Puedes compartir el contenido en:

Cómo se puede acortar el tiempo de una parada deco sin cambiar de gas y sin modificar ningún parámetro del ordenador.

Este blog está destinado al buceo recreativo que -por definición- excluye el buceo con paradas deco programadas. Sin embargo, este artículo se presenta como reflexión general sobre ciertos conceptos básicos que sí pudieran ser del interés del buceador recreativo avanzado -no Advanced-, aunque no aplique sus conclusiones en la práctica. En tal caso, tómelo el lector como un mero ejercicio teórico.

SE ADVIERTE FUERTEMENTE AL LECTOR DE QUE EN EL BUCEO RECREATIVO SIN TECHO -con monobotella-, NO SE DEBE CONTEMPLAR LA REALIZACIÓN DE PARADAS DE DESCOMPRESIÓN PROGRAMADAS EN NINGÚN CASO.

Los experimentos, con gaseosa

Los experimentos, con gaseosa, se suele afirmar. Sin embargo, el Autor confiesa que esta reflexión se le ocurrió durante una demasiado larga parada deco el pasado verano, decidiendo aplicar su conclusión en aquel momento. La validez de dicha conclusión ha venido refrendada por lecturas posteriores.

El caso fue que en una inmersión corriente, sucedió a profundidad un maravilloso e inhabitual evento que no se podía desdeñar: ya iniciando el ascenso, una raya mantelina o raya mariposa (gymnura altavela) de considerable tamaño ascendió desde el fondo en vertical, situándose a menos de medio metro por debajo de quien esto escribe durante unos momentos inacabables y mágicos, permaneciendo suspendida en el sitio con su elegantísimo aleteo y mirando con aparente curiosidad. Dicho comportamiento se repitió varias veces. Quizá fuera su primer contacto con buceadores o quizá el Autor tenga un cierto atractivo para las mantelinas a falta de tenerlo para el resto de los seres vivos del planeta, humanos incluidos. No se sabrá nunca la razón.

A continuación se muestran dos pequeños extractos por si el lector tuviera curiosidad por lo que se cuenta, aunque el sorpresivo momento fue torpemente grabado sin iluminación con una GoPro, siempre en un bolsillo para circunstancias excepcionales, por lo que las imágenes son deficientes. Por otro lado, el ángulo de apertura de esta cámara no refleja lo increíblemente cerca llegó a estar el bicho.

El caso es que, fuera por la razón que fuere, aquel evento inesperado y maravilloso obligó a recalcular sobre la marcha el gas y la nueva deco sobre la que ya se había acumulado, llegando a la conclusión de que era asumible el exceso de permanencia a la profundidad a la que se produjo el encuentro. De otra manera, se hubiera ascendido aunque hubiera aparecido el mismísimo Neptuno.

Sólo había un problema: el tiempo de inmersión máximo fijado en el barco -cargado de OWD que habrían hecho una inmersión considerablemente más corta- se rebasaría mucho y la superficie estaba bastante agitada, de tal manera que era muy previsible que alguna gente estuviera mareada pasándolo mal en cubierta. El Autor sigue teniendo reparos con estas cosas. Sin embargo y como se ha repetido a lo largo de distintos artículos de este blog, no es aceptable saltarse ninguna parada -de cualquier naturaleza- por ningún motivo que no sea vital.

Así pues y sintiéndolo mucho, esta vez no se renunció a la singular vivencia que se ofrecía, aceptando la alargada parada deco y pedir sinceras disculpas a todos los del barco, después de la lógica y merecida reprensión que sin duda se iba a producir -y que finalmente no tuvo lugar, por lo que a continuación se explicará-.

Consideraciones:

Ligeramente acuciado por la situación y durante la parada, el Autor comenzó a considerar lo siguiente (de manera más simplificada porque una cosa es pensar y otra explicar a otros de manera ordenada lo que se piensa):

Consideración 1: variación del tiempo previsto a una cota inferior.

Cuando un ordenador (fuera o dentro del agua) establece una parada a una cota y un tiempo determinados, si el buceador por cualquier razón no permanece a la profundidad marcada sino a una profundidad algo mayor, el tiempo inicialmente previsto aumentará ya que la descompresión no se estará realzando con el gradiente previsto, sino menor.

