En esta entrega se abordarán algunos conceptos necesarios y también algunas cuestiones sobre los que generalmente el buceador suele tener dudas, generalmente sin llegar a obtener respuestas.
Para no alargar en exceso el presente texto, estos comentarios útiles sobre reguladores partirán del supuesto de que el lector sabe a qué se llama regulador y las partes básicas que lo componen.
El problema
¿El lector necesita saber cómo funciona exactamente la caja de cambios o el cárter de su automóvil para conducirlo funcionalmente y con seguridad? Aunque no sobraría, no parece imprescindible, ¿verdad?
Pues de igual manera, en el ámbito del buceo, tampoco parecen muy necesarios los esquemas mecánicos sobre cómo funcionan los distintos tipos de reguladores que llenan los cursos que se imparten y las páginas de Internet. De pistón, de diafragma, compensados, no compensados, sistemas variopintos de todos los colores, sabores y olores …. por no hablar de los infinitos acrónimos de sistemas e inventos exclusivos que prometen el paraíso y que tanto gustan a los departamentos de marketing de las también infinitas marcas.
Esto puede estar muy bien para el que desee indagar técnicamente en el tema, pero no para el buceador recreativo en general, que suele quedar aturdido con información en realidad prescindible para la práctica de su actividad, acabando por renunciar a entender casi nada para acabar dejándose llevar por recomendaciones de otros con «más experiencia» pero que frecuentemente están en una posición similar. (Si alguien albergara alguna duda sobre esta afirmación, la próxima vez que vaya a un centro pregunte a cualquier buceador al azar en qué se basa el sistema de compensación de un regulador, a ver qué contestación obtiene).
Y, sin embargo, tras ese esfuerzo baldío, muchas veces se obvian conceptos que sí serían útiles en la práctica común.
Pero empecemos por el principio.
¿Qué es realmente un regulador?
Un regulador de buceo es un conjunto de dos aparatos mecánicos (1ª etapa y 2ª etapa) unidos por un latiguillo o manguera, que reduce la presión del gas que hay en la botella hasta otra presión que se pueda respirar a la profundidad a la que se esté. Ni más, ni menos.
A la 1ª etapa va conectadas adicionalmente una segunda etapa duplicada y otros elementos que no son propiamente del regulador ya que no sirven específicamente para disminuir la presión, sino para medirla (latiguillo con manómetro) o para otros propósitos que requieren inyectar gas en ellos (latiguillo con dispositivos de flotabilidad), aunque frecuentemente se le llame regulador a todo el conjunto.
La escalera de presiones
La mencionada reducción de presión se hace en dos pasos:
- la 1ª etapa reduce la presión del gas de la botella hasta una presión inferior llamada «presión intermedia», ─ PI ─. Deseablemente, esta presión intermedia debiera ser lo más continua y estable posible.
- La 2ª etapa reduce dicha presión intermedia del gas que recibe, desde la 1ª etapa a través del latiguillo, hasta la presión ambiente (dependiente de la profundidad), que es a la que el buceador podrá respirar.
Según lo dicho en el punto anterior, tendremos:
Presión de la botella ⇨ Presión Intermedia (PI) ⇨ Presión ambiente respirable.
El objetivo final
El objetivo de todo regulador debiera ser ofrecer un caudal volumétrico de gas (medido en litros/minuto) suficiente a cualquier profundidad y requiriendo del buceador el menor esfuerzo inspiratorio posible.
El mecanismo de un chupete
Por complejo que pueda parecer todo esto, lo primero que todo buceador debe meterse en la cabeza es que su regulador, por sofisticado que sea, es en realidad algo mecánicamente muy sencillo, muy fiable y muy robusto, que ha variado muy poco desde que se inventó y que podríamos asimilar por su sencillez a lo que popularmente se conoce como «el mecanismo de un chupete», sobre todo si lo comparamos con aparatos alternativos con un reciclador o rebreather.
También debe saber que, aunque como en todo siempre hay cosas mejores y peores, con excepciones que pudiéranse contar con los dedos de una oreja, todos los reguladores del mismo tipo son muy parecidos en cuanto a cómo funcionan. Nunca se puede afirmar que «visto uno, vistos todos», pero casi. Porque ninguno tiene un funcionamiento que le diferencie sustancialmente del resto. Las diferencias, que posteriormente se verán, van por otro lado.
Lo «sorprendente»
Lo que a continuación se dirá es algo subjetivo de quien escribe. Aunque sea un mecanismo muy sencillo, lo que sorprende es que los ajustes de presión en la 1ª etapa, que requieren aperturas y cierres de válvula, se producen continuamente a una velocidad y frecuencia que puede llegar a casi 2.000 veces en una inmersión recreativa convencional.
Dicho esto, las tóricas dinámicas que hacen estancos los distintos compartimentos interiores de las primeras etapas soportando presiones diferenciales enormes y sometidas a los movimientos y rozamientos continuos de tal cantidad de movimientos durante años, sin perdida sustancial de propiedades, sorprenden todavía más.
Lo que el buceador siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar
¿Cuánto gas se puede extraer respirando de una botella no presurizada?
Obviamente no se puede hacer el vacío respirando de una botella no presurizada, aunque sí extraer algo de gas. ¿Cuánto? Los pulmones al inhalar pueden llegar a vencer una presión de sólo unos 0,14 bar aproximadamente (equivalentes a 1,4 – 1,5 metros de profundidad).
Es por ello que se puede respirar de un tubo o snorkel sólo con el culete asomando por la superficie. Si se dispusiera de uno más largo, la cosa se pondría más dura hasta unos 1,5 m de profundidad, en donde respirar estaría sólo al alcance de algún prodigio físico. Incluso prescindiendo de la resistencia o pérdida de carga producido por el diámetro y el material del tubo, a partir de los 2 metros, ni James Bond podría.
¿Con cuánta presión en la botella deja de dar gas un regulador?
La pregunta del millón. ¿Tiene que estar totalmente vacía una botella para que el regulador deje de dar gas? Y, en caso negativo, ¿con cuánta presión deja de hacerlo? Esta pregunta sin concluir respuesta alguna se la hacen incluso buceadores con mucha experiencia.
Independientemente que no se puede hacer el vacío en una botella, como se ha visto, la 1ª etapa del regulador reduce la presión del gas que hay en la botella a una presión intermedia para, finalmente, volverla a reducir hasta la presión ambiente, a la que se respira.
Cuando la botella llega a una presión equivalente a la suma de la presión intermedia más la presión ambiente, la válvula que deja pasar el gas no puede cerrarse y por tanto, no puede cortar el flujo de gas desde la botella ya que no puede oponer la fuerza suficiente para contrarrestar la que ejercen las anteriores presiones. Botella y primera etapa quedan así comunicadas, por lo que en el interior de la primera etapa la presión intermedia irá decreciendo a igual medida que lo hace la de la botella, haciendo necesario un esfuerzo inspiratorio cada vez mayor, hasta llegar a la presión ambiente (que es a la que respira el buceador). A partir de ahí, el buceador no obtendrá gas, salvo que ascienda (se reducirá la presión ambiente y el regulador volverá a dar algo más de gas).
Si, según lo dicho en los párrafos anteriores, se considera la presión que los pulmones al inhalar pueden llegar a vencer, rizando el rizo la respuesta debiera ser que el buceador dejará de poder respirar de su botella si ésta llega a la presión ambiente, restándole 0,14 bar.
El mito del alquiler
Al ir de viaje de buceo, mucha gente alquila todo el equipo en el lugar de destino … menos su regulador, que le acompañará sin separarse de él.
Pero en realidad, al ser una pieza tan fiable y dura ¿está justificada esta supuesta desconfianza en los reguladores ajenos? Es normal que a mucha gente no le haga gracia meterse en la boca una segunda etapa alquilada por mera higiene. Pero salvando esto, ¿por qué no fiarse de un regulador alquilado?
Se podría argumentar que un centro puede obviar las debidas revisiones, teniendo sus reguladores en malas condiciones. Pero, puestos a obviar, tampoco parece que los particulares muchas veces lleven a revisar sus reguladores cuando debieran.
¿Cuánto tiene esto de psicológico? ¿está justificado? El lector deberá evaluarlo.
Sobre los tipos de Primeras Etapas
Aunque existen algunos tipos muy inhabituales (servopilotadas, de cúpula, etc.) los dos tipos generalizados son: de pistón y de membrana.
Dentro de ambos tipos, a su vez pueden ser de dos clases: Compensadas y No Compensadas (también llamados balanceadas y no balanceadas, en una lamentable traducción directa del inglés «balanced«).
Sin embargo, en la actualidad no se comercializan primeras etapas de Membrana No Compensada, por lo que, en la práctica, se podrá elegir sólo entre tres posibilidades:
- Pistón No Compensado;
- Pistón Compensado y
- Membrana Compensada.
Como se ha dicho en la introducción de este artículo, no se entrará en el funcionamiento mecánico de cada uno por ahora. El buceador recreativo ─ sin techo ─ debe saber que todos son suficientes y seguros para el tipo de buceo que va a practicar.
Pero ¿cómo se pueden distinguir entre los distintos tipos de primeras etapas sin leerse el manual de cada una? A simple vista se diferencian en casi la totalidad de los casos (alguna rara excepción hay) porque el cuerpo de las etapas No Compensadas suele estar alineado con la conexión a la botella, mientras que las Compensadas (da igual si son de Pistón o de Membrana), son perpendiculares.
Sin embargo, aunque cada uno de estos tipos tiene sus ventajas e inconvenientes, hay uno de ellos que presenta una desventaja para la mayor parte de sus usos posibles:
El rendimiento de un regulador de Pistón No Compensado no es siempre el mismo, sino que varía según se va vaciando la botella.
Y esto es un inconveniente porque cuando la botella está a menor presión, el caudal disponible es también menor y, por tanto, el esfuerzo inspiratorio es mayor. Para que el lector se haga una idea, un regulador de Pistón No Compensado puede pasar de dar 1.750 litros por minuto de caudal con la botella llena a 200 bar, a dar 750 l/min cuando la botella está a 50 bar. Un diferencia muy apreciable que, si bien en el buceo recreativo sin techo no es crítica, en otros tipos de buceo más complejos, si lo es.
Por contra, los reguladores de Pistón No Compensado son más sencillos mecánicamente que los Compensados, por lo que son utilizados tanto para usos concretos en los que prima la sencillez por encima de las prestaciones, como en muchos centros de buceo ya que son más baratos, se desajustan menos y requieren un menor mantenimiento.
En cuanto a las diferencias entre un regulador de Pistón Compensado y de Membrana Compensada, la única diferencia que en principio debe considerar el buceador de a pie ─ o de aleta ─ es que en los de pistón el agua entra dentro de una de las cámaras del regulador, mientras que el interior de los de membrana queda seco (aunque algunos dejan expuestos los muelles que presionan la membrana).
Esto no debe ser nada crítico para el buceador tipo, indicando que muchísimos buceadores técnicos suelen utilizar primeras etapas de Pistón Compensado (concretamente tipo Scubapro MK25 y similares). El Autor, por contra, prefiere las que están totalmente selladas (tipo Apeks DST). Pero es opinable y, generalmente, irrelevante.
A vueltas con la torreta
Hay otra característica a considerar. Las primeras etapas normalmente se fabrican como un único volumen monolítico. Sin embargo, existen primeras etapas con torretas giratorias.
En este caso, el volumen de la etapa se divide en dos partes de tal manera que una gira sobre la otra, sellándose el movimiento mediante una junta tórica intermedia.
El marketing promete con ello un gran flexibilidad y adaptabilidad a cualquier configuración. Quien esto escribe, aun reconociendo alguna ventaja en ciertas configuraciones concretas (como en la etapas o stages) sólo ve en esta característica un posible e innecesario aunque muy raro punto de fallo.
El escondido 5º puerto
Los reguladores generalmente tienen las salidas de alta y baja presión (llamadas en la jerga «puertos») rodeando su perímetro lateral. Sólo hay algunos que tienen además puertos en su base.
Si bien esta característica no es fundamental para una configuración recreativa normal, para determinadas configuraciones técnicas con bi-botella, son importantes. Aunque por ahora el lector recreativo no debe considerar como necesaria esta característica, quédese con ella en la cabeza a la hora de comprar regulador porque quizá ni él mismo sepa si acabará dando el salto al buceo técnico.
¿Es más importante la 1ª etapa que la 2ª?
Eso es lo que cree la mayoría de la gente que se compra reguladores, gastando mucho dinero y eligiendo el regulador por su 1ª etapa. Parece que la complejidad del conjunto se concentra en la 1ª etapa, relegando la 2ª a un segundo plano. Pues se equivocan.
La misión de una 1ª etapa es únicamente DAR UN CAUDAL DE GAS CONSTANTE A UNA PRESIÓN DETERMINADA por la profundidad. Y esto se puede conseguir con modelos muy sencillos y baratos.
Más complicada es la función de la segunda etapa, que debe dar al buceador el gas a demanda, con un flujo suficiente a cualquier profundidad, a su gusto personal, con el menor esfuerzo inspiratorio y en las mejores condiciones posibles.
Se podría decir que la percepción, el confort y las prestaciones finales del regulador dependen mucho más de la 2ª etapa que de la primera.
Un octopus más barato y de peor calidad
La mayoría de los buceadores suelen llevar un octopus más barato y de peor calidad que la reluciente y sofisticada 1ª etapa principal de la que ellos van respirando. Muchas veces, utilizan para este propósito etapas viejas o sobrantes. Y, sin embargo, esto es un error importante.
Porque una cosa es que el octopus sea un modelo sencillo y poco propenso al fallo y otra es que, como es lo habitual, se lleve una etapa de menor calidad, peor mantenida y, para colmo, a veces arrastrándola por el fondo marino hasta el punto de alojar en su interior fauna marina permanente.
Además, muchos buceadores nunca respiran de su octopus, ni lo comprueban antes de la inmersión (sólo verifican que la botella da gas con su etapa principal), de tal forma que no saben si está en buenas condiciones, o no. (Además de comprobarlo antes de sumergirse, una buena práctica es acostumbrarse a respirar de ambas segundas etapas en cada inmersión, al menos un ratito).
Se olvida que el octopus es un elemento DE SEGURIDAD, es decir, lo que no puede fallar de ninguna manera en caso de accidente. Si falla, no hay una tercera etapa a la que recurrir.
Por tanto y al contrario de lo que se suele hacer, el octopus debe ser la etapa más fiable, de mejor calidad y mejor mantenida del equipo. Si el buceador se empecina en llevar una etapa cochambrosa para ahorrar, que sea por lo menos de la que respire durante la inmersión.
¿Utilizar boquillas no convencionales?
La boquilla también forma parte del sistema y hay que darle cierta importancia. Incluso hay que revisar periódicamente la brida plástica que sujeta la boquilla al cuerpo de la Segunda Etapa del regulador. Su rotura y consiguiente pérdida de la etapa es un incidente que puede ser grave para buceadores no entrenados en resolver incidentes.
Además de esto, una boquilla perforada o rajada es una de las causas más frecuentes de entrada de líquido en la segunda etapa ─ con el consiguiente trago de agua para el buceador ─ .
Además, una boquilla inadecuada puede ser la causa del llamado «estrés mandibular», origen de tensiones en la mandíbula que causan una gran incomodidad e, incluso, lesiones y estrés general en el buceador, con las consecuencias consiguientes.
Hay dos tipos: las convencionales y las palatales. Dentro de las convencionales están las termoformables tipo JAXⓇ, más largas y adaptadas a su dueño.
La inmensa mayoría son convencionales. Algunas personas sienten nauseas con boquillas palatales o no se adaptan a ellas. Ello lleva a tener que hacerse la siguiente pregunta:
¿se debe utilizar una boquilla palatal o una conformada y larga adaptada al buceador en el regulador que se debe donar?
Si se considera donar el octopus, como muchas certificadoras enseñan, da igual qué tipo de boquilla se emplee en la etapa principal. Pero si se dona el regulador del que se respira (como se debiera, puesto que el compañero en pánico irá directo a por el regulador que se tiene en la boca), ello debiera excluirlas porque el buceador donado puede no tolerarlas o serle incómodas o extrañas. Y en una situación de mucho estrés, esto no parece lo más conveniente. Simplemente se enuncia este problema, dejándolo a la consideración del lector.
Los latiguillos
Si hay un elemento del conjunto al que no se le suele dar importancia, ése es el latiguillo o manguera. Pero la tiene, y mucha.
Para empezar, un latiguillo defectuoso es una de las causas más frecuentes de fallo ─ incluso catastrófico ─ debajo del agua. Cuidado con los latiguillos en mal estado o muy viejos. La foto que se adjunta fue tomada por quien esto escribe este mismo verano y no es un problema del revestimiento, sino que estalló con estruendo delante de todos, afortunadamente en superficie.
Se suelen renovar y descartar sólo los latiguillos cuando fallan o presentan deficiencias muy aparentes. E incluso presentándolas, hay muchos que no los descartan, especialmente buceadores «resabiados».
EL LATIGUILLO ES UN CONSUMIBLE que debe ser renovado periódicamente, aunque no presente defectos aparentes.
Para dar al lector un orden de magnitud del tiempo a partir del cual debe renovar todos sus latiguillos, según la última normativa europea se deben cambiar cada cinco años como máximo (aunque ésta es una de esas normas que no se sabe cómo se van a aplicar).
Una buena práctica es inutilizar el latiguillo que se descarte, cortándolo en dos partes para evitar ulteriores tentaciones de volverlo a utilizar.
Las conexiones más peligrosas
Hay latiguillos por los que discurre gas a alta presión (conectados a los puertos de la primera etapa HP o High Pression) y latiguillos por los que pasa gas a baja presión, conectados a los puertos LP o Low Pression.
Si se preguntara a buceadores recreativos tipo sobre cuál de los dos sería más peligroso si alguno estallara, la mayoría respondería que, por supuesto, los de alta presión porque se perderá más gas y más rápidamente.
Pues es al revés. Al contrario de lo que intuitivamente parece, los latiguillo cuyo fallos son más peligrosos, no son los de Alta Presión, sino los de Baja Presión.
Ello es porque, aun estando el gas que discurre por los primeros a presiones muy altas, en realidad lo hace a través de agujeros muy pequeños, por lo que el caudal o cantidad de gas que se pierde por ellos en caso de fallo es muy inferior al que se perdería por los de Baja Presión, con menor presión pero secciones mucho mayores.
Esto también se ha tratado profusamente en un anterior artículo titulado «Quedarse sin aire, la pesadilla del buceador: LA PÉRDIDA TOTAL DEL GAS».
Latiguillos abrasivos
Existen fundamentalmente dos tipos (el convencional con revestimiento de goma y el MiflexⓇ (marca con el que se conoce a los latiguillos con revestimiento de nylon trenzado).
Los primeros presentan una funda de goma y en su interior, una tela y más goma.
Los segundos son de poliuretano termoplástico (TPU) con revestimiento exterior de naylon trenzado. Tiene la ventaja de ser más resistente y flexible que los convencionales, soportando mejor la torsión que los latiguillos de caucho clásicos. Por contra, quienes lleven latiguillos cerca del cuello desnudo, comprobarán en su piel lo abrasiva que puede ser su superficie.
Estos latiguillos fueron objeto en el pasado de un problema muy serio que provocó accidentes graves: en ciertas partidas, su revestimiento interior cristalizaba y lo obstruía, dejando al buceador sin gas repentinamente. Al parecer, este problema está solventado en la actualidad.
Protectores que ocultan
La mayor parte de los latiguillos (casi todos los convencionales de goma y algunos trenzados) vienen dotados de una protección de plástico en sus extremos, principalmente el que se conecta a la Primera Etapa. Dicha protección tiene por objetivo evitar doblados excesivos y cortes de la goma con sus propios casquillos metálicos. En la siguiente imagen se pueden ver latiguillos con y sin protector, apreciándose la tendencia de los últimos a doblarse por su base más que los primeros.
Pero estas piezas, si bien protegen, también ocultan a veces corrosiones y abombamientos del latiguillo. Lo ideal sería colocarlos en los extremos sólo al ir a bucear y desplazarlos hacia el centro al endulzar y mantener el equipo, pero nadie lo hace porque no se percibe como un problema. Los buceadores técnicos reniegan de ellos por innecesarios, pero si el lector recreativo desea imitarlos, no los tire porque a lo peor cambia de opinión.
La ruta correcta
Además de cuidar eventuales corrosiones, limpieza, etc., la mejor medida para proteger los latiguillos es no obligarles con curvas excesivas debidas a la disposición de los reguladores. Lo que se denomina en la jerga «enrutamiento».
Quien esto escribe cambió sus viejas y queridísimas primeras etapas APEKS DS4 porque la disposición de sus salidas hacía que el enrutamiento de algunos latiguillos fuera muy forzado para según qué configuraciones técnicas. La rotura de dos de ellos mientras buceaba le acabó de convencer. En cambio, para configuraciones recreativas, son perfectos.
Cuidados del regulador
No dejarlo al sol demasiado tiempo, no darle golpes, estibarlo en un lugar seco y con los latiguillos colgando sin deformarlos …. todo esos consejos habituales que se leen en los manuales son correctos, pero antes de ellos debiera estar el cuidado lo que va a entrar dentro del regulador.
Por ello, hay que ser consciente de la calidad del gas que contiene la botella que se va a conectar a nuestro querido y cuidadísimo regulador. Siempre, pero más aún cuando se utilizan botellas cargadas en sitios desconocidos, compresores de barcos «vida-a-bordo» o en centros «garajeros».
Por ello, al llegar a un sitio nuevo, antes de conectar nuestro regulador a la botella que nos adjudiquen, tómese un pañuelo o una mascarilla de las usadas durante la pandemia de la CoViD disponiéndola delante de la boca de la botella, abriendo ésta a continuación durante unos segundos.
Una vez terminada la operación, si el pañuelo o similar presenta alguna mancha marrón de óxido, por leve que sea, devuélvase educadamente la botella y húyase del lugar. Si pasa esto, a nadie se le ocurra conectar su preciado regulador a esa fuente de podredumbre. En el mejor de los casos, le someterá a un deterioro importante, cuanto no se expondrá el propio buceador a un problema debajo del agua.
El ¿secado?
Otra fuente de contaminación interna suele ser producida por el propio buceador al intentar secar la primera etapa después de la inmersión. Al volver de bucear, son muy habituales los molestísimos silbidos en el barco o el centro de gente que utiliza su botella para secar su regulador.
¡No se seca soplando con el aire de la botella la conexión del regulador! Sólo se limpia el tapón soplándole con la boca.
A veces dan ganas de escribir esta frase en la frente de algún compañero con el sobredimensionado cuchillo mata-tiburones que lleva. Al margen de la molestia acústica con la que se tortura los sensibles oídos del prójimo, lo único que se consigue es introducir en el propio regulador el agua que pueda haber en su exterior, obteniendo exactamente lo contrario de lo que se pretende.
Los endulzados perjudiciales
El endulzado tiene por objeto diluir el salitre del agua del mar depositada en el equipo para evitar su cristalización.
Sin embargo, muchas veces se bucea en lugares con aguas «duras», esto es, con un apreciable contenido de cal (un ejemplo es la costa Este española). En estos casos, al aclarar el equipo con esas aguas duras, lo que se está haciendo es sustituir el salitre por la cal, mucho más nociva para el equipo y difícil de eliminar posteriormente.
Quien esto escribe bucea habitualmente en un lugar con estas características y prefiere no endulzar el equipo de un día para otro. De vez en cuando o al final de la temporada, compra garrafas de agua para beber (mejor de las no mineralizadas y más baratas que el agua destilada) y somete a su equipo a un endulzado prolongado. En verano se puede acopiar el agua procedente de la condensación de los aparatos de aire acondicionado de casa para este propósito, matando dos pájaros de un tiro. Mucho cuidado con la cal del agua.
La conexión maltratada
Existen dos tipos de conexiones: la INT (Internacional) y la DIN. A su vez, la DIN puede ser DIN 200 ó DIN 300. Este asunto ha sido tratado muy extensamente en un artículo anterior titulado «A vueltas con las roscas: ¿INT o DIN? … ¿DIN 200 ó DIN 300?«. Sería estéril repetir lo ya dicho, por lo que nos remitiremos al citado artículo.
Quédese el lector con que todas las conexiones posibles son suficientemente seguras.
Sólo recalcar que el ajuste del regulador en la botella, apretando la bola del estribo INT o la rueda del DIN, se debe hacer con la fuerza que ejerzan sólo tres dedos, no la mano entera. La presión del gas al abrir la válvula presionará la tórica intermedia y producirá la estanqueidad deseada.
La gente que aprieta el estribo o la rueda DIN como si fuera lo último que fuera a hacer en su vida, lo único que consigue es deformar la junta tórica interna y aumentar enormemente las posibilidades de que falle, que es exactamente lo contrario de lo que pretende. Todo esto y mucho más sobre este asunto se ha tratado en un anterior artículo titulado «COMPROBACIÓN DEL MATERIAL: ABRIENDO LA BOTELLA«, que se recomienda leer.
El tapón que no tapa
Tampoco es infrecuente ver introducir un regulador en una pila de endulzado sin su tapón puesto. Si sucede, el interior del aparato probablemente se habrá llenado de agua, lo que provocará corrosión interna y deterioro general.
Si esto ocurriera por descuido, conéctese inmediatamente el regulador a una botella, ábrase ésta y póngase un rato en flujo libre las dos segundas etapas para intentar secar el interior. Al acabar, récese piadosamente para que no haya llegado el agua al manómetro y fustíguese la espalda desnuda el propio buceador con alguno de los latiguillos para que esto no vuelva a pasar.
Un fabricante (Mares Ⓡ) ha patentado un sistema denominado AST System que cierra la conexión de la Primera Etapa si no está presurizada, impidiendo cualquier posible entrada de agua. Independientemente de que ello pueda ser un nuevo punto de fallo buceando, habría que preguntarse si tal sofisticación está justificada para sustituir a un simple tapón o, lo que es peor, para sustituir a la disciplina y atención del buceador en el cuidado de su equipo.
Revisando las revisiones
Cada fabricante aconseja revisar el regulador cada determinado tiempo. Aunque muchos buceadores rebasan con creces estos plazos, no será este Autor quien diga lo contrario por cuestiones de responsabilidad.
El estándar es:
- Cada año o 100 inmersiones: comprobación del regulador. Puede o no requerir la sustitución de piezas o incluso una revisión completa del regulador.
- Cada 2 años o 200 inmersiones: revisión completa del regulador. Requiere, como mínimo, la sustitución de todas las piezas incluidas en el kit de servicio.
A este respecto, sólo cabe aconsejar que dichas operaciones sean realizadas por algún Servicio Técnico autorizado por la marca. Hay gente que se revisa sus reguladores, alguna con conocimiento y otra sin él. Mucho cuidado con los McGuivers.
Es muy importante utilizar los kits de mantenimiento en lugar de comprar piezas de repuesto individuales de terceros o, incluso del propio fabricante por las siguientes razones:
- Es crítico que el tamaño de las juntas tóricas sea exactamente las especificadas por el fabricante. La menor variación de tamaño puede hacer que el regulador no funcione correctamente. El uso del kits de mantenimiento garantiza que todas las juntas tóricas tengan el tamaño exacto.
- El montaje de todas las piezas de repuesto requeridas tiene una alta probabilidad de error. El uso de kits de mantenimiento garantiza que todas las piezas requeridas serán reemplazadas.
- El buceador debe exigir que se le devuelvan las piezas reemplazadas junto con el envase del kit de mantenimiento (en el que consta descrito su contenido), para asegurarse de que todo corresponde. Es una buena práctica que el técnico inutilice todo lo sustituido ─ cortando las tóricas, por ejemplo ─, para evitar cualquier tentación de reutilizar nada.
Los fabricantes incluyen un «manual del propietario» o del usuario con cada regulador vendido. Éste contiene una sección donde cada servicio rutinario o no rutinario debe ser documentado, siendo ésta una exigencia para que la garantía siga en vigor. Cualquier alteración o manipulación indebida anula la garantía.
Qué bueno y que interesante,he aprendido
muchas cosas.Muchas gracias
Me ha encantado leer tu artículo. Y la satisfacción es doble porque leo que mi curso fue muy bien aprovechado por mi alumno más aventajado.
Sólo quisiera matizar un pequeño punto y es que el único perfil en «L» es el de las 1ªs etapas de regulador de pistón compensado; las de membrana compensada pueden ser perfectamente cilíndricas, como la Mares MR12.
Se encontraba a faltar un artículo así, que iluminara ese pasaje oscuro de los reguladores de buceo
¡Enhorabuena y muchas gracias!
Muchas gracias por el artículo (y por todos los anteriores!). En relación a cuando un regulador deja de dar aire, yo tenía entendido que las primeras etapas que hay en el mercado funcionan en modo «normalmente abierto». Es decir, que si no hay presión están abiertas. Una vez que se abre el grifo y la botella tiene presión, es cuando la válvula queda sellada hasta que decae la presión intermedia (al respirar) y se vuelve a abrir hasta recuperar la presión intermedia.
Dicho esto, si un regulador está por debajo de su presión intermedia, digamos 15 atm (10 atm más 5 del entorno, como en el ejemplo), ¿esa primera etapa no pasaría a quedar abierta?
Al margen de eso, evidentemente luego están las segundas etapas. Entiendo que una segunda etapa no compensada, se pondrá cada vez más «dura» si la presión intermedia está por debajo de aquella para la que se ajustó (p.ej., las citadas 10 atm más la presión del entorno) por lo que aunque la primera etapa dejase pasar aire a una presión más baja, el esfuerzo respiratorio sería notable. Sin embargo, ¿y si la segunda etapa es compensada? ¿no debería ser el esfuerzo respiratorio independiente de la presión intermedia?
Comento todo esto porque yo pensaba (puede que erróneamente) que una primera etapa cualquiera junto con una segunda etapa compensada, te dejaría «apurar» la botella hasta casi el final.
Me temo que no es así. Pero también me temo que para la explicación tendrás que esperar a un próximo artículo sobre el funcionamiento de los reguladores.
Un cordial saludo y gracias por el comentario.
G.
De acuerdo, la verdad es que es algo que me he preguntado bastantes veces y tengo curiosidad. Agradeceré mucho una explicación cuando esta llegue. Entretanto, a ver si un día puedo hacer la prueba en superficie con un manómetro de presión intermedia para ver que pasa cuando la presión de la botella cae por debajo de la presión intermedia.
Te escribo para agradecerte de nuevo tu comentario. Lo he estado estudiando y tienes toda la razón. Yo estaba equivocado.
He rectificado el contenido gracias a tu interpelación.
Gracias y un cordial saludo.
Gracias a ti por tener en cuenta el comentario. Me alegro de ayudar con un granito de arena en este genial blog,
Fantástico compendio para conocimientos de reguladores. Enhorabuena y gracias.
Con respecto al apartado sobre el 5⁰ puerto de salida que proporcionan algunos modelos, según indican las especificaciones, al parecer proporcionarían hasta un 20% más de caudal. Esto siempre me ha resultado extraño pues no sé como por ese puerto puede estar «tarado» el flujo para dar esa característica. (O como ocurre). Me he quedado con «la miel en los labios» en este enunciado específico ya que solo mencionas su existencia pero no su explicación, utilidad, funcionamiento y aplicación específica.
Muchas gracias
Intentaremos responder tus dudas en un próximo artículo sobre el funcionamiento de los reguladores.
Un cordial saludo y gracias por el comentario.
G.
Buenas tardes Gualdrapa.
Lo primero darte las gracias por la dedicación que pones en el blog y animarte a que continúes con él.
Como dice Ramón Verdeguer, hay muchas primeras etapas de membrana y alguna de pistón compensado que la entrada del gas va en la misma línea de entrada de la primera etapa. Por otro lado, cuando dices que una de las diferencias de pistones y membranas es que en las membranas no entra el agua en el mecanismo, no estoy de acuerdo, el agua entra en el mismo sitio, en la cámara del muelle para suplementar de esa manera la P.I de regulación inicial con la presión hidrostática, exactamente igual en ambos caso aunque entre por diferente sitio.
Lo dicho, enhorabuena por el blog.
Saludos.
Miguel
Hola Miguel.
Efectivamente, hay algunas primeras etapas compensadas cuya entrada de gas está alineada con el eje longitudinal del cuerpo, pero no tantas. Son excepciones. Lo general es que sean perpendiculares. Ya se ha apuntado esto en el texto del artículo a raíz del comentario de Ramón Verdaguer.
Por otro lado, también se dice en el artículo que en algunas etapas de membrana el agua entra en el alojamiento del muelle, como bien apuntas. Pero esto no sucede en todas, ni mucho menos. Por ejemplo, las APEKS DS4 o DST están totalmente selladas. Y en muchísimas más. No entra nada en ningún sitio.
Gracias por tu comentario y por los ánimos (que no sobran).
G.
correcto, pero no entra agua porque se le añaden piezas para conformar la cámara seca, es decir a la US4 de Ápex se le añade la cámara seca y se combierte en DS4. Del mismo modo, la cressisub MC9 cuando le añadimos el kit de cámara seca, se combierte en MC9 SC (Sealed Chamber).
gracias por la contestación. Te seguimos leyendo con interés.
Un saludo.
Miguel
Lo primero felicitarte por el blog, en lo concerniente al endulzado yo lo hago siempre que sea posible con el regulador presurizada para que le entre el agua.
Un saludo
Excelente práctica … que no hace casi nadie. Y es que es complicada en los centros en los que recogen las botellas y reguladores por separado.
Y también porque confiar en el taponcito es mucho más cómodo.
Pero sí, es muy conveniente siempre que se pueda.
Gracias por el acertado comentario y un saludo.
G.
Para que no le entre agua en el interior quise decir.
Excelente articulo y muy ameno para los que somos ignorantes curiosos que deseamos serlo un poco menos. Se agradece enormemente el tiempo dedicado a escribir joyas como estas. Quedo a la espera de la segunda parte continuación te este magnifico articulo.
Mil gracias por el esfuerzo y gran trabajo.
Fabuloso todo como siempre,gracias por todo el tiempo dedicado.
Hola saludos
Siento comentar tarde pero he descubierto el artículo hoy, mi pregunta es que sucede si una primera etapa esta tarada a 9 ATM y le
conecto una segunda proveniente de otra primera etapa que estaba tarada a 9’6 ATM, de momento no me ha entrado en flujo contínuo, quizás es porque la diferència en el ajuste no es lo suficientemente grande para representar un problema a profundidades moderadas?
Hola
Entiendo que si la segunda ahora recibe una menor presión de la primera, el flujo continuo será más improbable.
Pero no hay nada como ajustar las dos para que funcionen como debieran.
Un saludo.
G.
Me ha parecido muy instructivo e interesante.
Muchas gracias por compartir e instruirnos.