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Comprar el equipo de buceo

«¿Qué me compro primero?» es una de las preguntas iniciales que habitualmente hace todo aquel que acaba de terminar su curso de buceo básico y que suele ser contestada con contestaciones subjetivas disfrazadas de experiencia, pero raramente argumentadas sólidamente.

Y es que, en realidad, no hay respuestas universales válidas a la pregunta de lo que comprarse y en qué orden. Depende de las posibilidades, de las preferencias y de las sensibilidades a distintas cuestiones, como veremos.

Este artículo está principalmente dirigido a los más nuevos y pone encima de la mesa dichas cuestiones para que el lector que se quiera comprar equipo de buceo por primera vez las considere desde SUS circunstancias y establezca SU propio CRITERIO.

Lo que todo buceador debiera saber antes de comprar equipo de buceo

El punto de partida

Tener un criterio equivocado es siempre mejor que no tener ningún criterio.

Esto, que es un axioma aplicable a la vida en general para quien esto escribe, además de tener la ventaja de aliviar la incertidumbre, acostumbra a no hacer las cosas sin ton ni son.

Y sí …. como se ha repetido incansablemente en artículos anteriores, el novato (término descriptivo y no peyorativo puesto que todos lo hemos sido) no tiene criterio por definición. Lo desarrollará tanto más rápidamente cuanto más formación, experiencia -de la de verdad- y conocimiento adquiera. Es por ello que se escribe este artículo. Para ofrecer unos parámetros muy básicos a partir de los cuales se pueda construir un criterio, por sencillo y provisional que sea.

Aprovecharse del conocimiento y experiencia -de la de verdad- de los compañeros más avanzados es algo totalmente lógico. Pero se previene sobre las respuestas, generalmente preferencias personales sin argumentar realmente o fundamentadas con razones inconcretas. ¡No se conforme el lector! ¡Exija razones sólidas y argumentadas!

No es infrecuente que, si se pregunta a compañeros más avanzados, se encontrarán afirmaciones tajantes del tipo «Estas aletas son buenísimas. Las mejores. Son las que yo tengo y me han dado un resultado estupendo«. Pero si se prosigue inquiriendo «Y tú … ¿cuántos tipos de aletas has tenido?«, sorprenderá que la respuesta -si es sincera- será que sólo una o dos. A lo sumo tres. Pero, incluso aunque fueran más, raramente se justificará racionalmente nada y todo se quedará en presuntas falacias de autoridad, generalmente. Incluso si se pregunta a instructores. (Quizá sea preferible en muchos casos leer el artículo de este blog titulado «CÓMO ELEGIR LAS ALETAS DE BUCEO» para formarse un cierto criterio).

¡No es el arco! … ¡es el indio!

Primero formación y luego material.

Esta frase debiera ser escrita indeleblemente en el manual de todo aquel que se inicia en el buceo. Es tan importante desde todos los puntos de vista que en este blog le dedicaremos un próximo artículo.

Se debiera dar mucha más importancia a la formación que al material. De hecho, esto último debiera ser la consecuencia de lo primero en razón de que la formación permite entender más y que con ella se adquieren nuevas habilidades que exigen variaciones o determinaciones distintas en el equipo. Y, salvo que el buceador novel tenga dotes adivinatorias, todos empezamos en esto sin saber dónde acabaremos en el mundo del buceo ni cómo llegaremos a ello. Y en este tránsito se determinará el equipo que se vaya adquiriendo hasta llegar al «definitivo».

En este sentido, un buceador que entienda la actividad como ocasional y siempre en un grupo tutelado en el seno de un centro de buceo, si elije bien y resiste las constantes presiones de la mercadotecnia para que cambie algunos o todos los componentes de su equipo, aunque funcionen perfectamente, conservará su primer equipamiento muchos años. (A la pulsión de comprar dedicaremos un artículo íntegro próximamente).

Acertar o no acertar … ¿ésa es la cuestión?

Da igual las vueltas que se dé o a quién se consulte: la probabilidad de equivocarse al comprar el equipo de buceo por primera vez es altísima. Diríase que segura.

Esto no quiere decir que no merezca la pena pensarse qué equipo comprar y en qué orden (si fuera así no se habría escrito este artículo). O que haya que comprarse necesariamente lo más barato que se encuentre (aunque éste sería un criterio a considerar). Quiere únicamente instar al lector a tener en cuenta que, con mucha probabilidad, lo que compre en un principio no será definitivo y a relajarse un poco en consecuencia.

