Buceo en altura
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Buceo en altura
Buceo en altura

El buceador común tiende a pensar que bucear en altura sólo requiere de un pequeño ajuste inicial en el ordenador, pues lo único diferente es la presión atmosférica fuera del agua y no le suele parecer que el hecho de que la presión del aire sea un poco más baja vaya a influir mucho en la inmersión. Un detalle. Y que todo lo que hace buceando a nivel del mar es aplicable.

Pues se equivoca. Tiene muchísima influencia en contra de lo que intuitivamente se pueda pensar. Como veremos, casi se llega a tratar de otro tipo de buceo, con otras reglas.

Un cierto conocimiento general de las diferencias respecto del habitual buceo a nivel del mar no sólo es imprescindible para quienes pretendan bucear a más de 300 m de altitud, sino para todos ya que aquellas arrojan luz sobre muchas cuestiones del buceo en general.

No entrándose en pormenores de cálculo, en este artículo (1) se pretende ofrecer los conceptos generales que todo buceador recreativo debiera conocer.

Qué es el «buceo en altura»

Buceo «en altura», buceo «de altura» o buceo «en altitud» es aquel que se realiza en un lugar en el que la superficie del agua está a mayor altura que el nivel del mar.

Sin embargo, aunque distintas certificadoras mencionan distintas cotas (hasta 700 m), lo habitual es considerar buceo en altura a todo aquel que se produzca a más de 300 m de altitud respecto del nivel del mar.

Por debajo de dicha altitud, son directamente aplicables las tablas y procedimientos habituales que a todo el mundo enseñan en su formación de buceo. Por encima de ella se debieran aplicar siempre las correcciones y consideraciones que se verán en este texto.

¿Cuánta altura es «en altura»?

Como para bucear suele ser deseable que haya agua, obviamente el buceo en altura depende de la existencia de lagos o sitios buceables. Y, en ese sentido, existen lagunas y lagos por encima de los 6.000 m de altitud. Quienes tengan curiosidad, pueden verlo en este enlace.

De hecho, el record de buceo en altura lo ostenta a fecha de este artículo un buceador y médico húngaro llamado Erno Tósoki quien el 21 de febrero de 2016 se sumergió en un lago situado en Ojos del Salado (Chile) a una altitud de 6.380 metros sobre el nivel del mar. El anterior record se produjo 35 años antes en una inmersión realizada en 1982 por Johan Reinhard en el lago Licancabur a 5.850 m. Como se verá, estas cosas no se hacen todos los días.

Al contrario que a la cerveza negra, en este blog no somos especialmente aficionados a los records Guinness, pero estos datos se mencionan para ilustrar la extrema dificultad de este buceo habida cuenta de que la única inmersión realizada por Tósoki se produjo a una profundidad máxima de 2 m y duró 10 minutos, habiendo supuesto a este buen señor 5 años de estudio y preparación (al parecer es médico de profesión), además de un equipo de buceo muy específico, muchos días de aclimatación, una infraestructura muy compleja, gases especiales y procedimientos de administración de oxígeno antes y después de la inmersión.

Pero, curiosidades aparte, a efectos más prácticos pudiérase decir que los lagos más altos que se bucean están a menos de 3.000 m de altitud sobre el nivel del mar, siendo habitualmente los más altos en el rango entre 1.800 a 2.400 m.

La presión en altitud

Todos entendemos la presión atmosférica normal como la presión al nivel del mar. Este valor es igual a 101.325 pascales, que equivale a 760 milímetros de mercurio o 1 atmósfera (1 ATA) ≃ 1 bar.

La diferencia entre el buceo a nivel del mar y del buceo en altura será la derivada de la diferente presión atmosférica entre ambos lugares ya que la presión de la columna de agua ≃ (1 bar /10 m) es la misma en cualquier parte.

Si bien la presión depende de más factores, como la temperatura, las presiones a diferentes altitudes se pueden saber mediante los siguientes métodos:

1 – Calculadora web

Si se dispone de Internet, la manera más cómoda de conocer la presión barométrica a una altitud dada es utilizar una de las varias calculadoras existentes como la de este enlace.

2 – Fórmula

Método muy complicado e incómodo, pero aquí está:.

Siendo:

p0presión a nivel del mar101325 Pa
Lrazón temperatura/altura0.0065 K/m
T0temperatura a nivel del mar288.15 K
gaceleración de la gravedad en superficie9.80665 m/s2
Mmasa molar del aire seco0.0289644 kg/mol
Rconstante universal de los gases8.31447 J/(mol·K)

3 – Tablas

Existen numerosas tablas empíricas (si bien las condiciones de cada una suelen ser distintas y, por ello, ofrecer resultados ligeramente diferentes). Aún así, su exactitud es más que suficiente. Más cómodas, pero hay que tenerlas y llevarlas al punto de inmersión.

En las notas a pie de página de este artículo o pulsando aquí, el lector puede acceder a una de estas tablas (2).

4 – Método muy sencillo pero aproximado

El Autor emplea una sencilla regla para no tener que acudir a las tablas consistente en suponer que la atmósfera acaba en la troposfera (entre 0 y 10.000 m) y que por encima no hay aire (en realidad están la estratosfera, la mesosfera y la ionosfera hasta los 600 km de altura).