Por ejemplo, si tenemos prevista una parada a 3 m durante un determinado tiempo y -por razón de que haya oleaje en superficie o por cualquier otro motivo- permanecemos a 5 m y no a 3 m, el tiempo que deberemos estar será notablemente superior al previsto. Hay ordenadores que tienen una interesante función (∆+5) que predice el tiempo que variará la deco hasta superficie si se permaneciera los próximos 5 minutos en la cota actual. De esta manera, si en el caso del ejemplo se permaneciera exactamente a 3 m, el valor de ∆+5 sería lógicamente -5. Es decir, en los próximos cinco minutos, se restarán esos 5 minutos a nuestra deco. Lo esperable. Sin embargo, estando a una cota inferior (5m) a la marcada (3m), el valor de ∆+5 será aproximadamente de -3. Es decir, en los próximos cinco minutos, sólo lograremos restar 3 min al tiempo de deco, en vez de los 5 min previstos.

Consecuencia 1: si se permanece a una cota algo inferior a la prevista, se tendrá que invertir más tiempo hasta el cambio de cota de la próxima parada prevista.

Consideración 2: necesidad de mantenimiento de la profundidad exacta de la parada.

La consecuencia de la anterior consideración es muy evidente: si no queremos penalizar el tiempo total de ascenso (y de las paradas), deberemos mantenernos lo más exactamente posible a las cotas previstas (3 m en el ejemplo), so pena de tener que estar más tiempo si lo hacemos a una cota ligeramente inferior. La gente que se queja de la duración de las paradas -que la hay- pero que las hace a cotas ligeramente inferiores a las marcadas por comodidad debería tener esto en cuenta, sobre todo en las paradas someras.

Consecuencia 2: había que ceñirse lo más exactamente posible a las profundidades previstas por el ordenador para no ser penalizado con un tiempo innecesario.

Consideración 3: establecimiento de las profundidades en las paradas deco.

Por otro lado, todo el mundo sabe que las paradas se establecen convencionalmente de tres en tres metros. Esta cifra no es un número mágico, sino que deriva únicamente de una conversión al Sistema Internacional de los 10 pies (10 ft) en que organismos e investigadores mayoritariamente anglosajones decidieron dividir los ascensos, en el absurdo, irracional e incomodísimo Sistema Imperial . No es por otra razón. De todas formas, tres metros es una distancia práctica, clara y perfectamente asumible en cualquier ascenso.

Pero, supongamos por un momento que la distancia entre las paradas convencionalmente aceptada no fueran esos 3 m, sino de 1 m.

Ello querría decir que, para cada metro, tendríamos un determinado tiempo de permanencia. El escalonamiento de 1 m de altura que ofrece este modelo sería más quebrado, más difícil, de más «peldaños» pero más ajustado a la curva ideal de seguridad. Claro que, para ello, hay que tener la capacidad de poder subir de metro en metro, cosa que no es tan fácil si no se está agarrado al cabo.

Consecuencia 3: EN ESTE CASO, y si ascendiéramos de metro en metro de acuerdo al tiempo requerido para cada parada, las advertencias de «¡PARADA OMITIDA!» serían sólo producto del escalonamiento a 3 m estándar que utiliza el ordenador, no por haber rebasado la curva de seguridad.

Consideración 4: ¿y si se reduce el escalonamiento de las paradas?

Supongamos ahora que tenemos un ordenador -en superficie o dentro del agua- que nos ofrece escalonar las paradas deco cada metro, en lugar de cada 3 m como se hace convencionalmente. Obviamente, a cada metro de ascenso en la zona de paradas correspondería un determinado tiempo. Y el escalonamiento estaría plenamente dentro de la curva de seguridad, tanto en uno, como en otro caso.

Pongamos como ejemplo que nuestro ordenador nos indica que debemos estar un determinado tiempo a 6m, otro a 5 m, otro a 4 m y, finalmente, uno distinto a 3 m.

Supongamos que decidimos no hacer esas paradas a esas cotas sino a una inferior, (de igual manera que estábamos en el ejemplo del principio a 5 m cuando debiéramos estar a 3 m por las razones que fueran). De esta manera, el ordenador nos marca la parada de 6 m durante el tiempo que sea y luego marca 5 m y 4 m durante otros tiempos, pero nosotros permanecemos en ambos casos a 6 m. Ello quiere decir que la suma del tiempo que correspondería a 5 m y a 4 m aumentará ligeramente respecto del previsto porque estaremos a una cota inferior (6 m) en ambos casos. Dicho de otra manera, el ordenador marcaría a 6 m, 5 m, 4 m unos determinados tiempos, pero nosotros siempre permaneceríamos a 6 m durante tiempos superiores a los establecidos para 5 m y 4 m.