Los criterios

La economía

El equipo de buceo «bueno» no es lo más caro. Lo verdaderamente caro es todo lo que uno se compra antes de averiguar qué equipo es el que realmente se debiera haber comprado.

Es obvio que las posibilidades económicas de cada cual -o las preferencias en el gasto, al margen de las posibilidades- determinan qué comprarse y cuando. Aunque todo es una cuestión de prioridades, si no se puede, no se puede, a pesar de que uno haya conocido a gente dispuesta a vender los órganos de sus hijos con tal de comprarse el último modelo de rebreather. Dicho lo cual, habría que añadir que todo necio confunde valor con precio (1).

Sin embargo, la experiencia del Autor apunta a que el precio no suele ser el factor más importante a la hora de la elección, predominando sobre él cuestiones más próximas a lo emocional (como bien saben los vendedores).

En cualquier caso, vaya aquí una prelación en orden decreciente de precio de los componentes habituales de un equipo estándar para buceo recreativo (en el buen entendido de que se trata de cantidades medias, no extremos, por baratos o por caros, ni de ofertas, a fecha de este artículo y con precios en España). Se han excluido botella y plomos puesto que son los elementos que casi siempre se suelen alquilar en un centro.

Los siguientes precios se han obtenido de una página de venta generalista española, destacada por sus precios equilibrados.

Conjunto de regulador (300-1000 €) – chaleco (300-750 €) – ordenador recreativo simple (200-650 €) -traje húmedo 5 mm (250-500 €) – maleta transporte (150-250 €) – linterna sencilla (50-200 €) – aletas (70-150 €) – manómetro analógico completo (70-120 €) – máscara o gafas (35-150 €) – boya deco con carrete (70-100 €) – cuchillo o elemento de corte (30-150 €) – brújula (40-90 €) – escarpines (40-100 €) – guantes 5 mm (25-90 €) – capucha 5 mm (25-60 €).

Si se obtuvieran los precios medios, los resultados serían los siguientes:

Conjunto de regulador (650 €) – chaleco (500 €) – ordenador recreativo simple (425 €) – traje húmedo 5 mm (400 €) – maleta transporte (200 €) – linterna sencilla (125 €) – aletas (110 €) – manómetro analógico completo (95 €) – máscara o gafas (90 €) – cuchillo o elemento de corte (90 €) – boya deco con carrete (85 €) – brújula (70 €) – escarpines (70 €) – guantes 5 mm (60 €) – capucha 5 mm (40 €).

Por hacer una aproximación grosera del costo total de un equipo completo recreativo medio pudiérase decir que sería de unos 3.000 € aproximadamente, aunque los que llevan mucho en esto confirmarán que, si bien el precio total pudiera ser inferior a esta cantidad, también podría aumentar hasta la total ruina del buceador.

Este groserísimo dato puede ser útil para que nuestro lector novel que se encuentre en el trance de empezar a adquirir su equipo entienda el orden de magnitud de lo que ello significará económicamente y, en consecuencia, se organice y reflexione sobre si merece la pena, o no.

Porque, curiosamente, muy poca gente hace la cuenta total anticipadamente, sino que empieza a comprar cosas -con o sin orden-, enterándose del desembolso total únicamente al final, en el mejor de los casos porque generalmente el buceador tipo no tiene mucha idea de lo que se ha gastado en su equipo al haberlo adquirido a impulsos y no de manera planificada.

(El Autor no se puede resistir a reproducir una divertida e ingeniosa frase de un buen amigo, buen buceador y sevillano -por este orden- que afirma con solemnidad: «Si muero, no dejéis que mi mujer venda mi equipo por lo que le dije que me costó«. Además de humor desde un cierto patetismo, encierra sabiduría. Como todo verdadero humor).

La higiene

Éste es un criterio muy importante para mucha gente. Y diríase que especialmente para las mujeres, generalmente más escrupulosas que los hombres.

En los centros de buceo no suele haber procedimientos de higienización de los equipos más allá del aclarado colectivo en una pileta común, como mucho separando reguladores y máscara por un lado y trajes -orinados-, aletas y escarpines por otro, lo cual a mucha gente le da reparo. La manguera y la renovación periódica del agua de la pileta parece insuficiente cuando coinciden varios buceadores aclarando sus equipos simultáneamente.