Dado que la presión real en el límite de la troposfera (a 10.000 m) de altitud es de 264 mbar; que el rango que nos interesa está entre el nivel del mar y 4.000 m de altitud, si la consideramos nula a 10.000 m (cosa que todos los ha hayan volado en aviones comerciales han experimentado que no es cierta pues sus alas no podrían sustentarse si no hubiera aire a esa altura) y que su disminución es lineal (no lo es, pero se acerca en las alturas más bajas), el error será tanto mayor cuanto más nos aproximemos a dicho límite, pero irrelevante en el rango que nos interesa. Veamos:

Presión altura (en bar) = 1 bar – ( Altura (en m) / 10.000 m)

siendo la presión resultante en ATA y estando la altura en metros.

De esta manera, a 1.000 de altura tendríamos:

P 1.000 = 1 – (1.000 / 10.000) = 1 – 0,1 = 0,9 ATA (0,887 ATA en la tabla, es decir, un 1,5% de error).

Para las distintas altitudes, pulsando este enlace el lector podrá comprobar las desviaciones respecto de los valores reales reflejadas a pie de página (3).

Como se podrá haber observado en el enlace, la desviación es inferior a un 2% en los rangos de altitud de buceo altos pero usuales. Va aumentando conforme nos aproximamos hasta el límite de los 10.000 m (en el que sería infinita). Pero dado que no mucha gente buceará a más de 4.000 m de altitud, la aproximación es más que suficiente. Y nos permite no necesitar tablas e, incluso, hacer los cálculos «de cabeza» fácilmente.

Otras reglas de juego

Fuera del agua

Como se ha dicho al principio, la mayoría de los buceadores consideran que el buceo en altura únicamente requiere de algún pequeño ajuste inicial, siendo el resto idéntico al buceo que realizan habitualmente.

Nada más lejos de la realidad. Muchos buceadores no se dan cuenta hasta qué punto cambian las reglas que se aplican en el buceo convencional a nivel del mar. Y es un asunto muy relevante y con potenciales consecuencias graves si no se hace bien.

El viaje como «inmersión previa»

Lo habitual es que el buceador no resida en las cercanías de donde se encuentre el sitio en altura a bucear, por lo que lo normal será desplazarse desde donde se resida hasta allí para efectuar la inmersión.

Suponiendo en tal caso que se resida a nivel del mar, el buceador partirá de su casa en un estado de saturación de nitrógeno correspondiente a ese nivel, en el que hay 1 ATA de presión.

Si dicho buceador se desplaza al punto de inmersión en altitud en el que la presión atmosférica es menor, se producirá una descompresión en sus tejidos saturados a lo largo de cierto tiempo y dependiendo de las distintas características de los mismos hasta estabilizarse con la presión del lugar al que se va. Exactamente de la misma manera que al ascender desde el fondo en una inmersión.

Por tanto, al igual que existe un «nitrógeno residual» a considerar en una inmersión sucesiva, en este caso si entre el viaje, la llegada y el comienzo de la inmersión no ha transcurrido el suficiente tiempo como para que todos los tejidos se desaturen hasta la presión ambiente del lugar de buceo, entraremos en el agua con una carga de nitrógeno que habrá que considerar pues alterará todo el proceso de descompresión de la inmersión prevista. Todo ello independientemente de otros fenómenos que a continuación se dirán.

En otras palabras, el viaje debe ser considerado como si de una inmersión previa se tratara dejando, a ser posible, suficiente tiempo como para comenzar la inmersión en agua sin nitrógeno residual en el cuerpo. Si se manejan las tablas de buceo, se comenzará la inmersión como si ya se hubiera hecho una anterior debiendo tener en cuenta su respectivo grupo de presión en las tablas. Y, si no se manejan, mejor no fiarse del ordenador y tener cierto criterio.

¡Es el oxígeno, estúpido!

Quien esto escribe ha escuchado muchas veces a compañeros buceadores decir que en altitud hay el mismo oxígeno que a nivel del mar, pues en ambos casos hay un 20,7 – 21% de este gas en el aire. Y lo dicen a veces incluso sin estar narcotizados.

Efectivamente, el porcentaje de oxígeno del aire es el mismo a nivel del mar que a 2.000 m o a 8.000 m ya que en todas esas cotas se encontrará un 20,7% ≃ 21% del aire. Pero, de ahí a pensar que hay el mismo oxígeno a cualquier altitud, hay un trecho conceptual. Porque lo relevante no es la proporción de oxígeno en el aire, sino su presión parcial, que es la que determina la cantidad de oxígeno presente en el aire o su concentración. Una cosa es proporción y otra cantidad.

En otras palabras, aunque en el aire el porcentaje de las moléculas que son oxígeno es exactamente el mismo a nivel del mar que a cualquier otra altitud (∿21%), el problema es que, conforme se asciende, hay menos moléculas de aire de todos los gases que lo componen y, por tanto, también menos moléculas de oxígeno por unidad de volumen.