Sólo cuando el ordenador marcara que podemos ascender a 3 m, modificaríamos nuestra profundidad hasta esa cota. Es decir, en el intervalo entre 6 m y 3 m, estaríamos más tiempo si permaneciéramos a 6 m que si fuéramos subiendo gradualmente de metro en metro.

Por todo ello, se puede colegir que el modelo de ascenso de metro en metro se ajusta más a la curva de seguridad que el modelo de tres metros en tres metros y se realiza en algo de menos tiempo.

Si fuéramos capaces de tener la sobrenatural habilidad de ajustar de manera variable y continua en todo momento nuestra velocidad de ascenso y hacer un ascenso milimétricamente ajustado a la curva de seguridad sin escalonamientos, tardaríamos el tiempo mínimo posible para realizar esa descompresión en concreto.

No olvidemos que, como se ha dicho en un artículo anterior «Reflexiones sobre la velocidad de ascenso«, las paradas no dejan de ser sólo una manera de ajustar la velocidad total puesto que es muchísimo más fácil permanecer a una cota determinada para luego subir a la siguiente (subir de escalón en escalón) que variar continuamente la velocidad -lo cuál es casi imposible-.

Consecuencia 4: a mayor fragmentación del escalonamiento de las paradas, menor tiempo.

Consideración 5: cambiando la altura de los escalones.

Según lo dicho, si tuviéramos un ordenador que nos permitiera configurar las paradas de metro en metro en vez de cada tres metros, nuestro ascenso sería algo más rápido. Pero, ¿existe ese ordenador?

Pues no y sí. El Autor no conoce ningún programa u ordenador comercial que no se ajuste al estándar de división de la profundidad de ascenso en la zona de paradas de tres metros. Sin embargo, hay algunos ordenadores que ofrecen un dato que puede sustituir a esta posibilidad mediante una función que se suele llamar «CEIL» («techo«). Esta función determina independientemente de la situación en que se esté y de las paradas programadas, la profundidad más somera a la que se puede ascender sin sobrepasar la curva de seguridad establecida para el ascenso.

Y, como quiera que ese dato se da en metros, la consecuencia es que en cada momento e independientemente de la parada en que estemos, cuando podamos ascender al metro siguiente, esa función nos lo indicará.

Pongamos un ejemplo: nuestro ordenador nos ordena -que para eso parece que está- que hagamos una parada de 7 min a 6 m. Pasado algo más de 2 min, la función CEIL nos indica que podríamos ascender a 5 m sin atravesar la curva de seguridad. Y lo hacemos. El ordenador protestará amargamente indicando «¡PARADA OMITIDA!«, pero nosotros no le haremos ni caso y ascenderemos a 5 m.

Pasado un punto, el ordenador dejará de protestar -aunque depende de su marca y modelo porque algunos se bloquean en esas circunstancias-. Después de otro intervalo de tiempo, la función CEIL indicará que podremos subir como máximo a 4 m. Y el ordenador volverá con la protesta. Finalmente, el ordenador indicará que podemos subir a la última parada de 3 m, cosa que haremos, repitiendo el proceso para el último tramo (3 m – 2 m – 1 m – superficie), que es donde la diferencia porcentual de presión es máxima y la diferencia o «ahorro» de tiempo será mayor. Todo ello hasta que, desde 1 m, el ordenador nos marque superficie con la deco cumplida.

Si hemos cronometrado nuestro ascenso, comprobaremos que hemos empleado un tiempo apreciablemente inferior al que nuestro ordenador preveía para las paradas de 6 m y 3 m SIN REBASAR LA CURVA DE SEGURIDAD.

Consecuencia 5: la función «CEIL» permite en la práctica hacer un escalonamiento más fragmentado de metro en metro.

Consideración 6: ¿restamos seguridad al ascenso?

Pregunta clave, sin duda. En opinión de este Autor, no. Porque lo que estamos haciendo es realizar un ascenso más ajustado a la curva de seguridad, optimizando el tiempo. Hacer un ascenso más eficiente, con la misma seguridad. Porque la indicación de que podemos subir hasta el siguiente metro se calcula con los mismos parámetros de seguridad que el resto de el ascenso.

Para ilustra esta idea, respondamos a esta pregunta: en el ejemplo inicial en el que estábamos más tiempo haciendo deco porque en vez de estar a la cota establecida por el ordenador (3 m en el ejemplo) permanecíamos en una cota algo inferior (5 m), ¿restamos seguridad al ascenso si hubiéramos hecho la parada deco en menos tiempo a 3 m -como marca nuestro cacharro- en vez de estar algo más a 5 m? Obviamente, no.