Si se aplicara el 1% de los requerimientos de higiene que se exigen en cualquier cafetería o gimnasio, no habría un sólo centro de buceo abierto en el mundo. Y parece que la CoViD-19 no ha dejado enseñanza alguna una vez superada. El Autor esperaba que esa enfermedad devastadora que tanto sufrimiento ha producido hubiera dejado impresa en la sociedad la necesidad de una mayor higiene. Pero parece que somos animales de costumbres y que, simplemente remitida dicha enfermedad, volvemos a los malos hábitos anteriores sin remisión.

Dicha higiene debería mantenerse no por causa de la CoViD-19, sino por multitud de enfermedades infecciosas potencialmente transmisibles que gran parte del mundo del buceo parece ignorar desde siempre, a tenor de la poca importancia que se le suele dar a esto.

En este enlace se puede leer un interesante artículo de DAN sobre la desinfección preventiva de equipos. Particularmente, el Autor sigue desinfectando el suyo con una solución comercial de amonios cuaternarios, cada vez que alguien distinto lo utiliza o cada cierto número de días, en cualquier caso.

Mención especial a este respecto merece el equipo de desinfección automatizado y desarrollado por el propietario de un centro español (ZOEA Mallorca) y por quien suscribe, que desinfecta e higieniza los equipos por dentro y por fuera antes de ser alquilados.

Se construyó para la CoVid-19 pero con propósito permanente para garantizar la higiene general de los equipos de ese centro incluso una vez hubiera pasado la pandemia.

Pero, sin excluir que alguien haya hecho algo parecido en alguna parte, parecen solitarias excepciones, valga el pleonasmo. Se puede ver en el siguiente y curioso vídeo:

La máscara

Aunque existen productos anti-vaho, antes de cada inmersión la inmensa mayoría de los buceadores escupen (escupimos) en el interior del vidrio de la máscara para impedir su empañado. Por ello, alquilar una máscara, a pesar de enjuagarla previamente, no parece algo especialmente higiénico.

El regulador

Como anécdota, al iniciarse en el buceo, la santa que tiene la desgracia de haberse casado con quien esto escribe se compró motu proprio una boquilla como única parte propia del equipo con la cual iba a los centros a bucear, lo que producía una gran perplejidad a quien le atendía. No soportaba la idea de morder una boquilla usada por otra persona, salvo que su vida corriese peligro (y, aun así, conociéndola no sería descartable que prefiriera ahogarse si la ocasión se diera).

A pesar de ser algo imposible de comprobar -y menos de cuantificar-, uno siempre se ha preguntado cuántos herpes y bichos similares se habrán contagiado a través de los reguladores de buceo. Meterse en la boca una boquilla sin higienizar es algo casi normalizado en el mundo del buceo pero, si se le preguntara a un médico, quizá se le pusieran los pelos de punta.

Pero la boquilla no es lo único. ¿Qué pasa con el interior de las segundas etapas? Fluidos salivales y gérmenes respiratorios pueden habitar en ese ambiente húmedo proliferando por doquier.

El resto de las boquillas

Las segundas etapas de los reguladores no tienen las únicas boquillas que hay en el equipo de buceo. Tubos o «snorkels» y las tráqueas de los chalecos también tienen. Sin embargo, en condiciones normales son prescindibles.

Si bien ya se trató de la innecesariedad de los tubos en un artículo pasado y de la ineficacia de hinchar el chaleco o ala con la boca, es algo a tener en cuenta, si se utiliza o si se practica.

El traje de neopreno

En esto no seremos originales y empezaremos con la consabida frase que siempre se emplea al hablar de esto: «Los buceadores se dividen entre los que admiten que se mean en el traje y los que mienten diciendo que no lo hacen«. Ello, a pesar de que el Autor por supuesto no se ha meado nunca buceando.

Las ganas de orinar en contacto con el agua -sobre todo en aguas frías-, llamada por los médicos diuresis de inmersión, es un fenómeno generalizado al que ya se ha dedicado un artículo en este blog y que es un tema recurrente en el ámbito del buceo.

Sea como fuere, hacerse pis, chis, pipí, orinarse, mearse, miccionar o como se quiera decir, es una constante, como se suele comprobar mediante el sentido del olfato sin necesitar ser un perro sabueso en cualquier barco de cualquier centro, al finalizar cualquier inmersión.

A pesar de los aclarados en los baldes o depósitos de enjuague, no parece ser algo demasiado higiénico tampoco, aunque sea algo «exterior».

El resto del equipamiento

Aletas, escarpines, guantes o capuchas y demás elementos no mencionado anteriormente parecen revestir menos importancia relativa a la higiene, aunque conviene prestar atención a la capucha por su relevancia en la higiene del oído.

Resumen

Debiera ser esencial desinfectar el equipo de buceo que entra en contacto con la cara, los ojos y la boca de un buceador, antes de compartir el equipo o que lo utilicen otros buceadores. Pero no se suele hacer al nivel que sería deseable. Con meritorias excepciones, es una asignatura pendiente en el mundo del buceo.

Por ello, mucha gente prefiere por esta única razón adquirir los componentes correspondientes, generalmente en orden de precio creciente: máscara, tubo, traje, chaleco y regulador.

La calidad

No se va a entrara aquí en si es mejor un regulador de membrana o de pistón, compensado o no. Para buceo recreativo «sin techo», casi cualquier regulador sirve. No hace falta comprarse el más caro pero tampoco el más barato de la marca «El Pato». Sorprende que reguladores que se utilizan en ámbitos muy exigentes no sean necesariamente los más caros y sofisticados, sino que sean de marcas probadas y precios muy asequibles. Sin embargo, hay alguna cosa a tener en cuenta que se suele obviar:

  • Marca asentada y fiable: conviene ser un poco conservador y comprar marcas muy consolidadas y a ser posible, con modelos probados, aunque no sea el último modelo. Evitar preferiblemente los modelos recién lanzados al mercado.
  • Recambios: También conviene enterarse de cómo son los «kits» de mantenimiento, el servicio postventa y las garantías. Las dificultades de encontrar algunos kits de mantenimiento y repuestos pueden llegar a ser desesperantes. Hay marcas que comparten kits de mantenimiento y muchas piezas con otras consolidadas.
  • Dado que un regulador bien mantenido puede durar décadas , si el buceador novel alberga alguna idea -aunque sea remota- de introducirse en buceos más complejos, se le aconseja observar los reguladores que emplean generalmente los buceadores técnicos, no necesariamente los más caros.

Todo esto es aplicable al resto de los componentes de cualquier equipo.

El orden

Parece una tontería pero esto también es prioritario para quien escribe. La habitual y caótica escena de buceadores preguntando dónde está su máscara a su pareja o incluso los errores que se cometen por no quitar de la ecuación del inevitable estrés pre-inmersión la variable del control de material, es muchísimo más importante de lo que se piensa y fuente habitual de errores que se acaban manifestando durante la inmersión.

Por ello, cuando al Autor le preguntan qué es lo primero que se compraría, suele contestar: «una bolsa o arcón con tu nombre. Ya la irás llenando«.

La seguridad

Lógica y naturalmente, el asunto de la seguridad es lo que más preocupa -y con razón- a quien empieza en la actividad (y lo que debería preocupar a todos).

El regulador completo

Dado que el regulador es la pieza vital del equipo que nos suministra aire, mucha gente piensa que debe ser el primer componente a adquirir.

Sin discutir esta afirmación, lo cierto es que los reguladores son aparatos muy sencillos (especialmente los que suelen tener los centros de buceo) y extremadamente fiables con un mantenimiento mínimo. Esto no quiere decir que se justifique no seguir el mantenimiento anual recomendado por los fabricantes (no se puede hacer por cuestiones de responsabilidad, aunque se piense o matice), sino que la probabilidad de tener un fallo catastrófico en un regulador alquilado no debiera ser una consideración demasiado relevante si se ha comprobado convenientemente antes de cualquier inmersión (y menos si se han seguido los procedimientos descritos en pasados artículos).

El dispositivo de flotabilidad

Otra cuestión a caballo entre el orden y la seguridad sería la consideración del chaleco. Porque acostumbrarse a uno concreto determina que el buceador sepa con soltura dónde están las cosas -especialmente si tiene bolsillos integrados para lastre-. Y ello puede ser importante en caso de problemas. Además, el chaleco incorpora algún otro componente crítico, como por ejemplo el hinchador, al que se suele prestar menos atención y, por lo tanto, suele tener menos mantenimiento pudiendo ser muy peligroso en caso de bloquearse al inflar, con el resultado de un ascenso imparable para un novato.

Las tóricas de las botellas

Puestos a detectar potenciales puntos de fallo que uno pueda encontrar en un equipo recreativo alquilado, hay que mencionar necesariamente los «núcleos» de las botellas en el sistema INT, Internacional o «de estribo». Este punto no suele ser considerado y es quizá el potencialmente más peligroso en buceo recreativo, a juicio de quien esto escribe. No es difícil encontrar en Internet vídeos de estallidos de tóricas con escape total del gas.

Pero en el sistema INT en un 99,9% de los casos la tórica viene con el núcleo de la botella alquilada, por lo que, a menos que se lleve uno propio en el bolsillo y se instale antes de la inmersión, la compra del regulador no resuelve esta posibilidad, a menos que sea un regulador con sistema DIN, que incorpora dicha tórica en su extremo.

(En cualquier caso, habría que tatuar en la frente de muchos que las tóricas no son eternas y que no hay que esperar a que estallen u originen un escape de gas para cambiarlas, incluyendo en el tatuaje a las bridas de las boquillas que, al partirse, dejan al buceador tragando agua y frecuentemente en pánico por no saber qué está pasando).

El cinturón de lastre

Otro elemento cuyo fallo es habitual es la pérdida del cinturón de lastre. Tampoco hay que buscar mucho en Internet para ver vídeos con algunos ejemplos. Y también en un 99,9% de los casos, es un elemento que proveen los centros recreativos por la incomodidad de su trasporte si es material propio.

Cierto es que una hebilla es algo muy simple y fácil de comprobar antes de una inmersión (aunque habría que preguntarse cuánta gente presta atención a esto) y que, por tanto, los problemas vienen dados casi siempre por una incorrecta utilización y ajuste del cinturón por parte del buceador. Sin embargo, no sería la primera vez que quien escribe ve deshacerse literalmente una hebilla de plástico que inadvertidamente ha recibido un pisotón antes de la inmersión. Considere el lector evitarlas. Pero parece que tampoco todo esto justifica la adquisición prioritaria de un cinturón de lastre.

Instrumentos y accesorios

Instrumentos como la brújula y accesorios como la boya deco pueden ser importantes pero no tanto si se hace siempre buceo tutelado y en grupo. En cualquier caso, dado que llevar una boya deco es obligatorio para todo buceador en España, exíjala el lector al alquilar un equipo completo en el centro de buceo. Y apréndala a lanzar porque, si la necesita y no sabe, una elemento de seguridad se puede convertir en una trampa.

Finalmente, el ordenador sí parece importante pero no porque un ordenador alquilado tenga más posibilidades de fallo que uno privado, sino habida cuenta de que a mucha gente le cuesta o no sabe leer un ordenador al que no está acostumbrado.

Corolario

En este artículo no se han dado recetas concretas, sino que se han establecido algunas categorías útiles para que el lector conforme su propio criterio.

Si la variable fundamental fuera la higiene, todo lo que uno se mete en la boca debiera ser prioritario: regulador – snorkel (si se utiliza) y chaleco (por la boquilla del hinchador). Luego, lo que esté en contacto con la piel y ojos: traje – máscara – capucha – guantes y escarpines.

Si fuera el precio, la secuencia lógica ya se ha indicado en el artículo.

Curiosamente, quizá la (supuesta) mayor seguridad no debiera ser el criterio prioritario automáticamente. Pero, si lo fuera, un núcleo para reguladores INT y el chaleco probablemente estrían antes que la adquisición de un regulador. Aun siendo esto muy discutible, considere esta idea el lector. El ordenador sí debiera constituir una prioridad en los tiempos que corren con las nuevas generaciones de buceadores en cuya formación se ha prescindido del uso de tablas.

Si fuera el orden, una bolsa o arcón y el chaleco serían los elementos prioritarios.

No hace falta abrazarse a un único criterio. Simplemente, hay que considerarlos y luego mezclarlos al arbitrio particular de cada uno, pero considerando racionalmente lo que se hace, en qué orden y porqué.

Pero, en cualquier caso, relájese el lector y asuma las posibles e inevitables equivocaciones. ¡Mucho relax!

(1) – Frase de Antonio Machado, aunque Quevedo acuñara una parecida casi cuatro siglos antes: “solo el necio confunde valor y precio”.

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8 comentarios sobre “

Cómo, cuándo y qué –

COMPRAR EL EQUIPO DE BUCEO POR PRIMERA VEZ

  1. Buenas noches.
    Interesante artículo… en mi caso, me he comprado todo el equipo «ligero» y que no requiere mantenimiento»técnico», por llamarlo de alguna manera. Mi orden de adquisición fue de seguridad y obligación primero, así el ordenador, máscara, cuchillo para luego ya pasar a algo de higiene guantes, aletas y escarpines, y terminar con las obligaciones finales silbato y boya. Lo último ha sido la linterna, como extra para ver más cosas en el fondo.
    Comparto los criterios mencionados en el artículo que me servirán en organizar el orden de prioridad en las compras «mayores»

  2. Buenos días,

    Un gran artículo, en mi caso, el único material comprado (por el momento) ha sido la máscara. Por el simple hecho de mi fisionomía. Nariz gongoriana que implica, dolor en el puente nasal de todas las gafas de los centros de buceo.
    Siguiendo las recomendaciones de un sabio ( J Coronel) mi siguiente compra será la bolsa, no sólo para no perder material sino que, mi santa, me usa de «sherpa» y siempre es más grata esta tarea cuando sólo se transporta un bulto.

  3. Buena idea de artículo, duro de leer, no lo pude completar a pesar que quería, Exceso verborrea, axiomas.. falacias.. y continuas referencias a si mismo como «el autor», o «el que suscribe» resulta cansino. Da la sensación de leer la transcripción de un documental de Félix Rodríguez de la fuente. Total desacuerdo con los precios de material, ok con los precios de entrada y de ahí a donde quieras, pero eso precios medios…. no hay por donde agarralo: para comprar tu primer regulador, chaleco, traje, y ordenador, con gastar unos 250€ por cada uno, vas que ardes.
    Lo gota que colmó el vaso fue «Right click is disabled!» Si todos todos los autores que aprenden como desactivar el click derecho supieran el daño que se hacen a si mismos en sus blog… No hay nada peor que conseguir llamar la atencion del lector con un enlace a otro artículo del blog, que el lector lo quiera abrir en otra pestaña y no pueda (si no conoce control+click) porque el autor decidió tirar piedras sobre si mismo desactivado el click derecho. Esto está al mismo nivel que usar «comic sans».
    En resumen, «lo podía haber sido y no fue», porque ideas, ganas y conocimientos de la materia no le faltan. Pero la redacción y lo del click derecho lo joden todo.

    1. Los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente no han sido superados todavía en cuanto a interés y didáctica.
      Una generación entera de españoles fueron educados en el respeto, admiración y cuidado de la naturaleza con estos documentales.

      Para estimularse sin leer ya están los Tik Tok y similares.

      Muchas gracias por el halago.
      Un saludo.

      PD: Los enlaces a otros artículos debieran funcionar simplemente con un toque del botón izquierdo. El derecho no es necesario, salvo para otras acciones muy distintas.
      Los precios no son inventados, sino que están tomados de una tienda muy seria y popular. Distinta a la suya.

  4. Hola,llevo un tiempo leyendo tus artículos, desde el principio de hecho , me resultan muy didácticos. Yo llevo casi 3 años en esto del buceo y ya voy por 100 inmersiones, soy buzo Deep , tras poner en antecedentes de mi «experiencia» , yo tengo todo el equipo , salvo botellas, tengo hasta lastre propio ( porque siempre me peleaba en los centros de buceo con los cinturones) . Yo me compré por este orden el equipo : máscara ( aunque me ha costado 2 años encontrar la perfecta para mi ) , traje húmedo de 5mm con capucha íntegrada, escarpines , aletas y ordenador, esto fue lo primero, tras varias inmersiones y probar diferentes equipos alquilados, adquirí: chaleco, cuchillo , linterna , boya deco con spool y por último el regulador.Fui cogiendo más experiencia y titulación, buceo todo el año y también me compré un shorti para pleno verano y un semiseco , guantes y escarpines más gruesos para el invierno. Tras mi experiencia propia , creo que no lo hice mal del todo .Salvo las máscaras, que por mi fisionomía, me ha costado dar con la adecuada, en este caso una Beuchat maxlux, muy cómoda y se adapta muy bien a mi cara .Con el paso del tiempo he ido adquiriendo otros elementos muy útiles, una caja de trasporte rígida con ruedas , una bolsa de trasporte para aletas y demás cosillas para el trayecto del barco y un poncho , esto último es ,creo yo, muy útil, sirve como protección en el barco y para secarse y cambiarse de ropa en los centros de buceo o si buceamos de infantería.Espero ayudar con mi aporte .
    Sobre los precios ,los veo un poco desorbitados algunos , hay alternativas muy económicas y buenas por tiendas generalistas de deportes , no las nombro por no dar publicidad, pero mi 5 mm. con capucha es de ahí y estoy muy contento , mi cuchillo , guantes , bolsa de trasporte y poncho también son de esa tienda .

  5. Los escarpines son pieza fundamental al hablar de la higiene, me sorprende que no lo haya considerado como tal: pies+calor+humedad=pie de athleta.

    Saludos.

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