Así, si a nivel del mar (1 ATA ≃ 1 bar) tenemos una PpO2 = 1 bar * 21 / 100 = 0,21 bar, a 1.500 m (0,85 bar) será de 0,18 bar (un 15 % menos que a nivel del mar); a 3.000 m (0,7 bar) será de 0,15 bar (un 30 % menos que a nivel del mar) y a 6.000 m (0,4 bar) será de 0,08 bar (un 60 % menos que a nivel del mar).

Vienen a la mente imágenes de escaladores himalayistas ascendiendo a cumbres sobre 8.000 m cargados de equipos de respiración. Sólo unos pocos privilegiados físicos son capaces de ascender a estas altitudes sin la ayuda de oxígeno, previa una aclimatación de meses y jugándose literalmente la vida. Recordemos que en superficie se considera 0,16 bar como PpO2 mínima a respirar. Sólo los mecanismos adaptativos del cuerpo permiten con aclimatación respirar presiones parciales inferiores.

Digamos que, en términos generales, los efectos empiezan a poder ser relevantes a partir de los 1.500 m de altitud.

La disminución de la PpO2 disminuye el suministro de oxígeno a los tejidos del or­ganismo, lo que puede causar la llamada en­fermedad de la altura, que determina una disminución de las capacidades físicas y mentales, además de otros efectos fisiológicos.

Por evitar efectos indeseados es imprescindible, según los casos, la ACLIMATACIÓN.

El proceso de aclimatación es específico de ca­da altura. Y cuando se desciende hacia el nivel del mar se pierde aproximadamente a la misma velocidad que se ha desarrollado.

La recomendación genérica para las alturas usuales es esperar 12 horas en el lugar de buceo antes de iniciar cualquier inmersión. Pero se insiste en que esta aclimatación depende de las circunstancias concretas del lugar y de factores específicos a cada individuo. De hecho, para alturas superiores a 2.500 m se recomiendan aclimataciones de hasta 48 horas como mínimo.

A lo dicho anteriormente sigue que los problemas médicos en altitud vienen determinados por tres fac­tores: la altitud, la velocidad de ascenso y la duración de la exposición. Otros facto­res que se deben considerar son el nivel de ejercicio desarrollado, la susceptibili­dad fisiológica individual, la edad y otros problemas médicos no relacionados con la altura. Pueden ser de gravedad variable, desde leves hasta mortales.

La exposición mantenida a hipoxia a partir de una altura mayor de 1.500 m pone en marcha una serie de mecanismos fi­siológicos que tratan de incrementar el sumi­nistro de oxígeno a los tejidos, mecanismos principalmente relativos al aparato respiratorio y cardiovascular: cambios en la distribución del gasto cardíaco, en los tejidos a nivel de la capacidad de transporte, disminución del volumen plasmático con incremento relativo de la concentración de hemoglobina, etc.

No entraremos en ello, pero hay que saber que estos mecanismos no compensan totalmente el déficit de O2, de tal manera que el rendimiento físico se verá mermado, hagamos lo que hagamos (se estima una pérdida del 10% de la capacidad de ejercicio aeróbico máximo por cada incremento de 1.000 m de altitud).

Los efectos fisiológicos de la altura son aprovechados por los deportistas de élite pa­ra mejorar sus condiciones físicas entre­nándose en altitud an­tes de las competiciones importantes. Tam­bién se han desarrollado cámaras hipobári­cas que simulan las condiciones de las altitudes y se utilizan con el mis­mo fin.

Y todavía no nos hemos metido en el agua.

Dentro del agua

El frecuente error

«Pero … si estuviera en un lago a 5.000 m de altitud en donde hay 0,5 bar de presión atmosférica, sumergido a 10 m de profundidad, estaría a 1,5 bar (1 bar de presión de columna de agua + 0,5 bar atmosférica), que es la presión a la que estaría a sólo 5 m si buceara a nivel del mar. Por tanto, podría estar más tiempo y «tener menos deco» en altitud, ¿no?».

Pues no. Es lo contrario. Porque a nivel del mar pasaremos desde los 2 bar que tenemos a 10 m de profundidad hasta 1 bar en superficie, mientras que en nuestro lago a 5.000 m de altitud pasaremos de 1,5 bar a 10 m a 0,5 bar en superficie. En el primer caso del mar a 10 m estaremos a una presión que será del doble (2 bar / 1 bar) que en superficie, mientras que en el lago será del triple (1,5 bar / 0,5 bar). La variación es mayor en altitud.

En otras palabras, si ascendiéramos a la misma velocidad en ambos casos la disminución de presión en igual tiempo sería de un 50% a nivel del mar (reducción a la mitad) y de un 67% a 5.000 m de altitud (reducción a la tercera parte).

Por ello, al ser la reducción de presión proporcionalmente mayor en altitud, la descompresión tendrá que ser más larga y se podrá permanecer menos tiempo a dicha cota sin contraer obligaciones descompresivas (paradas obligatorias o «entrar en deco»). Vamos a verlo a continuación.

Cambia el gradiente de presiones

Muchos buceadores creen que la descompresión de su inmersión -de cualquier inmersión- depende exclusivamente de la profundidad a la que bajen y el tiempo que permanezcan en ella.