Pues en nuestro último ejemplo, lo mismo: permaneciendo a 6 m más tiempo no aumentaremos la seguridad respecto a las suma de tiempos correspondientes a paradas a 6 m – 5 m – 4 m, a pesar de las protestas programadas de nuestro ordenador.

Consecuencia 6: dado que es el propio ordenador el que indica el momento de ascender hasta el siguiente metro de acuerdo con los parámetros de seguridad programados, se deduce que no debe haber ninguna merma en los factores de seguridad respecto del modelo convencional.

En cualquier caso, releyendo posteriormente las instrucciones del ordenador del Autor (un Shearwater Perdix) que permite estas operaciones, en ellas se dice de manera comprensiblemente defensiva sobre la función «CEIL» lo siguiente:

(CEIL… ) Mostrará su techo de descompresión sin redondearlo hacia arriba hasta la siguiente parada de 10 pies o 3 metros. Tenga en cuenta que hay muy poca información sobre los efectos de seguir un techo de descompresión constante en lugar de detenerse en las paradas y solo ascender hasta la siguiente parada una vez que haya finalizado la anterior.
El autor (del manual) considera que debe cumplir con todas las paradas.
Resulta intuitivo pensar que si tiene burbujas y hace la parada, tiene la oportunidad para reabsorberlas. Si asciende de manera constante, la presión ambiente disminuye continuamente, y esto impide que las burbujas se encojan.
Por este motivo, la computadora mostrará un mensaje de MISSED DECO STOP (Se pasó de la parada de descompresión) durante la inmersión y otro después de la inmersión, y la profundidad y duración de la parada parpadearán en rojo todo el tiempo que esté por encima de la profundidad de la parada. Sin embargo, utilizará el gradiente aumentado y la desaturación calculada será más rápida que al permanecer en las paradas
.

https://www.shearwater.com/wp-content/uploads/2016/10/Perdix-Operating-Instructions-Manual_ES_SEP12.pdf

Posteriormente a todo esto, un buen amigo y muy buen buceador me comentó que un procedimiento similar se explica en unos cursos que un famosísimo experto en descompresión imparte denominándolo «Flying the Curve«. Cómo quién escribe no ha asistido a dichos cursos, supone que se comentará en ellos desde un punto de vista teórico más que como procedimiento práctico por el escaso ahorro de tiempo y la dificultad de su ejecución. Pero esto debería ser confirmado. No importa demasiado esto aquí y ahora.

Corolario y advertencia

Pareciéndole correcto y evidente, lo que se ha descrito ha sigo realizado una sola vez por quien esto escribe, obteniendo una merma en el tiempo previsto que, si bien no fue precisamente escandalosa, le sorprendió y permitió llegar al barco razonablemente a tiempo. No se darán más datos. Ni se aconseja a nadie más que lo haga.

Esto es una reflexión que complementa las ya realizadas respecto a velocidad de ascenso y que debe ser entendida como un mero ejercicio teórico, no recomendable en la práctica ya que ni si quiera ofrece un recorte de tiempo lo suficiente sustancial como para ser considerado como procedimiento estándar, habiendo otros mecanismos para acelerar el tiempo de descompresión que sí ofrecen ventajas muy apreciables.

Como se ha dicho al principio de este artículo, NO SE DEBE CONTEMPLAR LA REALIZACIÓN DE PARADAS DE DESCOMPRESIÓN PROGRAMADAS EN EL CASO DEL BUCEO RECREATIVO SIN TECHO.

También se advierte que este tipo de cosas no deben ser aplicadas si no se es perfectamente consciente de lo que se hace. Absténganse impacientes e inconscientes por naturaleza.

Todo, a su debido tiempo. Pero reflexione el lector sobre ello.

Puedes compartir el contenido en:

5 comentarios sobre “

¿Todo a su tiempo?

ACORTAR UNA PARADA DECO SIN MODIFICAR GAS NI PARÁMETROS

  1. Pues tiene todo el sentido, a mayor diferencia de presión osmótica entre un lado y el otro, mayor expulsión de gas, por tanto, cuanto más te aproximes al límite sin que se formen burbujas, antes expulsarás el gas. Simplemente es jugar un poco más cerca del límite, o algo que admite menos tolerancia al fallo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *