría del estribo inherente al INT.
Sin embargo, en el ámbito recreativo «sin techo» esto no debiera tener relevancia ya que, por definición, esos lugares deben estar excluidos de este tipo de buceo. Por ello, el sistema de estribo (INT o Internacional) es perfectamente utilizable.
En aras de la uniformidad, algunos buceadores técnicos que comenzaron con válvulas DIN 300 continúan adquiriéndolas en sus botellas nuevas, solo para que todas sean iguales. Nada que objetar en este caso si no se incurre en el error de justificarlo afirmando de que son ‘mejores’ porque un DIN 300 bar es más segura que un DIN 200 bar. Ya se ha visto que no es así.
También se oye a veces por ahí que los estándares DIR o la certificadora GUE requieren válvulas de 300 bar, lo cual no es cierto.
Las juntas tóricas
En el sistema DIN
Las dimensiones de tórica y su correspondiente alojamiento están determinadas por la norma ISO 12209: (1)
- Las dimensiones de la junta tórica estándar son 11,2 mm de diámetro interior (16,5 mm ext.) con una sección circular de 2,65 mm de diámetro.
- Las dimensiones de la ranura que aloja la junta debe tener un diámetro interior de 12 mm y un diámetro exterior de 17 mm con una profundidad de 2,0 mm. (Ranuras en reguladores fabricados antes de 2003, pueden tener una profundidad algo menor, porque la norma cambió ese año).
Todo ¿perfecto? … pues no.
Porque, dado que el sistema DIN está ampliamente extendido, siendo la única alternativa al sistema INT o de estribo, algunos inefables e importantes fabricantes anglosajones de reguladores han decidido que las dimensiones de las juntas estándar ISO mencionadas son muy parecidas a las de su norma perteneciente al absurdo Sistema Imperial, que son mayoritariamente las que se emplean en sus mercados.
Y, por ello, la junta tórica del conector DIN que encontramos en la mayoría de las primeras etapas de los reguladores es comúnmente un tamaño estándar imperial 112 SAE AS568 y BS ISO 3601 que equivale a dimensiones métricas de 12,37 de diámetro interior X 2,62 de diámetro de sección (0,487 x 0,103 pulgadas). Como se puede comprobar se parecen, pero como un huevo a una castaña.
Pero para complicar más la cosa, en el caso de algunos reguladores (en particular las marcas Apeks, Atomic y ScubaPro), su ranura acepta mejor la siguiente junta tórica en la escala, de tamaño 111 ISO 3601 (más pequeña y que equivale a dimensiones métricas de 10,77 x 2,62).
Afortunadamente, las juntas tóricas de tamaño 112 como 111 son tamaños muy comunes y disponibles en una gran variedad de opciones de material e índice de dureza (por cierto, las tóricas destinadas a este uso de alta presión debieran tener una dureza shore 90, tanto en el sistema DIN, como en el INT. Y más si se utiliza con Nitrox).
Pero no acaba ahí la cosa, porque la ranura en los conectores DIN de los reguladores de la marca Cressi y Poseidon, aún estando más cerca del estándar original, aceptan mejor una junta tórica de tamaño métrico BS ISO 3601 con dimensiones de 11,3 X 2,4 para las que no existe un estándar imperial equivalente. La junta tórica de tamaño M2.4×11.3 es poco común en los países anglosajones, especialmente en un material adecuado para usar con Nitrox. En comparación con el tamaño 111 (M2.62×10.77), el tamaño M2.4×11.3 tiene una sección transversal ligeramente más pequeña y un diámetro ligeramente mayor.
En el sistema INT
«Y ¿no sirve para el sistema DIN la junta tórica del sistema de estribo INT?«, se preguntará el lector.
La junta tórica en los adaptadores del estribo casi siempre es una 014 ISO 3601, con un tamaño de 12,42 mm de diám. interior x 1,78 mm de diámetro de sección, aunque también se pueden encontrar adaptadores que utilizan juntas 112 SAE AS568, que equivale a dimensiones métricas de 12,37 de diámetro interior X 2,62 de diámetro de sección (0,487 x 0,103 pulgadas).
Así que vaya ud. a saber si sirve o no, según el regulador que se tenga.
¿Y entonces?
Emplear el término «parecido» cuando se habla de estandarización ya se sabe a lo que conduce. Increíblemente el resultado es un sistema DIN, frecuentemente con tóricas y ranuras para ellas de dimensiones pertenecientes al Sistema Imperial, según cada marca. Típico compromiso que, como el matrimonio, frecuentemente sale mal. Por ello, no se extrañe el lector que tenga un regulador de marca británica o estadounidense si la tórica estándar ISO que compró, con la que quiere sustituir a la que había, no entra.
Ante una queja sobre este asunto, un comercial de un conocido fabricante respondió al Autor como justificación que todas las medidas comentadas eran estándares. Hacer ver al buen señor que no se le puede llamar precisamente estándar a la aplicación para una misma pieza de numerosísimos y distintos estándares -en el mejor de los casos- , excedió de la capacidad de aguante disponible.
Lo único que se puede recomendar razonablemente ante este sindiós es que el lector no se confíe en que la junta que le puedan proporcionar en un centro funcione en su regulador y vaya provisto de repuestos ad hoc, haciendo el esfuerzo previo de averiguar en los manuales técnicos de la marca en cuestión qué junta debe llevar su modelo o bien, en acto malsano de optimismo, preguntándoselo a quien se lo vendió.
¿De quién es la junta tórica?
A «igualdad» de seguridad, esta pregunta aparentemente absurda es para el Autor una de las claves en la elección entre el sistema DIN y el sistema Internacional (INT) o de estribo.
Porque todo el mundo se fija en el regulador, pero pocos lo hacen en el núcleo del sistema INT.
La diferencia entre ambos sistemas es que, en el Internacional (INT) o de estribo, la junta tórica que produce la estanqueidad en la conexión está en el núcleo, (normalmente incorporado en la grifería de la botella), mientras que en el sistema DIN, la tórica está en el macho del regulador.
«¡¿Y esto qué tendrá que ver con la seguridad y la elección entre los dos?!», se preguntará el lector. Pues mucho porque dado que la botella es alquilada en un noventa y mucho por ciento de los casos, en el caso del sistema INT, el núcleo y, por tanto, la tórica, es proporcionada por el centro y ya sabemos el trato y el trote que se le da normal y lógicamente al material en los centros. Por el contrario, es mucho más frecuente que el regulador DIN sea propio, por lo que la tórica es de uno … y uno mismo es el responsable de su estado.
También cabría pensar que se puede ir con regulador de estribo (INT) y al mismo tiempo llevar un núcleo o una tórica propia y cambiarlos por los de la botella que se alquile. Y es verdad, pero el que esto escribe no ha visto tal prodigio de sutil coherencia jamás.
¿Y si me equivoco de sistema?
La cuestión de los cambios de opinión sobre la utilización de los dos sistemas no es simétrica. Muy mayoritariamente los cambios se producen desde el estribo INT hacia el DIN, y raramente al contrario.
Ello es por dos motivos: El primero es que la evolución de muchos buceadores hacia niveles más exigentes, avanzados o, incluso, hacia el buceo técnico, propende a este cambio hacia el DIN por las razones que se exponen en este artículo.
La segunda razón es que este cambio desde INT hacia DIN requiere herramientas y piezas menos fáciles de encontrar, lo cual no sucede al revés. De hecho, no es infrecuente que buceadores, que utilizan el sistema de estribo o INT y decidan cambiarse al DIN, arrumben su primera etapa y compren una nueva con DIN por que ignoran la posibilidad de conversión, no se atreven a desmontar ninguna pieza de sus reguladores o no lo llevan a un servicio técnico que les realice la modificación.
La conversión de DIN a estribo INT casi nunca se produce puesto que existe un adaptador estándar muy extendido, barato y fácil de encontrar que, acoplado al DIN, permite bucear con estribo. Esto es muy útil cuando se visitan países en los que el sistema INT es casi unánime e, incluso, en lugares en los que no hay griferías adaptables al DIN (griferías INT fijas, sin núcleo). Es un accesorio que no debiera faltar en ninguna caja de herramientas de buceo. Existiendo este accesorio, cambiar la conexión fija de un regulador DIN a una conexión INT carece de sentido apenas.
Por el contrario, cambiar una conexión INT a una DIN requiere un repuesto y algunas sencillas herramientas, siendo de carácter más permanente. En el siguiente vídeo se podrá ver que la operación es realmente fácil.
Corolario con opinión
Las botellas cargadas a 300 bar no tienen sentido en el buceo recreativo (salvo rarezas de buceadores técnicos que emplean etapas a 300 bar) y menos en el recreativo convencional o «sin techo».
Por resumir y para buceo recreativo convencional, y aun entendiendo que TODAS LAS COMBINACIONES SON SUFICIENTEMENTE SEGURAS, el Autor las ordenaría de mayor a menor seguridad de la siguiente manera:
- Regulador con DIN 300 en grifería DIN 300
- Regulador con DIN 200 en grifería DIN 200
- Regulador con DIN 300 en grifería DIN 200 (*)
- Regulador con estribo INT en grifería INT (*)
(*) – Estas dos posibilidades muy cercanas. Su orden puede ser intercambiado al gusto del lector.
Por tanto y consecuentemente a estos cuatro apartados, el Autor recomendaría utilizar conexiones en las que la tórica es propia, más concretamente reguladores con conexión DIN 200 en griferías 200 (232), si no fuera porque es un brindis al sol.
Dicho esto, se recalca que, si el lector va a seguir en el recreativo sin meterse en agujeros y otros sitios donde no debiera, debe huir de las paranoias y escoger lo que más le apetezca, con la salvedad antedicha de la tórica, sabiendo que siempre podrá cambiar la conexión de su regulador.
Agradecimiento
A la aportación a este artículo realizada por el insigne -y sin embargo amigo- Ramón Verdaguer, plasmada en un comentario al mismo lleno de solidez, experiencia de la buena y conocimiento, cualidades entreveradas de ironía y humor. Reseña de lectura imprescindible que el lector podrá encontrar en la sección de «Comentarios«.
(1) – NOTA REITERADAMENTE INDIGNADA: Como se ha dicho en otros artículos, en este caso tampoco se puede citar la normativa por cuestiones de derechos de autor. La norma pertenece a un organismo privado y el acceso a su texto es de pago (y no barata, precisamente). Y no nos cansaremos de repetir que no sólo es lamentable que una norma incorporada al ordenamiento técnico y jurídico públicos no pueda ser reproducida libremente, sino que plantea la cuestión de hasta qué punto una obligación de carácter público puede ser exigible si su contenido no es accesible al ciudadano de manera gratuita y directa, como el de cualquier ley. Por ello, se comentará pero no se extractará ni reproducirá su contenido literal.
(2) – En realidad ambos tienen uno sólo desarrollado helicoidalmente, como todos los tornillos. Por eso se habla del número que aparecen cuando se da una sección longitudinal.
Muy de acuerdo con lo expuesto, salvo la jerarquía de seguridad de los diferentes dispositivos.
Para mí, de mayor a menor seguridad,
1- Din300/Griferia 300 (Problema: las botellas con D300 suelen limitar su volumen a 10l, por razones de peso)
2- DIN200/Grifería 200 (232 para los puristas); es decir, «cada oveja con su pareja».
3- INT (connio, que llevamos 80 años buceando con él y no están nuestras costas llenas de cadáveres por fallo de conexión)
4- DIN300/G200 (conocida como «conexión española»)
Me gustaría matizar lo siguiente:
DIN 300: el labio (liso) del conector tiene 10mm de longitud, y 7 filetes de rosca.
DIN 200: el labio tiene 5mm de lisura y 5 filetes de rosca.
Ello comporta que cuando se conectan «a la española», sólo encajan 2,5 filetes de rosca y sobresalen 4,5 (1cm aproximadamente). Para evitar el sangrado de ojos que pueda provocar en aquellas almas mecánicas más sensibles, los piadosos fabricantes suelen suministrar el DIN con un «grip» («empuñadura») más grueso; incluso algunos llegan a poner como una visera de goma, por aquello de «ojo que no ven, conexión más segura».
Pero no es un problema de sujección, ya que, de los 2,5 filetes roscados, :
a) El primer filete soporta el 75% de la tracción provocada por la presión.
b) El segundo hilo de rosca absorbe el 25% restante y aún le sobra.
c) Y siempre nos queda 0,5 hilo de rosca, para mejorar la sujección, si cabe.
Por lo tanto, la debilidad del DIN200 en G300 no proviene de una sujección defectuosa, sino del brazo de palanca que supone el que la 1ª etapa «vuele» 1 cm; máxime cuando, como bien dice el autor del blog, el conector del DIN está fabricado en…¿titanio? NO! ¿inox? NO ¿Entonces…? Pues LATÓN CROMADO.
Una caída infortunada, un golpe bien dado con la roda de la proa de la embarcación en el punto justo (¡atentos a los darwinistas que esperan turno para subir al barco y se sitúan bajo su casco, osti, que ya conozco dos casos! Recordad que Murphy y Darwin salen a pasear cogiditos de la mano, en busca de candidat@s)
En mi tierna juventud, cuando estaba a cargo del servicio técnico de un conocido fabricante multinacional de equipos de buceo, recibí una llamada de fábrica, preguntando que debíamos hacer con el mercado de buceo español: a ellos les daba igual montar conectores DIN 200 que D300. En principio se montaban D200, pero había una fuerte demanda de D300 de nuestro país. Organicé una encuesta por las redes sociales de entonces (2008) y el resultado fue que, para los buceadores usuarios de conexión DIN, el 69% preferían el D300!. Au! «Ande o no ande, caballo grande».
Y desde entonces, se montan los D300 en origen…
Don Ramón, fíjese Vd en que tanto los grifos 300 como 200 tienen un pequeño agujero en el lateral. Es decir: todos los filetes de rosca van a presión ambiente (y mojados). En realidad que rosquen 5 ó 7 filetes de rosca no afecta a la estanqueidad de la conexión, porque no estamos ante una junta cónica o una junta plana. Es decir, la junta tórica actúa por deformación hacia las esquinas. En ambos casos (ya sea 200 ó 300) el par de apriete es muy bajo (no es de hecho mayor en 300 que en 200). Si el par de apriete fuera mayor, podría llegar a deformar y extruir la junta. La diferencia de esos filetes no es un plus de seguridad sino *una mera cuestión de homologación* igual que no se buscó con las roscas de Nitrox que fueran más seguras que las de aire. Fíjese en el agujerito!
Oopps!
Olvidé decir que el Conector DIN es de
latón cromado…¡HUECO!
Es decir, ¡más débil que mi amor por el reggaeton!
Interesante Blog, como de costumbre.
Tan solo añadir que algunos recreativos «de cielo abierto» si usamos algunas veces botellas de 300 bar. Aunque son de solo 10 litros, suponen llevar los mismos 3000 litros de aire que con el ubicuo 15×200. La ventaja es un equipo más compacto y con más «densidad», lo cual supone reducir el lastre y además que el peso sitúe el centro de gravedad en un punto más favorable en muchos casos. Algo parecido a cuando se lastra la placa de un ala técnica.
Saludos!.
Hola Mergullo.
Tu botella de 10 l a 300 bar no lleva los 3.000 l de gas que crees, sino algo menos. Y menos que la de 15 l a 200 bar. Cuestiones del coeficiente de compresibilidad no lineal que se explica en el artículo.
Adicionalmente, tu botella de 10 l a 300 bar pesará unos 15 kg mientras que la de 15 l a 232 bar cargada a 200 bar como dices pesará algo más de 17 kg (tengo cerca dos como ésas). Sólo unos 2 kg de diferencia, PERO:
Tu botella de 10 l a 300 bar tendrá una flotabilidad negativa estando llena de unos -6,5 kg y de -2,6 kg vacía.
Por el contrario, la de 15 l a 200 bar tendrá una flotabilidad de unos -3,5 kg llena y será prácticamente neutra vacía. Y algo más de gas.
¿Te merece la pena? Podría ser, pero a la inmensa mayoría de la industria del buceo, no.
Recibe un cordial saludo
G.
Buenos días,
Menos peso en superficie, menos lastre a llevar, menos espacio para almacenar en los centros y en las embarcaciones a cambio de algo menos de aire (200L) respecto al 15L estándar… a mi me parece que las ventajas superan ampliamente los inconvenientes, y desde luego tendría mucho sentido su uso en recreativo si no fuese por el problema que implica la compatibilidad con los equipos existentes.
Saludos
Buenos días, en primer lugar felicitar al autor por el blog. Como siempre, son artículos muy interesantes. Ahora, pienso igual que el compañero Marce. Si tengo botella DIN300, si tengo regulador DIN300 y consigo un centro que la cargue a 300 bar (aquí es donde viene mi dificultad) todo lo que veo son ventajas. Menos peso, menos volumen, menos lastre.
Saludos desde África.
Antes de tomar esa decisión, yo leería:
https://www.buceo.blog/llenar-las-botellas-de-buceo-a-mas-presion/
Igual cambia la opinión.
Un saludo.
¡Nunca entendí por qué me sobraba rosca en el regulador y no se quedaba a ras!. Gracias por ilustrarnos, y por poner sentido común en este mundillo.
Si tenemos en cuenta nuestra necesidad de lastre sin considerar la flotabilidad de la botella vacía, normalmente con un traje de neopreno necesitaremos algún que otro kilo de lastre. Si con una botella de 15 litros que pesa 17 kilos no necesitamos ningún kilo adicional, al ser la botella prácticamente neutra al final de la inmersión, y con una botella de 10 litros, que pesa 15 kilos, nos podemos quitar además 2,6 kilos, la diferencia de 4,6 kilos pueden conllevar que no necesitemos ningún lastre adicional de llevar la botella de 10 litros (menos aún si fuera de 8 litros), con lo que cargaremos con solo 15 kilos entre botella y lastre (sin contar el resto del equipo), frente a los 19,6 kilos totales con la botella de 15 litros más su lastre, con una diferencia de aire no sustancial.
Esa diferencia de kilos puede no ser relevante en inmersiones desde barco, pero para las rodillas sí que hace una gran diferencia en inmersiones desde tierra, a veces entre rocas y dificultades añadidas, como puede ser la entrada de El Cabrón, en Gran Canaria.
Siendo en este caso una inmersión recreativa toma sentido la botella a 300 bares. Como todo es examinar las circunstancias concretas del punto de inmersión, no solo la titulación del buceador , haciendo una distinción a veces innecesaria entre buceador técnico y recreativo.