Esto, sin ser erróneo, no es una idea completa. Porque ése es sólo el punto de partida y supone que se comparan inmersiones en las que la disminución porcentual de presiones por unidad de tiempo (gradiente) es el mismo puesto que se entiende que la inmersión se produce siempre a nivel del mar. Por ello, al ser las presiones intermedias y final las mismas en todas las inmersiones que hacemos al bucear a nivel del mar, no se suele poner el foco en ello, reduciéndose el problema a la velocidad de ascenso en el caso de buceo recreativo sin paradas.

Pero si cambia la presión en superficie, aunque la presión hidrostática unitaria no cambie (1 bar por cada 10 m de columna de agua), todas las presiones intermedias en el ascenso varían, siendo más relevante la diferencia respecto de las que se encontrarían en una inmersión a nivel del mar cuanto más próximo se esté a la superficie.

Vamos a pones un ejemplo comparando presiones y variaciones porcentuales entre dos alturas: Nivel del mar y a 3.000 m.

Gradientes a distintas alturas
Gradientes a distintas alturas

Como se verá en la imagen, en el mismo rango de profundidades, aun siendo las presiones menores a cada cota en el caso de los 3.000 m respecto al del nivel del mar, las variaciones de presión son claramente superiores. Ello implica una necesidad de más tiempo de descompresión en altitud.

Mantenimiento del gradiente de presión a nivel del mar: concepto de Presión Equivalente

Para poder utilizar los modelos y tablas referidos al nivel del mar, deduciremos el procedimiento (no somos amigos de las fórmulas sin comprender cómo se obtienen) . Al ser fenómenos lineales, tendremos un o unos coeficientes que correlacionarán cada presión -y, por tanto, profundidad- de una inmersión en altura con su equivalente a nivel del mar. Veamos:

En el rango del buceo recreativo (hasta -40 m), podemos calcular los porcentajes en que la presión disminuye en función de la distancia a superficie. Tomaremos tramos de 5 en 5 metros:

Gradientes al nivel del mar
Variaciones de presión al nivel del mar

Ahora, tomando como ejemplo una inmersión a 3.000 m de altitud (0,7 ATA), comenzaremos de arriba hacia abajo obteniendo las presiones y profundidades resultantes pero manteniendo la misma variación porcentual de presión:

Altitud: 3.000 m - Cálculo de presiones equivalentes.
Altitud: 3.000 m – Cálculo de presiones equivalentes.

Como se verá, para mantener las variaciones porcentuales obtenemos nuevas presiones y, por tanto, profundidades equivalentes. Estas son las profundidades a 3.000 m en que se mantiene el mismo gradiente de presión (y, por tanto, la misma descompresión) que en el caso del rango de -40 m a 0 m a nivel del mar. Por ejemplo, 40 m de profundidad a nivel del mar y 28 m a 3.000 m son equivalentes. Lo mismo con el resto.

Es decir, si en una inmersión a 3.000 m queremos descender hasta un fondo de 28 m, sería como si bajásemos a un fondo de 40 m a nivel del mar, con todo lo que ello conlleva.

Se puede observar fácilmente que las profundidades y presiones equivalentes a 3.000 m y al nivel del mar son proporcionales al cociente entre sus dos presiones en superficie. 28 m * 1 / 0,7 bar = 40 m.

Generalizando esta propiedad a la presión existente en cualquier altitud tendremos:

Profundidad equivalente(en m) = Profundidad real(en m) * Presión a nivel del mar (en bar) / Presión local (en bar)

Siendo:

  • Profundidad real es la profundidad física que se alcanza en el lugar de inmersión en altitud.
  • Profundidad equivalente ó profundidad teórica es la profundidad a la que el buceador tendría un estado similar de saturación de nitrógeno respecto a una profundidad real en altitud. Utilizando esta conversión se pueden utilizar las tablas normalmente.
  • Presión atmosférica al nivel del mar (típicamente = 1 ATA ≃ 1 bar).
  • Presión atmosférica local en superficie en el lugar de inmersión en altitud (en ATA o bar). A continuación se dirá cómo conocerla fácilmente.

Esta igualdad es conocida por «fórmula de Chauvin», pero es una relación tan evidente y sencilla que, sin querer quitar méritos a monsieur Chauvin, no parece merecer tener descubridor (3).

o, lo que es lo mismo dado que la Presión a Nivel del Mar es de 1 ATA ≃ 1 bar,

Profundidad equivalente(en m) = Profundidad real(en m) / Presión local (en bar pero sin uds.)

Haciendo el mismo ejemplo anterior con esta regla, nuestra inmersión en un lago a 3.000 m de altitud descendiendo a 28 m equivaldría a 28 m / 0,7 = 40 m.

Sin embargo, empleando el procedimiento aproximado que utiliza el Autor para calcular la presión a cualquier altitud, anteriormente descrito, no hace falta obtener las presiones en superficie para calcular el coeficiente. Basta con las altitudes. De esta manera tendremos:

Profundidad equivalente(en m) = Profundidad real(en m) * 1 / (10.000 m – altitud (en m)) / 10.000 m

Así, podremos relacionar las profundidades en las inmersiones en altitud con sus equivalentes a nivel del mar, tomando éstas para calcular la descompresión, la velocidad máxima de ascenso, las cotas de las paradas de seguridad o la recomendada, etc.

Haciendo el mismo ejemplo anterior con esta regla, nuestra inmersión en un lago a 3.000 m de altitud descendiendo a 28 m equivaldría a:

28 m * 1 / (10.000 – 3.000) / 10.000 = 28 m * 1 / 0,7 = 28 m / 0,7 = 40 m.

Sólo hay que recordar, por tanto, que la Profundidad Equivalente es igual a la Profundidad Real dividida por el inverso de la diferencia entre 10.000 m y la altitud del sitio. O, lo que es lo mismo, la Profundidad Equivalente es igual a la Profundidad Real dividida por el inverso de la presión del sitio. Fácil.

Cambia la cota de la parada recomendada

El objeto de la parada recomendada se estudió en un pasado artículo de este blog titulado «EL SENTIDO DE LA PARADA DE SEGURIDAD«, que se recomienda leer. En él se decía que la parada recomendada, más que tener un carácter «descompresivo», servía para controlar la velocidad de ascenso y «asumir» los errores del propio ascenso. Y que si éste se realizaba de manera totalmente controlada sin sobrepasar en ningún instante la velocidad máxima, se estaría dentro de la curva de seguridad, pudiéndola no hacer (de ahí en calificativo de «recomendada»).

Después de décadas recomendando que la parada se haga a 3 m de profundidad, en los últimos tiempos se recomienda que se haga a 5 m (por mayor facilidad -quizá consecuencia de una menor técnica- o por el estado del mar).

Sea como fuere, si se quiere realizar la parada recomendada a 3 ó a 5 m en una inmersión en altitud, habría que trasponer estos números a sus Profundidades Equivalentes por los procedimientos anteriormente explicados.

De esta manera, en nuestro ejemplo de una inmersión en un lago a 3.000 m de altitud, la parada a 3 m debiera ser la profundidad Equivalente de la parada a realizar y, por tanto, Prof. equiv. = Prof. real. * 1 / Presión local => Prof. real = Prof. equiv. * Presión local => Prof. real = 3 m * 0,7 bar = 2,1 m.

En el caso de la parada estándar a 5 m, en este ejemplo a 3.000 m de altitud se debería hacer a 5 m * 0,7 = 3,5 m.

Realmente en condiciones de altitud no extremas, hacer la parada a 3 m, 5 m o a sus profundidades Equivalentes concretas, carece de relevancia a juicio del Autor, por las razones mencionadas en el artículo de este blog anteriormente referido.

Cambia la velocidad máxima de ascenso

Cuidado con esta cuestión, ya que muchas páginas de Internet como la de este enlace afirman que «la velocidad de ascenso en altitud debe ser de 9 m/min, es decir, la mitad de la velocidad de ascenso máxima de 18 m/min». Con toda su mejor voluntad, mezclan conceptos distintos, ya que son corta-pegas de documentos antiguos en los que se establecía una velocidad máxima estándar de 18 m/min (velocidad todavía recomendada por algún organismo como DSAT, aunque el estándar en prácticamente todas las certificadoras es de 9 m/min), recomendando reducirla a la mitad.

Es decir, no significa que recomienden utilizar el estándar de 9 m/min en vez del de 18 m/min, ni que se aconseje ascender a 9 m/min, sino que en realidad están recomendando dividir a la mitad la velocidad como medida precautoria, resultando en 9 m/min de manera casualmente coincidente con el estándar actual. Si el lector adopta a nivel del mar dicho estándar actual de 9 m/min, no tiene ningún sentido que ésa siga siendo la recomendación en altura, sino que debe ser reducida.

Al igual que en el caso anterior respecto de la parada recomendada, las bases de las velocidades máximas de ascenso están matizadas en el pasado artículo titulado: «REFLEXIONES SOBRE LA VELOCIDAD DE ASCENSO«.

Dado todo lo explicado anteriormente, la Velocidad Máxima de Ascenso estándar que todos utilizamos debe permitir mantener en el ascenso el gradiente de presiones que se tendrían al nivel del mar.

Y aquí tenemos dos estándares:

  • mantener una Velocidad de Ascenso Máximo de 9 m/min hasta la superficie;
  • mantener una Velocidad de Ascenso Máximo de 9 m/min hasta la cota de la parada recomendada (3 m ó 5 m) y luego reducirla a 3m/min hasta superficie. (El Autor recomienda este segundo estándar).

Al ser funciones lineales, se deberá multiplicar la velocidad de ascenso por el cociente entre la presión en altitud y la correspondiente al nivel del mar, haciendo algo parecido a la Profundidad Equivalente. Como quiera que esta última es 1ATA, se multiplica directamente la velocidad por la presión en altitud que, al ser menor de 1, resultará en una velocidad menor.

Siguiendo el primer estándar de 9 m/min hasta superficie, en nuestro ejemplo de una inmersión a 3.000 de altitud (0,7 bar), ello significaría una Velocidad de Ascenso Máxima de 9-10 m/min * 0,7 = 6,3-7 m/min.

En el segundo estándar de 9 m/min hasta los 3 m ó 5 m de parada recomendada y luego de 3 m/min hasta superficie, en nuestro ejemplo tendríamos una Velocidad de Ascenso Máxima de 9-10 m/min * 0,7 = 6,3-7 m/min hasta 3 m ó 5 m (ó hasta 2,1 m ó 3,5 m, si consideráramos su Prof. Equivalentes) y de 3 m/min * 0,7 = 2,1 m/min hasta superficie.

Como se verá, dividir la velocidad estándar de 9-10 m/min por la mitad (4,5-5 m/min) serviría hasta una altitud de 5.000 m (de sobra), pero es un número muy conservador.

Por todo ello, la fórmula general de velocidad máxima de ascenso que sirviera para cualquier altitud sería:

Velocidad Máx. Ascenso local = Velocidad Máx. Ascenso estándar a nivel del mar * Presión local (en bar pero sin uds.)

Con este sencillo cálculo podremos extrapolar esta velocidad máxima de ascenso a nivel del mar a una inmersión a cualquier altitud en el rango normal.

Varían los Límites de No Descompresión (NDL)

Al establecerse una correlación entre la profundidad real a la que se está en altitud y la Profundidad Equivalente a la que se estaría a nivel del mar, los Límites de No Descompresión (NDL) o tiempo al que se pude permanecer a una profundidad dada sin contraer obligaciones descompresivas («entrar en deco» en la jerga), corresponderán a dicha Profundidad Equivalente y no a la profundidad real a la que nos encontremos.

De esta manera, si -por ejemplo- a nivel del mar queremos bucear a -30 m de profundidad, esperaremos poder estar unos 20 min sin contraer obligaciones descompresivas (paradas obligatorias). Sin embargo, si esa misma inmersión la hiciéramos en un lago a 2.000 m de altura (0,8 ATA), la Profundidad Equivalente a esos 30 m que vamos a bajar sería de 37,5 m, es decir, es como si a -30 m, en realidad estuviéramos a 37,5 m, por lo que sólo esperaríamos un tiempo máximo sin descompresión de unos 10-12 min. La mitad. Véase si es relevante la altitud.

Cambian las presiones parciales de los gases que componen el gas que se respira

Al ser distinta la presión atmosférica del lugar, cambiarán las presiones parciales de todos los gases que compongan la mezcla respirable (Ley de Dalton (4)), con las consecuencias que de ello se deriven.

Durante una inmersión en altura, en el caso del nitrógeno, si bien la PpN2 en el agua será inferior a la que se tendría a nivel del mar -a igualdad de profundidad, obviamente-, al salir del agua el buceador se encontrará con una cierta cantidad de nitrógeno en sus tejidos quizá inferior a la que habría acumulado a nivel del mar, pero sometido a una presión parcial en superficie muy inferior, aumentando el diferencial de presiones, lo que le predispondrá a mayor riesgo de enfermedad descompresiva.

También a continuación se tratará sobre los diferenciales de presión parcial de oxígeno y sus consecuencias.

Todo esto hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de la planificación de la inmersión.

¿Y la PpO2 máxima y la Máxima Profundidad Operativa (MOD) varían?

Todos los buceadores recreativos -especialmente los certificados para utilizar mezclas respirables Nitrox– deben saber que la presión parcial de O2 en una inmersión depende del porcentaje de este gas presente en la mezcla (Ley de Dalton (4)) y de la profundidad. Y que esta presión parcial no debe exceder en ningún caso de 1,4 bar.

Se supone que los límites de tolerancia a presiones parciales de oxígeno altas son absolutas en un medio dado. En tal caso, en una inmersión en altitud, las presiones parciales a una profundidad dada serán las que correspondan a la mezcla que se respire y a la profundidad real -en cualquier caso inferiores a las que existirían a esa misma cota en una inmersión a nivel del mar-. No parece lógico suponer la PpO2 correspondiente a la Profundidad Equivalente, como se ha hecho con otras variables.

Sin embargo, parece conveniente ser muy conservador puesto que el diferencial de PpO2 dentro y fuera del agua será mayor que si se buceara al nivel del mar, pudiéndose producir la llamada «hipoxia post-inmersión», de la que a continuación se tratará. El mayor frío y otros factores también podrían contribuir al desencadenamiento de una hiperoxia.

¿Qué pasa con la narcosis?

Por las mismas razones que en el párrafo anterior, no hay base para suponer una narcosis distinta al nivel de PpN2 que la correspondiente a la profundidad real con la mezcla que se lleve.

La cuestión de si se incluye o no el oxígeno como gas narcótico es un debate ya tratado en el pasado artículo titulado: «LA NARCOSIS EN EL BUCEO – 1ª parte: CONCEPTOS Y EQUÍVOCOS«.

Así pues, deberá ser aplicado los criterios que consideremos a nivel del mar.

Al salir del agua

Terminada la inmersión y dependiendo de la altura del lugar, aparecerán nuevos fenómenos que no se dan a nivel del mar y que no son del todo predecibles.

Hipoxia post-inmersión

Cuando se termina una inmersión a nivel del mar, la presión parcial de oxígeno que existe al salir es de 0,21 bar (4). Sin embargo, como hemos visto en altura el buceador encontrará una presión inferior, es decir, se encontrará con menos oxígeno. Y si la altitud es considerable y la diferencia entre la presión parcial de oxígeno respirada en la inmersión y la que se encuentre en la superficie es grande, puede producir algo que los médicos denominan «hipoxia post-inmersión» o «hipoxia relativa», llegando a veces al desmayo. Esto es especialmente relevante si se utilizan mezclas Nitrox con elevado porcentaje de O2.

Es por ello que muchos buceadores que realizan inmersiones a considerable altitud al salir del agua respiran oxígeno puro durante bastante rato, aumentando la PpO2 del aire en superficie y disminuyendo o anulando el diferencial de PpO2 entre ambos medios.

Retroceso en la aclimatación

Cuando se bucea en lagos altos, muchos buceadores sensibles al «mal de altura» reportan que al terminar la inmersión les vuelve a aquejar este problema. Sin haber encontrado literatura científica que lo avale, sin embargo esto tiene sentido habida cuenta de haber estado a presiones superiores durante un cierto tiempo respecto a la de la superficie en altitud.

Otras consideraciones

Temperatura

Generalmente, los lugares y aguas en altura son más fríos que a nivel del mar. Ello implica que se buceará con más frío, lo que predispondrá a sufrir hipotermia y, en todo caso, a un mayor consumo de gas, a una mayor acumulación de dióxido de carbono (CO2) o hipercapnia (especialmente si se bucea con rebreather ya que la cal sodada pierde propiedades con las bajas temperaturas), a una mayoración de los efectos de la narcosis por nitrógeno y a una mayor predisponibilidad a una hiperoxia por PpO2 (Efecto Paul Bert).

Además de todo ello, se deberá ser conservador ya que el frío modifica los mecanismos del cuerpo para la eliminación del gas inerte (N2), haciéndolos menos efectivos. (En este blog no nos cansaremos de repetir que el frío es un factor importante en la enfermedad descompresiva y que no se debe pasar frío al bucear).

Salinidad – lastre – flotabilidad

El buceo a nivel del mar se suele realizar en agua salada, mientras que en altura las inmersiones serán prácticamente siempre en agua dulce.

Comoquiera que el densidad del agua salda (1,03 Kg/m³) es superior a la del agua dulce (1 Kg/m³), se requerirá menos lastre en altura. En caso contrario, se buceará sobrelastrado, con los inconvenientes que ello conlleva.

Los ordenadores de buceo

Muchos buceadores ordenador-dependientes (es decir, la inmensa mayoría) creen que en una inmersión en altura el ordenador hará automáticamente el pequeño ajuste de la presión del lugar y que el buceo que realicen será como a nivel del mar, es decir, como están habituados. Este artículo desmiente esta creencia.

Al respecto hay que decir que la mejora en los ordenadores de buceo facilitan enormemente tanto las inmersiones como la planificación previa. Y eso esto está muy bien. Pero para manejar un aparato, hay saber utilizarlo y, sobre todo, entender en qué contexto se utiliza.

Los ordenadores recreativos que se utilicen cuando se bucee en altura debieran tener la posibilidad de adaptarse a la presión correspondiente a la altura a la que esté la superficie. No todos la tienen, en algunos se requiere de ajustes manuales y en la mayoría está restringida hasta una determinada altitud.

Hay ordenadores que realizan automáticamente la adaptación. En otros hay que programarla. Y en algunos … a saber. Por ello, si duda, el buceador debe acudir a ese oscuro y desconocido manuscrito llamado «manual del ordenador» para averiguarlo. Pero nunca evitar la cuestión y menos si la altitud a la que pretende bucear es considerable.

Pero, aunque el ordenador se adapte automáticamente al buceo en altitud, hay otros factores que no está claro si se modificarán, como la velocidad máxima de ascenso. A continuación se tratará esta cuestión específicamente. Se insiste en que hay que utilizar el ordenador conociendo las circunstancias y el buceo que se hace. Si no se entiende esto, por mucho ordenador que se lleve, acabarán apareciendo problemas (bueno … en el buceo en altura y en cualquier buceo ¿verdad?).

Corolario cauteloso

Este artículo tiene como objetivo únicamente que el lector comprenda que el buceo en altitud es OTRO buceo, sometido a reglas distintas del que está habituado a nivel del mar. Y no sólo eso, sino que pueden intervenir factores que no están presentes habitualmente, como se ha visto.

El conocimiento sobre la descompresión en el buceo está en continuo desarrollo, pero el buceo en altitud es mucho más desconocido y menos experimentado por la concurrencia de estos nuevos factores.

Los procedimientos de extrapolación al buceo en altitud de las tablas, velocidades y métodos que se aplican a nivel del mar están en discusión y no son totalmente claros. Una inmersión recreativa sin descompresión que a nivel del mar no supone dificultad alguna puede ser un problema en altitud. Recuérdese del ejemplo extremo del record de buceo en altitud, en el que una simple inmersión a 2 m de profundidad durante 10 min, que a nivel del mar es una broma para niños, a 6.000 m supone que el buceador se juegue literalmente la vida.

Aunque no se haya recibido un curso específico de buceo en altitud -que se recomienda y que este artículo no pretende sustituir-, es muy necesario que todo buceador comprenda en líneas generales del funcionamiento y las diferencias del buceo en altura en comparación con el buceo a nivel del mar que suele realizar.

Cuando se pretenda bucear en altura, es imprescindible planificar la inmersión desde el principio, empezando por conocer la altura exacta a la que está la superficie del lugar de inmersión para, a continuación, seleccionar el equipo adecuado para las condiciones, planificar las profundidades máximas en función de las profundidades equivalentes, los nuevos Límites de No Descompresión, las paradas que se realizarán, la nueva velocidad máxima de ascenso, etc.

Y si se bucea a altitud considerable, es muy recomendable asesorarse por alguien que domine la cuestión, a ser posible de la zona. Pero nunca salir como si se fuera a la playa, sin más.

Éste es el mensaje a transmitir. Si después de leer todo esto el lector desarrolla una actitud proactiva y precautoria hacia el buceo en altitud, el objetivo quedará cumplido.

(1) – Este artículo ha sido sugerido por la pregunta de un suscriptor (JmN) sobre algunos pormenores del buceo en altura, pareciendo oportuno extender la respuesta a modo de artículo general. Se aprovecha la ocasión para agradecer este tipo de preguntas que abren la puerta a nuevos temas.

(2) – Tabla de presiones en superficie según altitud.

Presiones en altitud
Presiones en altitud

(3) – Desviaciones de la estimación de la presión en altitud.

P 1.000 = 1 – (1.000 / 10.000) = 1 – 0,1 = 0,9 ATA (0,887 ATA en la tabla, es decir, un 1,5% de error).

P 1.500 = 1 – (1.500 / 10.000) = 1 – 0,15 = 0,85 ATA (0,834 ATA en la tabla, es decir, un +1,9% de error)

P 2.000 = 1 – (2.000 / 10.000) = 1 – 0,2 = 0,80 ATA (0,785 ATA en la tabla, es decir, un +1,9% de error)

P 2.500 = 1 – (2.500 / 10.000) = 1 – 0,25 = 0,75 ATA (0,737 ATA en la tabla, es decir, un +1,8% de error)

P 3.000 = 1 – (3.000 / 10.000) = 1 – 0,30 = 0,70 ATA (0,692 ATA en la tabla, es decir, un +1,2% de error)

P 3.500 = 1 – (3.500 / 10.000) = 1 – 0,35 = 0,65 ATA (0,649 ATA en la tabla, es decir, un +0,15% de error)

P 4.000 = 1 – (4.000 / 10.000) = 1 – 0,4 = 0,6 ATA (0,608 ATA en la tabla, es decir, un -1,3% de error)

P 5.000 = 1 – (5.000 / 10.000) = 1 – 0,5 = 0,5 ATA (0,533 ATA en la tabla, es decir, un -6,1 % de error)

P 6.000 = 1 – (6.000 / 10.000) = 1 – 0,6 = 0,4 ATA (0,465 ATA en la tabla, es decir, un -14% de error)

P 7.000 = 1 – (7.000 / 10.000) = 1 – 0,7 = 0,3 ATA (0,4 ATA en la realidad, es decir, un -25% de error)

P 8.000 = 1 – (8.000 / 10.000) = 1 – 0,8 = 0,2 ATA (0,365 ATA en la realidad, es decir, un -45% de error)

P 9.000 = 1 – (9.000 / 10.000) = 1 – 0,9 = 0,1 ATA (0,308 ATA en la realidad, es decir, un -67% de error)

P 10.000 = 1 – (10.000 / 10.000) = 1 – 1 = 0 ATA (0,264 ATA en la realidad, es decir, un error infinito)

(3) – Chauvin era miembro de la Marina Francesa y, aunque comunmente a él se le atribuye la fórmula, parece haber autorías anteriores del fisiólogo suizo Hannes Keller y simultáneas de Guillerme y Rovoire.

(4) – Ley de Dalton. Al tener el aire un 21% de oxígeno, la PpO2 en superficie será el 21% de 1 ATA que presión total, es decir, de 0,21 bar.

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4 comentarios sobre “

Cambiando las reglas:

BUCEO EN ALTURA

  1. En resumen.
    Como tantas otras variantes… existe la especialidad de buceo en altitud y se aprende la forma de bucear sus variaciones, técnicas, etc.. así se evitan problemas.
    Da la impresión de que a los buceadores les cuesta hacer cursos de especialidad y para algo están, unos con más aplicación que otros, está claro
    Un saludo

  2. Que buen artículo, bien detallado, y muy esclarecedor. En un mundo superficial, se agradecen este tipo de artículos para nerds como yo, Disfruté leerlo y confieso que saque mi hoja para entender la formula

    Mi conclusión: No hacer locuras ni ir mas allá de tus limites de conocimiento y entrenamiento.
    Gracias por esclarecer.
    En mi caso siempre buceo a nivel del mar y por una excursión no vale la pena el riesgo. (Y tampoco me justifica el gasto de la certificación de altura)
    Gracias y mis felicitaciones al Autor

    Saludos

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